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ARBORICULTURA URBANA

No aceptar que un árbol, nace, crece y muere, por aquellos que pretenden defenderlo, es una forma de admitir que nunca lo han reconocido como un ser vivo. .- Michel Corajoud.-Paisajista

Existen lagunas en los conocimientos fundamentales del árbol, de su funcionamiento y sus necesidades en la ciudad.

La introducción del árbol en la ciudad lo es como consecuencia de la mutación de la ciudad.

El árbol es productor de madera, de frutos de follaje (el fresno) de medicamentos (el tilo).

Los arboles forman la trama del paisaje urbano, junto con los edificios.

Este periodo es pobre en plantaciones de árboles y las que se han realizado en condiciones que no garantizaban su futuro, elección de especies de efectos inmediatos, de rápido crecimiento y poca longevidad, trabajos realizados sin respeto a las normas de buena plantación, ausencia de mantenimiento juvenil y abandono de la gestión tradicional.

Con la entrada de la democracia, los políticos locales, utilizan las plantaciones de árboles en sus campañas políticas para la consecución de votos por los ciudadanos. El árbol está de moda. El árbol es un derecho de la ciudad.

Las disciplinas medioambientales adquieren protagonismo, la ecología forma parte de la cultura popular.

Los higienistas del siglo XIX, plantaban árboles para hacer la ciudad más humana en la que el árbol endulzara la mineralización de las ciudades.

La iniciación y sensibilización de los niños en las escuelas es una buena prevención contra el vandalismo., la vegetación en general y el árbol en particular, mejoran la ciudad físico-química del aire de las ciudades y contribuyen a la reducción de ruidos.

La participación general del árbol a la mejora de la calidad de vida varia fuertemente en función de la cantidad de arboles, de su situación, su modo de asociación (alineación, parque, bosquete…)

 

Incidencia en el suelo                                                                                                                                    Incidencia en el clima

Modificación del clima urbano

Los arboles contribuyen a refrescar el aire de las ciudades, aumentan la tasa de humedad, bajan la temperatura e influyen en la circulación del aire.

La ciudad por su mineralidad y superficies asfaltadas refleja y absorbe mucha energía solar.

La plantación de árboles como signo de una expansión económica y de una confianza hacia el futuro.

Los higienistas utilizan los árboles para airear las ciudades, y ofrecer a los ciudadanos un medio ambiente más sano y agradable.

Las prácticas de poda no son una preocupación moderna.

Disminución de la tasa de CO2

Los arboles disminuyen la tasa de CO2 a la vez por la fotosíntesis utilizando el gas carbónico y soltando el oxígeno en la respiración, consumiendo el oxígeno y expidiendo el gas carbónico.

Filtración de polvo y aerosoles

La filtración de partículas de polvo y aerosoles ha sido demostrada completamente.

Efectos sobre el ruido

Los arboles persistente de hojas grandes y coriáceas orientadas son eficaces en la disminución de fuentes de ruido.

Mejoran el ecosistema urbano, haciéndose notar en todos los seres vivientes de la ciudad, insectos, pájaros, mamíferos y comunidades vegetales.

El árbol urbano y los animales

Los árboles en la ciudad son albergue de una intensa actividad de la avifauna que puede ser utilizada como bioindicador. El número de aves varía en función de la biodiversidad del medio.

Los árboles en la ciudad sirven de enlace entre la naturaleza y la ciudad. -Corredores verdes.

El acercamiento ecológico de la ciudad a la naturaleza.

Funciones económicas de los espacios con vegetación

Una casa rodeada de árboles se vende mejor y más rápida.

Función de representación del árbol, como elemento del paisaje urbano

Ya sea aislado o en el paseo o en parques el árbol continúa alimentando el resto del paisaje urbano.” El paisaje es el lugar donde el cielo y la tierra se tocan “es por ello que el árbol se convierte en verdadero protagonista en la ciudad. (Michel Corajoud).

 

Funcionamiento del árbol

El árbol es un complejo conjunto donde todos sus componentes, raíces, tronco, ramas y hojas aseguran cada uno a su nivel, la satisfacción de sus necesidades más elementales.

Las raíces alimentarias trabajan en la sombra. Son los órganos menos conocidos del árbol. Constituyen una parte importante del peso del árbol, de uno a dos tercios del peso total. Su estudio es delicado por la dificultad de acceso y la diversidad del medio. El sistema radicular asegura la nutrición, la fijación, y el anclaje del árbol, así como el almacenamiento de sus reservas.

Diferentes tipos de sistemas radiculares

Existen varios tipos de sistemas radiculares, su descripción está basada sobre el reparto de las raíces principales y secundarias.

Las raíces pueden ser fasciculadas, pivotantes u horizontales.

Pero pueden evolucionar a través de la vida del árbol. Las condiciones del suelo influyen enormemente en la disposición de las raíces, más en la ciudad, donde los suelos son más alterados.

Se distinguen raíces leñosas y menos leñosas.

Las raíces leñosas forman un conjunto de gruesas raíces que aseguran el anclaje del árbol al suelo y permiten acceder a los nutrientes y el agua situados en profundidad.

Algunas especies toleran cierto exceso de humedad (hidromorfia), como el sauce, el plátano o la Nyssa, gracias a la emisión de raíces adventicias adaptadas al almacenamiento de oxigeno, al extremo que algunas especies como el ciprés calvo. -Taxodium distichum. -pueden emitir raíces aéreas “neumatóforos “.

Las raíces no leñosas comprenden las pequeñas raíces o raicillas que forman la cabellera radicular donde están los pelos absorbentes. Estos pelos multiplican considerablemente la superficie de contacto con el suelo y garantizan la casi totalidad de la absorción de los elementos minerales. Su duración es limitada, en orden a tres o cuatro semanas y el árbol no las puede reponer sin las condiciones de aireación y humedad en el suelo no son satisfactorias, el ochenta por ciento se encuentran en los primeros diez centímetros.

Equilibrio radicular y aéreo

Existe un equilibrio poco conocido en su mecanismo, entre las partes aéreas y subterráneas, condicionado y mantenido por los cambios permanentes de materia en el conjunto del vegetal.

Cualquier causa que afecte la parte aérea (, defoliación por parásitos o roedores, fuerte tormenta o poda…) tendrá consecuencias no menos importantes sobre las raíces.

A la inversa toda destrucción radicular entraña una disminución de aprovisionamiento de agua y sales minerales. El flujo de savia montante es perturbado y las reservas del árbol suprimidas en parte. Una inevitable decrepitud aparece. Ya sea de inmediato o unos años después. En periodo crítico de la ablación radicular, parece situarse en la brotación cuando el árbol moviliza las reservas para su crecimiento.

La mayoría de los sistemas radiculares tienen una relación simbiótica con un hongo. Son las microrrizas, el micelio del hongo multiplica la superficie de absorción de los elementos minerales. Que es multiplicado por cien y mil veces.

Este fenómeno es particularmente importante en la absorción de fosforo y nitrógeno presente en el suelo, ya sea en formas químicas directamente asimilables por el árbol.

Las partes aéreas

Las hojas captan la energía. La luz es captada por las hojas en las que la superficie de captación es mejorada en el curso de la evolución. Las hojas son la red de una intensa actividad foto-química que condiciona en gran parte el funcionamiento del árbol.

La fotosíntesis se produce gracias a los pigmentos presentes en las hojas y las ramas jóvenes herbáceas (en particular la clorofila). Esta reacción permite fabricar las sustancias carbónicas necesarias para la vida del árbol, a partir del gas carbónico, del aire y del agua, gracias a la energía solar y desprender el oxígeno al aire.

La respiración tiene efectos inversos, suelta el gas carbónico y consume el oxigeno. Lo que da como resultado, la degradación por la planta de una parte se sustancias carbónicas necesarias para su metabolismo. La transpiración que existe a todos los niveles de la planta, proviene de la evaporación de la casi totalidad del agua bombeada del suelo. Ella permite a las hojas de mantener una temperatura aceptable y resistir las quemaduras del sol.

El conjunto de los cambios gaseosos (oxigeno, gas carbónico, vapor de agua…) se producen a nivel de las estomas, asegurando el contacto entre la atmosfera exterior y el interior de la hoja.

Las hojas son órganos vitales del árbol

Toda disminución de su número, todo almacenamiento en su superficie (polvos, aerosoles…) reduce la producción de materias carbónicas o sea el nivel de reservas del árbol.

Las hojas son órganos frágiles con duración de vida limitada (siete u ocho meses como máximo por los caducos en nuestro clima, y dos a cuatro años para los vegetales de hoja persistente), pero que se renuevan regularmente.

Los brotes, ramillas y ramas

Troncos estabilidad, transporte y almacenamiento

Al igual de las hojas, la parte aérea del árbol se compone de yemas, ramillas y ramas y generalmente de un único tronco.

Las yemas son un conjunto de escamas condensamente ensambladas alrededor de la yema de crecimiento primaveral, constituyen una forma de resistencia que permite al árbol protegerse de temperaturas extremas. Las yemas terminales emplazadas en la extremidad de la rama aseguran el crecimiento en altura del árbol e inhiben el desarrollo de las yemas insertas más bajas.

Su función principal, les da una importancia capital.

Las pequeñas ramas del árbol, ramos o pequeñas ramas, juegan un papel de soporte distribuidor de las hojas de tal manera que la luz captada sea la máxima. Esta búsqueda de luz o fototropismo adquiere una importancia vital en la ciudad donde es fácil encontrar arboles desequilibrados para compensar el efecto de las fachadas. El tronco y las ramas principales forman el esqueleto del árbol. Solo la parte interna del tronco constituida por tejidos muertos, lignificados y solidos aseguran un papel de sostenimiento. La zona periférica, situada justo debajo de la corteza y muy fina está constituida por algunas capas de células hiperactivas, el cambium, es responsable del crecimiento en grosor del tronco y las ramas. El cambium juega un papel particularmente importante. Engendra la formación de burletes cicatrizantes que recubren todas las heridas.

Contrariamente a los animales los arboles no se curan.

Los tejidos infectados o heridas no se regeneran, pero son enquistados dentro de los tejidos sanos.

Cuando la corteza es arrancada o quemada, la madera del tronco entra en contacto directo con el aire lo que produce un cambio vital en entorno del árbol, temperatura y humedad.

Bajo el efecto del agua, la madera tiene tendencia a pudrirse. Los organismos patógenos, hongos, bacterias y las múltiples esporas presentes en el aire colonizan rápidamente la herida e inician la alteración de la madera.

Para afrontar la agresión del árbol actúa de dos formas, intenta aislar la zona infestada oponiendo a la agresión de los agentes patógenos barreras químicas entre las cuales se encuentran sustancias antifúngicas y antibióticas, se desarrolla sobre toda la herida un labio cicatricial que con el tiempo debe contrarrestar la herida.

El árbol. Un sistema dinámico complejo. –Equilibrio y nivel de reservas.

La noción de equilibrio, durante mucho tiempo ha estado considerada como un estado entre los flujos correspondientes a las necesidades de las plantas para su metabolismo (demanda aérea) y los flujos provenientes de la capacidad de las raíces para suministrar en tiempo real estos elementos (oferta radicular). Esta reacción es insignificante para explicar el desplazamiento en el tiempo (lo más frecuente varios años) observando entre una agresión y los primeros síntomas de decrepitud.

En efecto, la oposición a los métodos modernos de producción industrial basados sobre el “cero almacenamientos”, el árbol puede ser asimilado a un aparato de producción en el cual los stocks y reservas de primeras materias son numerosas y repartidas en diferentes puntos.

En el plan biológico, estas reservas, regularmente renovadas tienen dos funciones importantes, permiten al árbol defenderse sobre las agresiones naturales (sequia, heladas, ataques de parásitos…) o las de origen antrópico. Sirven igualmente para asegurarse su metabolismo basal.

La arquitectura de los arboles

La complejidad de la estructura arborescente ha mostrado la necesidad de una aproximación global y dinámica del árbol, poniendo en aplicación conceptos de arquitectura desarrollados en botánica por los profesores F. Halle (Profesor del Laboratorio de Botánica de Montpellier) y R.R.A Oldeman (Profesor de la Universidad de Waningen en Holanda).

Las investigaciones en arquitectura vegetal tienen por objeto describir la estructura de las plantas y de trazar la secuencia de su desarrollo., lo que permite conducir a una descripción muy avanzada del conjunto del desarrollo de los arboles especialmente hasta la edificación de su corona y de poner en evidencia los procesos en juego.

Los conocimientos sobre la arquitectura del aparato radicular son hoy en día menos avanzadas en razón de las dificultades de observación.

Unos estudios arquitecturales están en condiciones de aportar un cierto número de herramientas a los prácticos. Así el conocimiento de la unidad arquitectural permite seleccionar los brotes de la planta, los más aptos para para el estaquillado, la marcota y el injerto. La determinación de las fases de desarrollo mejora el diagnostico concerniente al estado fisiológico de un árbol y permite prever su futuro.

El estudio de estrategias reiterativas puede servir de guía para una práctica razonada de la poda, y a la vez conforme con nuestras necesidades y las que el vegetal puede soportar sin stress.

Modelación y simulación de la arquitectura de los arboles

La arquitectura de un árbol es el resultado del conjunto de sus meristemos.  Su modelización necesita un análisis cuantitativo de los procesos observados.

El laboratorio de modelización del CIRAD (Centro de Cooperación Internacional de Investigación Agronómica para el Desarrollo) ha puesto a punto un método de análisis que permite a partir de datos estáticos levantados sobre el árbol, calcular los parámetros dinámicos que caracterizan el funcionamiento de los meristemos. Este método matemático acoplado a técnicas informáticas ha permitido simular sobre pantalla el desarrollo de un árbol.

A partir de especies intensamente estudiadas, ahora en posible visualizar la evolución de un paisaje a través de los años y las estaciones.

Los estados de desarrollo de un árbol. El nacimiento

La reproducción por semilla o sexual, es problema en la mayoría de los casos, una fecundación cruzada nos transmite una mezcla de características propias de los padres. Para las especies llamadas monoicas (plátano, nogal. olmo…)  las flores masculinas y femeninas son bien diferentes y están presentes en un mismo individuo.

En el caso de las especies dioicas, como el chopo o el Ginkgo biloba tienen pies hembra poco apreciados en las ciudades, ya que sus flores son alergógenas y sus frutos tienen un olor desagradable.

La certificación de origen de las semillas constituye un criterio de calidad del material vegetal y es escasamente utilizado en la arboricultura ornamental.

La reproducción vegetativa o asexual, es una particularidad del mundo vegetal. Este sistema produce individuos genéticamente parecidos a los que tienen problemas los “pies madre “. Se distinguen por una vía natural con rebrotes de raíces en los bosques o por vías artificiales producidas en los viveros (estaquillados, marcotas, injertos…) o en laboratorio (micro propagación o estaquillado en vitro…)

Esta forma de multiplicación ofrece la ventaja de disponer de un material vegetal de calidad procedente de los pies madre seleccionados. Presenta sin embargo problemas de sensibilidad a las enfermedades y parásitos y/o accidentes climatológicos idénticos para todos los individuos, causando la desaparición del patrimonio en caso de ataques mortales.

El enraizado de plantas multiplicadas artificialmente pueden ser menos adecuadas que las producidas por semilla, con el riesgo de que su anclaje en el suelo sea menos bueno (sensibles al viento…) y una disminución de la longevidad. Asimismo, en las variedades injertadas, la porta injerto que compensa estos defectos, es utilizado para reforzar algunas cualidades de enraizamiento o adaptación a criterios particulares del suelo.

El estado juvenil

En este estado, por una actividad intensa de la yema terminal, el crecimiento es muy fuerte y corresponde a una búsqueda óptima de luz.

El sujeto tiene entonces un fuerte poder de adaptación, sus capacidades de desarrollo radicular y de resistencia son importantes, La intensidad del crecimiento está estrechamente ligada a las condicionantes del medio y puede en extremo, devenir nulo, en suelos de mala calidad.

El estado adulto

En este estado, el árbol alcanza la altura máxima que le autoriza la fertilidad del suelo y las características de su especie. Persigue esencialmente su crecimiento en volumen (tronco, corona, y sistema radicular) y débilmente su crecimiento en altura.

La altura de los arboles adultos los más frecuentes anunciados por la literatura, son frecuentemente reducidos a un medio tan difícil como el de la ciudad.

La fase de senescencia

El envejecimiento y luego la muerte del árbol, parecen regidos por un conjunto de componentes actuando en sinergia y conduciendo a dificultades de crecimiento para hacer llegar el agua y las sales minerales a lo alto de la copa

Este fenómeno entraña un desecamiento de la periferia de la corona del árbol, y después de una “descente de cime “progresiva. Un cierto número de parásitos secundarios (hongos, bacterias, muérdago…) tienden a aparecer sobre el árbol debilitado y acaban con su muerte.

En este estado, el conjunto de agresiones exteriores, tales como las podas severas, los daños a las raíces, o las de modificación del medio…agravan considerablemente este proceso

 

 

Cercis siliquastrum en la ciudad

El medio urbano

En ecología, el término medio designa el conjunto de valores físicos y biológicos que gobiernan el reparto y el crecimiento de los organismos sobre un territorio dado. Por extensión, el medio urbano es la serie de componentes químicos, físicos, biológicos y antrópicos que interactúan sobre el territorio de la ciudad.

La ecología distingue el medio exógeno que preexiste antes de la instalación de los organismos y no comprende que los factores abióticos, y el medio endógeno que proviene de la modificación del precedente bajo la influencia de otros organismos. Por analogía, en la ciudad es posible distinguir el medio exógeno que preexiste donde la acción del hombre no ha modificado las condiciones iniciales (centros de pequeñas comunidades, parques urbanos, extensiones urbanas recientes sobre terrenos agrícolas…) y el medio endógeno que proviene de la modificación del precedente bajo la influencia del hombre. El medio urbano es pues, multiplicado y depende de la intensidad de la acción antrópica sobre los diferentes factores que lo componen,

El árbol vive a la vez en la atmosfera y en el suelo.

En la atmosfera, el aparato aéreo y más particularmente las hojas reaccionan a cualquier modificación de los factores ecológicos, luz, temperatura, tasa de humedad. (higrometría), rapidez de desplazamiento del aire y carga de gases contaminantes (gaseosos o particulares…)

En el suelo las raíces y sus órganos de absorción, los pelos absorbentes, son sensibles a las variaciones de los factores, como la disposición del agua (relacionada con el aprovisionamiento y la capacidad de retención…) la composición gaseosa del aire del suelo, principalmente la tasa de oxígeno, la penetrabilidad relacionada con la textura y la compactación, los obstáculos encontrados y en fin a la disposición de elementos minerales solubles. La acción directa del hombre se traduce por ciertas agresiones como la tala y las podas, el vandalismo, los golpes de los automóviles o la supresión de algunos órganos vitales en los trabajos viarios.

Todos estos elementos son muchos factores ecológicos de origen abiótico de orden climático, atmosférico, hídrico o de origen biótico por lo que se refiere al suelo, de acción humana o de seres vivos en general.

Modos de acción

El efecto de un factor sobre el vegetal se caracteriza por un “umbral mínimo “sobre el cual todo desarrollo es imposible por un “umbral óptimo “que asegura el mejor desarrollo del vegetal o más allá del cual ciertos efectos negativos aparecen y el “umbral máximo “más allá del cual las perturbaciones sobre el metabolismo son tales que el árbol muere. La reacción de adaptabilidad de una especie al factor estudiado responde a estos umbrales.

Un factor ecológico se considera discriminante cuando una clase de factor corresponde a una especie indicadora.

Un factor ecológico se considera limitante cuando su presencia o su valor, reduce la acción de otros factores que entorpecen el crecimiento y/o el desarrollo de un organismo. Los factores ecológicos actúan en sinergia, ya que su acción de conjunto es superior a la suma de las acciones tomadas individualmente.

Interacción sobre diferentes factores

Los factores ecológicos influyentes en el comportamiento del árbol en la ciudad, corresponden ya sea a la sinergia o en compensación por el efecto “cascada”.

La sinergia multiplica el efecto de los factores por compensación los vegetales, por ejemplo, los poco adaptados a suelos calcáreos pueden desarrollarse al menos, si disponen de una buena alimentación con agua. La acción de un agente patógeno secundario que no se desarrollaría en condiciones normales, se ve favorecido por un árbol mal podado, hay entonces “un efecto cascada “.

Los factores climáticos

LUZ. -Disminuyendo la actividad fotosintética, la sombra puede suponer una reducción de los sistemas aéreos y radiculares. En algunos lugares muy sombreados, puede ser mejor o preferible no plantar. La reverberación de los rayos luminosos sobre las paredes de los inmuebles y las radiaciones reflejadas en los revestimientos del suelo, atemperan ciertos factores de la sombra. El alumbrado público puede ligeramente estimular el crecimiento, pero, en este caso, aumentar la sensibilidad del vegetal a la polución y a la llegada de fríos precoces.

TEMPERATURAS. -Las elevaciones de temperaturas observadas en las grandes aglomeraciones urbanas alargan el periodo de vegetación de los árboles y posibilitan la selección de especies más meridionales. En verano las elevaciones de temperaturas, asociadas a las fuertes reverberaciones de las fachadas y los revestimientos, pueden entrañar quemaduras de hojas y sobre los troncos. Bandas de tela de yute, enrolladlas alrededor de los troncos de los arboles más jóvenes de corteza frágil (tilos, castaños, arces…)  evitan estas quemaduras.

VIENTO. -En la ciudad, los golpes de viento adquieren con frecuencia el carácter turbulento siendo muy significativos para la localización de los daños. En el conjunto, los efectos del viento se hacen sentir sobre las poblaciones muy densas con árboles antiguos y a nivel de todos los puntos débiles de un árbol viejo con heridas en el tronco, y zonas de fragilidad relacionadas con las ataduras de los tutores o protectores, el punto de injerto, horquillas …) Las especies de crecimiento rápido, con fama de desgajadoras deben evitarse en zonas muy expuestas (por ejemplo, chopos, acacias, sauces…)

El factor hídrico. -Exceso de agua en el suelo

El exceso de agua crea condiciones de suelo asfixiante para las raíces por falta de oxigeno. Un encharcamiento persistente principalmente en primavera compromete la actividad del árbol y por consiguiente su supervivencia.

SEQUIA. -El marchitamiento durante las horas más cálidas y la aparición de necrosis foliares marginales, transmiten las dificultades de suministro de agua. En reacción al stress hídrico, algunas especies pierden sus hojas desde el fin de julio (el castaño por ejemplo…). La repetición de tales fenómenos debilita al árbol y pueden producir a la larga su muerte. Los efectos de una sequía climática son muy acusados en la ciudad, por la filtración de las aguas de lluvia hacia los alcantarillados, la escasa capacidad de penetración y retención del agua en los suelos urbanos, las dificultades de acceso a las capas freáticas profundas por el sistema radicular y el aumento de las necesidades de agua por el vegetal, debido a la escasa higrometría del aire y una mayor transpiración. La sequedad de los suelos urbanos es difícil de compensar. En los arboles de alineación adultos, no existe prácticamente ninguna solución al problema del riego, si no ha sido previsto con antelación. Por contra, en los parques se puede realizar la instalación de un sistema de riego automático que puede contribuir a mantener cierta humedad en el suelo asegurando así, una parte de las necesidades del árbol en agua. La instalación de estos sistemas no es siempre posible y el agua peligra de ser rara y cara. La plantación en zanja precisa necesariamente la instalación de un sistema de riego para desarrollar arboles de calidad. Atendiendo el desarrollo de su sistema radicular funcional en seguridad, las jóvenes plantaciones pueden resistir las fases críticas por riegos frecuentes durante los tres o cinco primeros años. El factor sequedad debemos tenerlo en cuenta al escoger las especies a plantar; los riegos, no reemplazan a largo plazo la adaptación de los vegetales a tales condiciones.

Factores atmosféricos. -Efectos generales

Los efectos de los distintos contaminantes atmosféricos sobre los árboles son difíciles de poner en evidencia, ya que los fenómenos son complejos y los síntomas afines. Se distinguen generalmente los contaminantes inherentes a la ciudad. (dióxido de azufre…), oxido de nitrógeno, ozono, monóxido de carbono, partículas y aerosoles y los problemas de los escapes industriales (derivados fluorados y clorados, polvo de las fabricas de cemento…)

Según fuentes canadienses, los automóviles contribuyen a la contaminación urbana un 39 %. La combustión de las calefacciones en lugares de frio en invierno, domésticas y públicas, es asimismo una de las fuentes de mayor contaminación. La resistencia de los arboles a la contaminación varía según la naturaleza del gas emitido y el tipo de emisión. Depende igualmente del estado de desarrollo del árbol (un árbol joven es más sensible a la polución) y a las condiciones del medio (suelo, clima, nutrición…)  Es raro que la concentración individual de cada contaminante sobrepase el umbral de toxicidad. Por contra, la acumulación de contaminantes induce a la debilitación crónica de los arboles donde la resistencia varía según el medio y el estado fisiológico general.

DIOXIDO DE AZUFRE. -Emitido principalmente por las calefacciones domesticas. La concentración en SO2 es muy elevada en invierno (190 Ug/m3 contra 90 en verano…) según Drach y Target, citado por Garres.

El dióxido de azufre, penetra en las hojas por las estomas, entra en competencia con el CO2 y disminuye con este hecho a la fotosíntesis. En la ciudad, las fuertes proporciones de gas carbónico pueden reducir este riesgo.

Los síntomas son necrosis internervarias de color marrón claro o marrón rojiza, que aparecen muy rápido después de una fuerte contaminación. Estas necrosis son definitivas y el desarrollo de la hoja no continua, solo si la afección no es demasiado grave. El azufre toma frecuentemente formas iónicas en medios ácidos y participa así con el fenómeno del “smog acido “. Contribuye igualmente a los fenómenos de “lluvias acidas “. Los daños en el medio urbano son en parte limitados ya que el máximo de emisiones se produce durante el periodo de reposo vegetativo, ya que una presencia crónica a pequeña dosis (0´05 a 2´00 ppm…)  puede provocar serios daños.

Óxido de nitrógeno y contaminación fotoquímica

El óxido de nitrógeno (NO) producido sobre todo por la combustión de motores de explosión, es bastante inofensivo, oxidado produce el dióxido (NO2) en la que la concentración puede alcanzar 0´01 a 0´06 ppm. En la atmosfera de las ciudades, aunque poco tóxicos en sí mismos, estos gases pueden serlo cuando entran en sinergia con el SO2.Los óxidos de nitrógeno (NO y NO2) pueden formar, en presencia de hidrocarburos, una mezcla de productos orgánicos, el PAN (Peroxyl-Acety/ Nitrte) y de ozono (03) particularmente tóxicos. Los síntomas característicos del PAN son la aparición de reflejos metálicos de color bronce o plateado en la cara inferior de las hojas. Provienen de una “plasmólisis “de las células mesófitas

El ozono forma un tejido de reacción fotoquímica e interviene en la formación del “smog acido “o lluvia acida y se traduce ya sea por lesiones sobre la cara superior de las hojas, sea por forma de manchas puntiformes o bajo forma de clorosis.

Polvos y partículas      

El árbol sirve de filtro a numerosas clases de polvos y partículas del aire urbano en tanto que la cantidad no le es nefasta. Las partículas más abundantes pueden formar verdaderas capas, dañando la absorción luminosa de las hojas o aun por corrosión, producir lesiones de la cutícula foliar. Los persistentes principalmente las coníferas son particularmente sensibles a estos efectos y deben ser excluidas en zonas de riesgo.

Factores edáficos. -Diferentes tipos de suelos urbanos 

Los suelos urbanos deber ser tomados en consideración de una forma muy particular. Su preservación y la mejora de su calidad condiciona el futuro de los árboles de nuestras ciudades. En la ciudad, más que en otra parte, el suelo representa un verdadero capital sin el cual los arboles no podrían desarrollarse, ni fructificar. Pero este capital, demasiado poco conocido, es amenazado por numerosos males; sequedad, compactación, congestión, salinidad, carencias minerales…etc.…

Más del 80 % de los problemas encontrados en el arbolado viario tienen sus causas en el suelo. Las características y potencialidades de los suelos urbanos dependen de sus orígenes y en las condiciones bajo las cuales ha podido conservar sus cualidades iniciales.

Suelos “naturales “ 

Según la historia del centro de la ciudad, el suelo ha podido conservar todas las características del “medio agrícola “. Es el caso de la mayoría de jardines públicos y parques de barriadas antiguas y de ciertas explanadas y paseos instalados sobre terrenos agrícolas antiguos. Esta categoría de suelos concierne igualmente al suelo de ciudades pequeñas que no han conocido ninguna modificación significativa de su parcelario, así como de las extensiones urbanas contemporáneas (en condición de que no se haya realizado ningún desmonte abusivo). Estos suelos si no son objeto de compactación particular o de una modificación sensible del régimen de las aguas, son potencialmente excelentes soportes.

Suelos “naturales recubiertos “ 

Algunos trabajos de vialidad, de renovación de un barrio o simplemente de renovación de una plantación, hacen aparecer el suelo original sepultado bajo decenas de centímetros de suelo estabilizado o de escombros. Cuando la superficie es de calidad mediocre, estas tierras a condición de que no hayan sido compactadas, pueden explicar el buen comportamiento de los arboles existentes. Una vez eliminada la capa superficial, estos suelos constituyen un soporte de calidad.

Desmontes heterogéneos    

El término general de escombros supone situaciones diferentes que condicionan el crecimiento del árbol. La calidad de los escombros varía según su origen. Pueden provenir de productos de demolición de edificios, derribos, horizontes profundos de excavaciones en tierras agrícolas, de cascotes, de desechos industriales o de escombros diversos.

La compactación de los desmontes depende del modo que se efectúen…

Una compactación antigua realizada manualmente, deja lugar a una cierta porosidad, mientras que la fabricación de una plataforma con una compactación mecánica crea condiciones de vida difíciles para los vegetales. En todo suelo es importante conocer las cualidades físico químicas de las aportaciones de tierra, así como su capacidad de retención del agua (porosidad y drenaje…)

Tierras y sustratos aportados

La mayor parte de las plantaciones urbanas se realizan en un medio artificial con la aportación de tierra vegetal. La calidad del suelo así reconstruido depende entonces muy directamente de los cuidados que se tengan para crear un medio sano, fácilmente colonizado por las raíces de los árboles.

Principales características de los suelos urbanos. -Suelos asentados o compactados.

La compactación de los suelos urbanos tiene varias causas; pisoteo, la penetración de los automóviles sobre las zonas ajardinadas, la compactación de las aceras, la vibración transmitida por las calzadas por el paso de vehículos pesados. Pero también, desde el principio, las, malas condiciones del almacenaje, del transporte y de la aportación al lugar pueden ser responsables de la compactación muy perjudicial para su calidad. Estas condicionan y provocan el debilitamiento progresivo de numerosos árboles…

Suelos secos

El ochenta por ciento de la pluviometría desaparece dentro de las redes de alcantarillado, en razón de una fuerte mineralización de la ciudad y de la compactación de los suelos en superficie. Fuera, en los parques, cerca de los ríos, los suelos urbanos no tienen un comportamiento hídrico normal. Nuestros arboles tienen una formidable aptitud de ir a buscar el agua donde se encuentra, principalmente en los jardines con pabellones, cerca de las tuberías de agua o alcantarillado o sobre el asfalto (cuando hay cierta humedad…)

Suelos pobres en materia orgánica

La recogida o barrido de las hojas constituye ciertamente un factor importante de la mala calidad de los suelos suburbanos. Esto impide toda fabricación de capa propicia al desarrollo de la cabellera radicular y proteger la superficie del suelo contra la erosión y el pisoteo. Esta ausencia de restitución de los elementos minerales contenidos en las hojas y los brotes tiernos constituyen un déficit que es necesario compensar (en condiciones normales de restitución, cerca del 80% de los elementos minerales retornan al suelo)

Suelos de alimentación mineral perturbada

El suelo debe contener la totalidad de los elementos minerales indispensables para el metabolismo del árbol. Los “elementos mayores “son el nitrógeno, el fosforo, el potasio, el calcio, el manganeso, y el azufre”.

Los “oligoelementos “reagrupan, el aluminio, el hierro, el cobre, el manganeso, el cobalto, el zinc….

En la ciudad, los análisis químicos de los suelos revelan sobre todo la heterogeneidad más que de la pobreza de la composición mineral. La alimentación mineral de los suelos urbanos puede conocer verdaderas carencias relacionadas a la pobreza del suelo en tal o cual de los excesos de elementos provocando una toxicidad en el caso de los elementos contaminantes minerales urbanos que son los metales pesados, carencias inducidas por problemas de asimilación de los elementos en el medio alcalino (blocajes debidos al calcáreo…)

La elección de las especies adaptadas al pH es la mejor respuesta a los problemas minerales. Una fertilización de fondo o la corrección de carencias, no pueden ser observadas si la planta no tiene la capacidad de movilizar las reservas que uno le aporta. Una fertilización sobre un árbol presentando síntomas de decrepitud o situado en un suelo muy compacto, no constituye en ningún caso una solución eficaz a pesar del efecto fugaz a veces registrado.

Suelos contaminados

La contaminación de los suelos proviene esencialmente de la acumulación de metales pesados, de la acción de herbicidas, y de la presencia de escapes de gas. Localmente otros contaminantes como los aceites usados, los alquitranes, los ácidos, pueden ser dañinos. Entonces los hoyos de plantación pueden captar por acumulación, una parte importante de materiales pesados que se depositan sobre las aceras. Parece sin embargo que las toxicidades son raras.

Contaminación del suelo por los metales pesados

PLOMO (Ph). –En razón de una débil solubilidad el plomo es poco absorbido por los árboles, lo mismo si está presente en fuertes dosis en el suelo (hasta 1800 ppm. en los primeros diez centímetros de un suelo situado en la proximidad de una autopista).

CADMIUM (Cd). –  Protegiendo la superficie de los metales, es absorbido por las raíces y rápidamente se convierte en toxico. Su presencia se manifiesta por una decoloración de las hojas y la aparición de necrosis.

ZINC, COBRE, COBALTO. –Presente en los suelos urbanos en dosis muy variables, pueden localmente volverse tóxicos y provocar amarillamiento de las hojas y después su destrucción.

Contaminación por herbicidas

Los herbicidas utilizados para eliminar la vegetación no deseable que se instala en los alcorques, o a lo largo de una zanja o para eliminar la aparición de estas en los paseos o caminos estabilizados, pueden presentar problemas de fitotoxicidad; acumulación y migración de productos en el suelo, malas dosis de aplicación, malas épocas de aplicación etc…

Los rastros de permanencia de los herbicidas (simacina, atracina…) son a tener en cuenta a la hora de aportar tierra vegetal, problema de suelos agrícolas. Hay que ser vigilante asimismo sobre la procedencia de abonos orgánicos como el estiércol en los que las pajas pueden contener residuos de herbicidas agrícolas.

Los casos de fitotoxicidad provocados por la acumulación de herbicidas son cada vez más frecuentes; conviene alertar al personal de mantenimiento sobre los efectos dañinos de su uso intensivo a largo plazo.

Contaminación por escapes de gas

Durante estos últimos años, las instalaciones de las redes de distribución de gas ciudad, ha entrañado la muerte de muchos arboles, mas en la Europa del Norte (desaparición del 5 al 20 % de árboles de alineación en Holanda). El efecto del gas es indirecto, ya que el metano no es toxico por sí mismo por las raíces. Por intercambio gaseoso, entraña una reducción importante del oxígeno del suelo. La aparición de daños sobre los arboles es muy rápida sabiendo que bajo el 13 al 15 % de oxígeno, el árbol está en peligro. En caso de escapes de gas, conviene de acuerdo con los servicios especializados de reparar el escape, expulsar el aire viciado gracias a la acción de un compresor y reemplazarlo por aire cargado de oxígeno y aportarle el agua y de abono, si el árbol no ha perecido. En caso de un árbol muerto, es preferible no plantar antes de diez a doce meses después reponerlo a fin de que el suelo, después de la aireación, haya podido liberarlos gases y la toxicidad. Lo ideal sin embargo es sustituir toda la tierra.

Otros factores específicos en el medio urbano

SAL.-Tres casos hay que distinguir:

Las brisas y rociadas saladas sobre la parte aérea del árbol imponen en función de la situación geográfica (distancia, sentido de los vientos dominantes), una clase de vegetación muy particular.

La sal del deshielo de las calles en lugares de fríos intensos y/o nevadas y vías de circulación peatonales, fenómeno estacional y aleatorio, puede en inviernos duros, acabar con la vida de muchos árboles sanos. Los efectos se hacen notar, a nivel foliar por proyección, pero sobre todo a nivel radicular. El vertido de salmueras y de numerosos contaminantes en ferias y plazas de mercados, asociados a la compactación de suelos, pueden producir el marchitamiento de las plantaciones.

De otros productos aparecidos en el mercado no se han realizado las pruebas convenientes. El empleo de especies resistentes a la sal constituye una buena solución para estos problemas. Por tanto, es cuestión de escoger los vegetales en función de este criterio.

Medidas de protección

La elevación con muretes de protección o borduras, el abombamiento de los hoyos de plantación puede permitir evitar la penetración de aguas contaminadas por la sal hacia el alcorque. En ciertos países de frio como Quebec verdaderas protecciones aparecen cada año.

Medidas curativas

Para los hoyos muy bien drenados, riegos copiosos en primavera pueden permitir lexivar una gran parte de los cloruros y reducir los efectos secadores el sodio. El aporte de materia orgánica aumenta la capacidad de intercambio del suelo, puede reducir los efectos tóxicos del suelo.

Coincidencia de redes en hoyos de plantación

Las redes y los arboles

Durante muchos años, los arboles han sido los solos habitantes del suelo y subsuelo urbanos. Sin embargo, ellos deben compartir estos espacios con otros utilizadores. En efecto, bien que invisibles las redes marcan profundamente la ciudad contemporánea y entran regularmente en conflicto con los arboles. Las principales dificultades provienen no solamente de la multidiciplidad de los intervinientes, peor, sobre todo, de la ausencia de una verdadera política del subsuelo urbano. Si cada operador actúa bajo el control de un único “maestro de orquesta “. No se trata solo de dar prioridad a los arboles sobre las redes de distribución de gas, de electricidad, de alcantarillado, de agua, de señalizaciones de tráfico o de fibra óptica, sino de poner en orden una serie de valores de una verdadera gestión del subsuelo en el cual los intereses de cada uno sean respetados (creación de redes verdes…)

Tal propuesta de concertación, donde la primera etapa es una simple coordinación de los distintos servicios municipales y concesionarios, será producto de una mayor economía financiera (apertura de una sola zanja) y social (reducción de molestias).

Canalizaciones subterráneas

Los daños consecutivos de la existencia de canalizaciones subterráneas provienen de una supresión de una parte del sistema radicular cuando se procede a la apertura de zanjas situadas en las proximidades de las plantaciones de los arboles. La reacción del árbol depende de la proporción de los órganos dañados, del nivel de tus reservas y de su estado fisiológico.

Algunos trabajos realizados cerca de los troncos en periodo de vegetación, pueden producir la muerte del vegetal todo o en parte. Medidas protectoras y curativas limitan los efectos.

Redes aéreas

La caída de ramas cuando los temporales de lluvia o viento, son peligros de degradación de las redes aéreas.

También los concesionarios han tenido que establecer servitudes destinadas a proteger las redes aéreas.

Bajo pretexto de seguridad, las podas drásticas se suceden, con un total desconocimiento de los principios básicos de la poda, lo que ha producido daños frecuentemente previsibles a los arboles. Cuando el enterrado de las redes no sea posible, es necesario modificar el modo de mantener (poda en cortina, reducción de la corona…), reemplazar los arboles existentes por especies de nuevo desarrollo o aun suprimir los arboles si las contingencias exteriores son muy fuertes.

Normas o reglas de desarrollo en altura, existen igualmente en los perímetros de seguridad de los aeropuertos.

El alumbrado público y las señales de tráfico

Las hojas de los arboles no deben reducir la eficacia del arbolado urbano. Es pues importante definir las franjas a iluminar (calzadas y aceras…) con el fin de optimizar el funcionamiento de las luces en función del desarrollo de los árboles y facilitar el mantenimiento posterior. El funcionamiento de las señalizaciones de tráfico, semáforos, prohibiciones, giros etc.… necesarias, conduce a veces a podas muy graves para los árboles.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Farolas en el interior de las copas de los arboles.

Otros daños a los arboles

VANDALISMO. -Los daños a los arboles ocurridos por el vandalismo precisan de intervenciones rápidas de los gestores para reponer las copas en función de los tejidos dañados. Estas medidas permiten la proliferación de microorganismos y aseguran las mejores cicatrizaciones. En algunos barrios sensibles, la puesta en marcha de programas de educación, asociadas a medidas de protección y al reemplazamiento inmediato de los arboles afectados contribuye a garantizar la perennidad de una plantación.

Plagas y choques

Las heridas en la corteza producen alteraciones en los tejidos conductores de la savia y crean puertas de entrada a los parásitos.

La reiteración de tales accidentes; sobretodo en los sujetos jóvenes, afecta considerablemente al árbol y a veces hasta su muerte.

Podas inconsideradas

La aparición de la destoconad ora y de las tijeras hidráulicas, la incompetencia del “savoir faire “de ciertos maestros de obra y podadores han ocasionado importantes daños a los árboles de las ciudades. Estas prácticas tienden poco a poco a desaparecer. Después de una decena de años en efecto bajo el patrocinio de la Mission du Paisage en contacto con asociaciones de gestores de las ciudades, se han realizado importantes progresos. Las consecuencias de las podas abusivas (acercamiento de las fachadas, descopes…) no tienen por el momento que pesar tanto sobre el patrimonio arbóreo de la ciudad.

EL ARBOL DE LAS CIUDADES Y SUS AGRESIONES

Principales agresiones. -Generalidades

En cualquier tiempo y sea cual fuera la situación, el árbol afronta en el curso de las diferentes fases de su existencia, un cierto número de agresiones se le producen.

Los signos exteriores

Estos producen una serie de modificaciones fisiológicas o anomalías estructurales más o menos graves o persistentes, pudiendo tener una incidencia directa o indirecta sobre el estado sanitario del árbol. Los signos exteriores de estas perturbaciones o síntomas, son las reacciones visibles del árbol, los indicadores de primer orden que jugaran un papel importante en el establecimiento del diagnostico. Los agentes agresores son numerosos y variados especialmente en el medio urbano donde el árbol se encuentra fuera de su ecosistema natural. En medio de los seres vivos susceptibles de comportarse como agresores del árbol, algunos son incapaces de colonizarlo cuando está en su estado normal, es decir en buenas condiciones de desarrollo y crecimiento. Así un árbol vigoroso es más resistente a ciertos ataques parasitarios. Las interrelaciones entre el árbol y el parasito son muy complejas y en función de su evolución, es posible distinguir diferentes grados de parasitismo…

Los parásitos activos y las plagas primarias

Colonizan los árboles en su estado normal; son capaces de instalarse en los tejidos vivos y destruirlos. Algunos de estos parásitos particularmente virulentos, pueden afrontar y sobrepasarlas barreras de protección, así como los mecanismos de defensa del árbol. En medio de los artrópodos se encuentran muchos insectos picadores (pulgones, cochinillas, tigres…) ácaros, orugas y larvas defoliadoras. En los hongos, los oídiums, las royas, las antracnosis son parásitos activos a la corteza que recubre los tejidos leñosos y  son una barrera física eficaz contra la penetración de ciertos agresores, principalmente los hongos como el Ceratocystis fimbriata ( el agente del chancro colorado ) o la Endothia parasítica ( responsable del chancro cortical del castaño ).Estas criptógamas son algunas veces llamados “parásitos de las heridas “ ya que ellos deben utilizar esta vía de acceso para penetrar en los tejidos del árbol. Pero esta denominación no debe minimizar la virulencia y actividad de estos hongos responsables de terribles enfermedades.

Los parásitos más leves y los depredadores secundarios

Ya sean hongos o insectos, están en el medio urbano, puesto en evidencia frecuentemente cuando los diagnósticos de muerte de los árboles. Contrario a lo precedente, estos organismos son incapaces de atacar a un árbol sano sistemáticamente, parados y rechazados no pueden introducirse en las barreras de protección (físicas y químicas) existentes. No se pueden instalar en el árbol donde solamente algunos de estos organismos son debilitados o “estresados”. Los principales depredadores secundarios de los leñosos son insectos xilófagos como los escolitidos y ciertos cerambyx. El calificativo “secundarios” no quieren decir que el agresor provoque daños mínimos. Ciertos entre ellos son responsables de grandes afecciones (Cerambyx cerda sobre el olmo, Hylesine destructor sobre los pinos. (Tomicus piniperda)

Los depredadores o los parásitos se llaman secundarios porque ellos no intervienen en primer lugar, pero aparecen después de una agresión primaria. Entre los hongos de reputación como los parásitos debilitados, se encuentra la Nacrita cinnabarina (responsable de la enfermedad del coral), así como la Pestalotiopsis funérea (ocasionando quemaduras en brotes tiernos y secado de brotes de la cupresáceas.).

El termino de parasito equilibrado, esta apelación es igualmente empleada para las criptógamas. Esta denominación es la evocación del huésped/parasito. El parasito está presente en el árbol, en estado de vida ralentizada sobre un número limitado de células muertas de la periferia, es incapaz de extenderse en los tejidos vivos. Desde que estos últimos debilitados no ofrecen más resistencia a su paso, el parasito de equilibrio puedre colonizarlos y la enfermedad desarrollarse.

Los saprofitos y los xilófagos

Estos últimos no pueden desarrollarse más que en tejidos muertos. No tienen posibilidades de atacar los tejidos vivos del árbol, no pueden alterar directamente el vigor y la vitalidad del sujeto. En revancha, cuando atacan al corazón (duramen) son capaces de reducir considerablemente la resistencia mecánica del árbol, en razón del desarrollo de las cavidades.

Estos organismos tienen necesidad imperativamente de una herida profunda que ponga al desnudo los tejidos internos del árbol (plagas de poda por ejemplo…) para colonizar el sujeto. Entre los saprofitos más importantes se encuentran los hongos igníferos, como el “amadouvier “el hongo Polyporus fomentarius o el Polyforo sulfuroso. Esta clasificación no en más que indicativa, ya que es difícil de determinar con precisión el grado de parasitismo de algunos organismos. En función de su estado de desarrollo, pero igualmente en función del huésped al cual se enfrentan, puede comportarse de forma muy diferente.

Chancros en el tronco de los árboles

El fenómeno del stress

Los profesionales del árbol utilizan la palabra “stress “para calificar un conjunto de modificaciones en la fisiología del vegetal sobreviniendo enseguida una agresión por un factor medioambiental.

Me refiero al “stress hídrico “y edáfico o también el stress producido por un trasplante.

El stress no induce necesariamente la muerte del árbol, pero lo predispone cara a cara con los agentes parasitarios de tipo secundario o de debilitamiento. Los stress son a menudo el origen de enfermedades llamadas de “decrepitud progresiva “con un diagnostico muy complejo. Una multitud de agentes secundarios, tipo saprofitos han colonizado progresivamente el árbol (sucesión parasitaria) y no deben ser reconocidos con el diagnostico como el agresor primario. El stress es de intensidad variable e induce a disfuncionalidades más o menos graves sobre el árbol. Cuando el agente responsable del stress desaparece y en la ausencia de parásitos secundarios, el árbol puede progresivamente recuperar su estado inicial.

Incidencias de agresores sobre el estado de los arboles

Los agentes agresores provocan modificaciones más o menos importantes a nivel de metabolismo y de la estructura del árbol. Así el conjunto de funciones vitales puede ser alterado por la acción de un parasito un roedor o de un factor abiótico.

LA FOTOSINTESIS. -La reducción de la superficie foliar puede provenir de desaparición parcial o total del follaje. (caso de una oruga defoliadora) o de su necrosis progresiva (caso de numerosas enfermedades criptogámicas foliares). Puede aparecer ya sea la destrucción de tejidos asimiladores (efectos de picaduras realizadas por los ácaros, toxinas emitidas por ciertas cochinillas…) sea por el desarrollo de un micelio de superficie impidiendo el paso de los rayos luminosos (fumagina).

La disminución de la fotosíntesis afecta entonces a la producción de energía necesaria al metabolismo y al desarrollo del vegetal. La destrucción de los pigmentos clorofiticos pueden ser constatados cuando hay intoxicación del vegetal por ciertas sustancias herbicidas.

Algunas carencias en elementos minerales (Mg) pueden igualmente contrariar la síntesis clorofitica y por la misma contrariedad el potencial fotosintético al vegetal.

LA RESPIRACION. -En un vegetal cuando sufre un ataque parasitario, la respiración tiende a aumentar.

Es una acción de reparación, signo de una importante actividad de síntesis. Puede tratarse de una síntesis de “metabolites “destinados al agresor o de una síntesis de sustancias que jueguen su papel en los mecanismos de resistencia (caso de fitoalexinas). Pero la planta puede auto inflamarse quemando sus reservas no renovadas. Peligros de intoxicación debidos a la acumulación de productos secundarios igualmente existen.

El transporte de los asimilados y el agua

Algunos hongos responsables de traqueomicosis provocan la eclosión de la xilema por emisión de substancias que ralentizan el transporte del agua (el Ceratocistis ulmi producido por un glicopeptido.). Algunos insectos principalmente los de desarrollo subcortical (escolitidos, buprestidos…) obturan el paso de la savia destruyendo los tejidos conductores cuando obturan sus galerías.

La puesta en reserva

Toda agresión a las partes leñosas del árbol (heridas, malas podas, insectos xilófagos, hongos lignívoros…) es susceptible de provocar una duramenización acelerada de la albura, limitando considerablemente el potencial de reservas del árbol. Además, alrededor de las heridas, los tejidos movilizan las reservas amiláceas para poner en su sitio las barreras de protección.

LA TRANSPIRACION. -Las alteraciones del mecanismo de la transpiración expone a la planta a una certera deshidratación. El desgarro de la abertura o perforación de la cutícula aumentan la transpiración. Ha sido constatado que algunos hongos pueden perturbar el funcionamiento de las estomas y de mantenerlos abiertos en periodo de calor.

EL CRECIMIENTO. -Los agentes susceptibles de dañar o destruir la zona del cambium contrarían el crecimiento radical y dejan de aparecer bajo la corteza irregularidades y planos (Nectria cinnabarina).

Por otra parte, la destrucción de los ápices, elimina el fenómeno de dominancia apical y permite el desarrollo de las yemas o de ramillas subyacentes.

Algunos parásitos fabrican o estimulan en la planta, las síntesis de substancias de crecimiento. Así numerosas Taphrina responsables de las enfermedades provocando deformaciones de los órganos (ampollas, malformaciones…) sintetizan la auxina y las citoquininas.

La estructura del árbol

Algunos organismos son susceptibles de atacar a la estructura interna del árbol. Los hongos lignívoros gracias a su complejo enzimático vienen al final de lalignina (Xylavia spp.). Algunos insectos xilófagos son particularmente bien adaptados para evolucionar dentro de los tejidos de la albura y el duramen (Cerambyx spp.).

Incidencias de los agresores del árbol en las condiciones de vida de la ciudad

Los daños ocasionados por ciertos roedores o enfermedades son a veces poco importantes para la salud de los arboles, Por contra, según la situación del árbol y su emplazamiento particular, estos agresores pueden generar un cierto número de molestias especificas al medio urbano.

Incidencias sobre el bienestar social

Esta noción de bienestar es difícilmente cuantificable, pero es bien experimentada por los ciudadanos. Numerosos agentes parasitarios pueden dañar la belleza de los arboles. Tales como las defoliaciones producidas por las orugas Lymantria dispar o Euproctys chrysorrhoea sobre numerosos persistentes, decoloración de las hojas a la aparición de un ataque de ácaros (Eatetranychus tiliatium sobre el tilo o el caso de las ramas jóvenes o brotes jóvenes (antracnosis del plátano. Apignomonia veneta) reduciendo a la vez temporal o definitivamente el valor estético del árbol, el mismo caso ocurre con la galeruca del olmo. Caídas precoces de hojas donde, las defoliaciones suprimen parcialmente la sombra, tan conveniente en periodo estival. Un ataque parasitario destruyendo parcialmente un seto, afecta la protección visual buscada.

Mosca blanca sobre naranjo agrio

Incidencias sobre la salud humana

Algunos depredadores de los leñosos ornamentales pueden provocar al hombre problemas de salud, las orugas defoliadoras (Procesionarias. -Bombyx cul-brun) de pelos volátiles urticantes en sus últimos estados larvarios producen ciertas reacciones alérgicas; picores, edemas, asmas y algunas veces perdidas de conocimiento. Problemas en la vista pueden asimismo sobrevenir con la penetración de estos pelos. No es necesario entrar en contacto con las orugas para sentir estas manifestaciones. El corte de las ramas portadoras de nidos en invierno, exige ciertas medidas de protección. El “tigre del plátano “Corythuca ciliata engendra igualmente ciertas contrariedades.

Incidencias sobre la seguridad.

Una de las inquietudes más grandes producidas por el árbol en lugares urbanizados, es su solidez. La rotura de ramas o la caída de árboles pueden ser causa de graves accidentes (daños a personas o propiedades, a líneas eléctricas de alumbrado o heridas a los ciudadanos). Es raro que árboles en buen estado sanitario sean los causantes. Con frecuencia los arboles caídos presentan cavidades en el corazón a nivel del tronco y pudriciones a nivel radicular, Chancros sobre las ramas o un mal anclaje de estas últimas con el tronco. La resistencia mecánica esta considerablemente disminuida y están expuestos peligrosamente a la acción del viento.

Incidencias sobre las calles y el mobiliario urbano

Algunos insectos picadores tienen la particularidad de segregar una substancia pegajosa rica en glúcidos; la melaza. Esta sustancia pegajosa proviene de la savia elaborada por el vegetal, succionada por el depredador, retiene las sustancias nitrogenadas y expulsa los productos azucarados. Particularmente abundante después del ataque de pulgones sobre tilos (Eucallipterus tiliae) y sobre algunos resinosos (Cynara spp,) o después de una infección de cochinillas (Saissetia olea o Eulecanium crudum) la melaza se posa sobe todo el árbol atacando y formando una película pegajosa y brillante. Rápidamente los hongos negruzcos, las fumaginas, van a desarrollarse. Las calles y el mobiliario urbano (bancos, paradas de autobús, acerados…), los toldos de los comercios o los vehículos estacionados son rápidamente ensuciados con estos depósitos. El empleo de un detergente se hace entonces necesario para hacerlas desaparecer. Numerosos insectos pueden emitir suciedades cuando atacan en gran número al follaje de un árbol, es el caso de las catarides (Lytta versicatoria) Spanish fly. -mosca española.

EL MEDIO URBANO MEDIO FAVORABLE A LAS AFECCIONES PARASITARIAS

La sequía factor favorable a ciertas enfermedades.

Por medio de todas las modificaciones fisiológicas producidas por la sequía (aumento de azucares solubles, aminoácido, el ácido abscisico, disminución de la fotosíntesis…) es muy difícil identificar la que puede influenciar la sensibilidad de las enfermedades. Con carácter general el stress provocado por una sequía prolongada altera las reacciones de defensa de un árbol. Paralelamente, el déficit hídrico conjuga a elevadas temperaturas influencia directa con el crecimiento, la reproducción y la capacidad de supervivencia de numerosos hongos patógenos. Los efectos varían en función de los patógenos.

La sequía factor favorable a algunos depredadores.

La sequía favorece al ataque de ciertos depredadores, tanto por las modificaciones fisiológicas y morfológicas de los arboles estresados como por el comportamiento de algunos insectos. El entorno térmico de los árboles en situación de sequía, es más favorable al desarrollo y a la reproducción de los depredadores. El vegetal sometido a la sequia, tiene en efecto una temperatura de 2º a 4º C. y hasta 10º a 12º en algunas especies.

Así el tilo, Eotetranychus tiliarum, muestra en la ciudad, una fecundidad y una tasa de multiplicación más elevada que en el medio natural. Los arboles estresados por la sequía pueden influenciar la capacidad de algunos insectos a localizar su huésped. Cuando más importante es el stress hídrico, más lo es la reflexión de la luz sobre las hojas aumenta sobre el espectro visible e infrarrojo, la llegada de insectos sensibles a la longitud de onda correspondiente es favorecida. Por el contrario, el fenómeno de cavitación de columnas de agua de la xilema de los árboles, acentuado por la falta de agua, emite ruidos a los cuales son particularmente sensibles ciertos insectos xilófagos como los buprestidos y los escolitidos. Las fracciones nitrogenadas e hidrocarbonadas de los arboles estresados por la sequía igualmente son modificados; aumento del nitrógeno total y aminoácidos, azucares solubles tales como la glucosa, la fructosa, disminución de almidón. Estas modificaciones constitucionales estimulan la alimentación de algunos insectos. Es el caso de los pulgones cuando el grado de azucares solubles aumenta (Aphis pomi sobre las pomoideas). En fin, ciertos compuestos secundarios “alelloquímicos” como los terpenoides ven aumentar su concentración con el stress hídrico. Esto tiene por objeto en las coníferas atraer a los escolitidos. Los arboles estresados se encuentran fisiológicamente más adaptados por el desarrollo, la supervivencia, y la reproducción de los insectos, los nutrientes, más concentrados y utilizables por los insectos. Sin embargo, los mecanismos activos de defensa de los árboles se encuentran frecuentemente reducidos; la importancia de los flujos y las exudaciones se reducen sobre muchas coníferas y no se oponen a la colonización de los troncos y las ramas por escolitidos. En el caso de la Epicea, la sequía reduce el proceso de cicatrización de las heridas ocasionadas por los pulgones sobre la corteza de las ramas. La sequía puede igualmente reducir la populación de ciertos enemigos naturales de los insectos xilófagos, como los hongos entomopatogenos o, los virus y las bacterias parasitarias de los depredadores, inactivas por las fuertes radiaciones ultravioleta.

Interacción de la polución sobre las enfermedades

La interacción entre la polución observada en el medio urbano y las enfermedades de los arboles es permanente y muy variable y compleja. Los contaminantes y sus acciones son múltiples. Su influencia puede ser directa sobre las fases de desarrollo del patógeno o indirecta limitando un organismo antagonista o disminuyendo los mecanismos de defensa del árbol. Las hojas constituyen el lugar privilegiado de acumulación de los contaminantes; compuestos de hidrogeno, metales pesados, fluorurol…). Los mecanismos físicos y metabólicos de defensa están disminuidos y los daños directos permanecen fácilmente observables. Los efectos de grandes tipos de contaminantes han podido ser identificados a través de investigaciones y observaciones.

EL DIOXIDO DE AZUFRE. -Utilizado en grandes dosis como funguicida, el azufre tiene a menudo una influencia negativa sobre las criptógamas parasitas. En regla general, los oídiums (oídium del olmo, por ejemplo) y las royas, (principalmente las causadas por las Metampsora) ven su desarrollo reducido a SO2.Lo mismo en las zonas de las pomoideas por el rojo criptogámico sobre los pinos y sobre el enebro y la enfermedad de las manchas negras sobre el arce. La mayoría de los hongos basidiomicetes lignívoros no soportan un nivel de contaminación elevado, algunos, al contrario, como Polyporus versicolor, Schizophyllum commune pueden sobrevivir o permanecer en zonas muy afectadas.

EL NITROGENO. – Contrario al SO2, hay pocos estudios mostrando una correlación entre la tasa de nitrógeno y la incidencia de las enfermedades. Estas realizaciones en condiciones controladas muestran el nitrógeno reducido, en general, la incidencia y la severidad de las enfermedades causadas por parásitos comunes (roya, oídium). Parece que otras enfermedades pueden ser favoritas (criptogramas rojos del pino) o permanecer indiferentes (quemaduras del chopo).

LOS FLUORADOS. -Algunos estudios realizados sobre la incidencia de los contaminantes fluorados sobre las enfermedades de los leñosos muestran que los oídiums y las royas (en particular la roya del abedul) son inhibidos por la presencia de fluoruros.

LOS METALES PESADOS. -Constituyendo un contaminante importante en el medio urbano tiene la tendencia de acumularse en los tejidos foliares. Un estudio de laboratorio ha permitido constatar que las cantidades de metales como el aluminio, el hierro, el zinc o el níquel, anulan o reducen su crecimiento, suprimen la producción y reducen la germinación de los conidios de Gnomonia platani, responsable de la antracnosis del plátano.

CONTAMINACION Y DEPREDADORES. -La repercusión de la contaminación urbana sobre los depredadores es particularmente difícil de apreciar; un origen contaminante emite en efecto un gran número de contaminantes donde cada cual tiene efectos diferentes. Estos efectos pueden ser directos sobre los depredadores. Relativamente poco sensibles a los gases contaminantes, los insectos se muestran sobretodo afectados por los contaminantes que se acumulan en los tejidos vegetales que los integran. Los contaminantes vienen también indirectamente por el angulo de la alteración preferente de los depredadores auxiliares o parásitos, de virus, bacterias u hongos antomopatogenos.

Por ejemplo, la población del parasitoide Prospeltella spp, parasito de las cochinillas, se encuentra disminuido por ciertos polvos o por modificaciones de la calidad nutricional de los arboles huésped.

Algunas observaciones han puesto en evidencia que las contaminaciones de azufre o humos, inducen a una aumentación de las densidades de los gusanos de los brotes (Rhyacionia buoliana) sobre el pino negro de Austria y el pino silvestre, así como una disminución de sus enemigos naturales. Algunos casos de contaminación importante de gas carbónico, en lugares poblados de coníferas han revelado importantes poblaciones de escolitidos, fenómeno relacionado al aumento de emisiones de terpenos volátiles atractivos por estos insectos, sobre arboles estresados.

 

Olmos atacados por grafiosis

El número de agresiones fuente de contaminación. –

Implantados en la ciudad los arboles sufren numerosas heridas o agresiones, voluntarias o no a nivel de su parte aérea y subterránea. Los agentes responsables de las heridas mecánicas y de la poda, juegan un importante papel en la transmisión o diseminación de ciertos parásitos. El chancro colorado del plátano (causado por la Ceratocystis fimbriata) es un ejemplo muy sorprendente de una grave enfermedad diseminada por las herramientas de poda o por toda máquina contaminada previamente que entre en contacto con el árbol. El patógeno es transportado y después propagado sobre arboles sanos a nivel de las partes aéreas o subterráneas.

Numerosos parásitos lignívoros, ocasionando profundas podredumbres internas a la madera, son infestadas enormemente en los arboles de la ciudad.

Estos hongos pertenecen la mayor parte a los basidiomicetos superiores que no pueden invadir a los árboles nada más que a nivel desnudo de tejidos leñosos en las heridas de poda o de accidentes. A medida de la evolución de las alteraciones sufridas por el árbol a nivel de las heridas, una sucesión de hongos lignívoros diferentes interviene hasta conseguir una pudrición total.

Estos hongos de los géneros Ganodermia spp..,Schizophyllum spp,Trametes  spiformes,Phellinus spp.,Auricularia spp.,Ionotus spa.,Rigidoporus spp son los más representativos. Otros numerosos hongos responsables de los chancros localizados o difusos (chancros de Nectria spp., Endothia spp., Cytospora spp., Botryosphaeria spp. Pueden igualmente ser diseminados por agentes mecánicos y contaminar arboles sanos por vía de las heridas. Es lo mismo para ciertas bacterias como por ejemplo la Erwinia amylovora,responsable del fuego bacteriano, sobre las pomoideas de ornamento.Pseudomonas syringae, entraña la muerte de diversos Prunus spp. Pseudomonas savastonoi genera los chancros del fresno. La poda puede disminuir la incidencia de diversas enfermedades o depredadores. La antracnosis del plátano, Apignomonia veneta muy frecuente y considerada como grave, en numerosas situaciones puede ser fuertemente reducida por una poda que elimine los chancros (reservas inoculas) impidiendo así contaminaciones primarias sobre los brotes jóvenes. Así, en un mismo sitio no es raro constatarlo justo después de la apertura de las yemas. El desecado de brotes jóvenes con hojas. Tales síntomas, apareciendo el 50 % sobre los plátanos no podados, no aparecen sobre arboles idénticos podados uno o dos años antes. Este efecto sobre la antracnosis se prolonga hasta cuatro o cinco años. Las mismas observaciones pueden ser hechas para la antracnosis del sauce, causado por la Marssonina salicifolia.

Practicado en buenas condiciones de asepsia, la erradicación por una poda severa de las ramas pomoideas de ornamento atacadas por el fuego bacteriano o de los chopos atacados por el chancro bacteriano puede ser una labor de saneamiento interesante.

En fin, la lucha contra la infestación de cochinillas pulverulentas sobre arces y tilos se puede operar con una poda de invierno en las ramillas de 2 cm. de diámetro, esto pretende destruir los lugares de hibernación de las larvas de cochinilla que, habiendo tenido su tercer estado larvario, aceleran la caída de las hojas antes de la caída normal y se desplazan a ramas pequeñas (no se instalan sobre las ramas gruesas) para pasar el invierno. Los periodos de reposo intenso en el curso de años posteriores a una poda severa están sujetos a un desarrollo mayor de ciertas enfermedades. En el caso de fuertes ataques de oídium sobre el olmo, el plátano, o el júpiter que ocurren o aparecen en el curso de los años que siguen al drástico rebaje, son bien conocidos.

Ataque de picudo rojo a Phoenix canariensis

RIESGOS DEL MONOCULTIVO. -Uno considera generalmente que “el bosque urbano “se encuentra en situación de monocultivo cuando del 60 al 80 % de sus árboles son del mismo género o de la misma especie. La gran proporción de arces plantados estos últimos años en las nuevas ciudades, podría, por ejemplo, generar ciertos problemas fitosanitarios.

La propagación de depredadores y parásitos podrían alcanzar niveles elevados en función de la abundancia de alimentos a su disposición.

Algunos autores recomiendan no pasarse de plantar un 10 % de vegetales de un mismo género.

Felizmente, el monocultivo en el medio urbano no se encuentra a nivel de alineaciones constituidas de una misma especie. Las características de la alineación hacen que los arboles próximos unos de los otros desarrollen contactos radiculares estrechos favorables a las contaminaciones. En el sureste de Francia, donde existe el chancro rojo del plátano la enfermedad puede progresar rápidamente en el curso de una alineación a partir de un solo árbol contaminado.

Es por lo que algunos pregonan la combinación de las especies. Para obtener un perfecto éxito estético esta combinación debe estar bien pensada. En efecto la mezcla de especies es más difícil a gestionar cotidianamente (Calendario de intervenciones variables según las especies).

 

Toma de datos para el inventario

EL INVENTARIO DEL PATRIMONIO

Estos últimos años hemos visto desarrollar, el número y la frecuencia de las intervenciones sobre los arboles de nuestra ciudad. Algunas correspondiendo a sujetos muy viejos o en fase de decrepitud, que son un tanto discutibles. Estos mantenimientos dan testimonio del interés de los ciudadanos por su medio ambiente y temor de envejecimiento de su patrimonio arbóreo urbano. Conscientes de esta situación de los árboles en la sociedad y de la necesidad de invertir sobre este dominio. Los políticos y técnicos se han basado en soluciones para preservar, mejorar y enriquecer el arbolado de la ciudad. Mal informados o no disponiendo de servicios especializados, algunas comunidades no han podido más que escuchar algunos “habladores de milagros “y han mal gastado sumas importantes de dinero en un patrimonio, ya condenado.

Otros mejor advertidos han preferido realizar una reflexión global a partir de un diagnóstico del estado de los arboles, elaborando un inventario preciso de la población arbórea. La realización de este inventario es la primera etapa de la “fecha del estado civil del árbol”.

El inventario. -definición y gestión. -Definición de los objetivos

En tanto que previo a una política de gestión a largo plazo, el inventario debe responder a unos objetivos definidos por los políticos y los técnicos. El objetivo primero es el del conocimiento de la naturaleza, de la localización y características de los arboles, pudiendo estas estar asociadas a investigaciones concernientes al valor del patrimonio, las condiciones técnicas organizativas o financieras, de su conservación y el diagnostico prospectivo de nuevas zonas de implantación.

Según estas diferentes finalidades, el inventario se traduce por una simple recogida de datos drendologicos que permiten al gestor planificar mejor y mejorar todo lo que se refiere al árbol.

El inventario permite el conocimiento arbóreo del patrimonio con vista a realizar ciertas prácticas. También los problemas de evaluación del estado de los árboles, el inventario permite definir las prioridades de intervención y establecer los programas de trabajo.

Los criterios del inventario deben establecerse en función de los objetivos y de las disponibilidades financieras de la colectividad. Es en este estado inicial cuando el encargado debe velar por definir sus necesidades y disponibilidades precisas.

Es inútil realizar inventarios demasiado complejos no pudiendo ser explorados nada más que parcialmente o que a falta de adaptación acaban en el fondo de un cajón. Es importante analizar su funcionamiento y el de quienes lo van a utilizar y tomar en cuenta las indicaciones del personal que ha de actuar en el mismo.

Constitución de un grupo de seguimiento

Para que un inventario se atenga a sus objetivos, es necesario desarrollar una comunicación real entre los técnicos encargados del inventario, los responsables técnicos que lo elaboran y los políticos que han encargado el trabajo.

El grupo de pilotaje debe comprender a los políticos, a los representantes de las asociaciones y a los responsables de los servicios técnicos. Su principal misión es la de fijar los objetivos a los responsables de los estudios arbóreos, de dar fe a sus propuestas y de definir el cuadro de una política de gestión del árbol. El papel de esta comisión de pilotaje constituida de personal decisorio es primordial, ya que es quien determina la política a seguir, la única garantía de la continuidad en una buena gestión del patrimonio.

El grupo de seguimiento técnico

Constituido por el mínimo de los servicios técnicos responsable de seguir los estudios (espacios verdes, viales, paisaje, medioambiente y urbanismo…) los encargados del estudio son los que conforman una verdadera estructura de reflexión. En el caso de Ayuntamientos importantes o colectividades en las que el patrimonio tiene un interés particular (histórico, paisajístico, monumental…)  puede adscribirse un experto.

A partir de reuniones regulares en el curso de las distintas fases del inventario, el grupo de seguimiento permite una elaboración apropiada de conclusiones resultantes, en un segundo tiempo las prescripciones de gestión. Concerniendo al encargo de estudios, un responsable municipal, puede hacer realizar un inventario confiando en este trabajo a un técnico del Servicio de Parques y Jardines o medio ambiente que haya tenido una formación específica o hacer una llamada a especialistas exteriores aún más o utilizar una fórmula mixta asociando técnicos exteriores especializados y personal municipal encargado del inventario y de la actualización de los datos obtenidos.

Las colectividades no disponen de las competencias necesarias para realizar el inventario sobre el terreno o definir y controlar la misión de sociedades especializadas. Pueden adoptar el recurso de contratar un experto. Este experto, bajo reserva de una independencia real, vis a vis con el despacho de estudios encargados del inventario, juega un papel de interface y puede a veces desbloquear ciertas situaciones antagonistas a nivel de grupo de pilotaje.

Escoger las competencias y formar una organización adaptada

El éxito del inventario depende mucho de la motivación y la competencia de los diferentes actores. Tres soluciones son posibles para la realización de los trabajos sobre el terreno.

La intervención de especialistas en arboricultura del propio      Servicio de Parques y Jardines, sin duda, la fórmula que permite asociar al medio los conocimientos del terreno y la valoración inmediata de los datos.

Ofrece asimismo la ocasión de responsabilizar el personal que tiene competencias sobre el arbolado o permitir que las adquiera.

El recurso de una sola oficina de estudios

Gabinete asesor o experto en arboricultura, apto para realizar el inventario de los arboles urbanos, requiere la mas gran atención. En esta profesión, aun joven, los maestros de obra deben ser cautelosos y evitar ciertos riesgos, cuando se están elaborando los presupuestos. La aptitud de la oficina de estudios puede ser testada en su debido tiempo con unas muestras antes de utilizarla para una misión global.

La asociación de la oficina de estudios especializados y los agentes municipales permiten beneficiarse de las competencias de especialistas para iniciar la acción formando agentes municipales, garantes de la memoria del inventario. Podrán enseguida manejar otras observaciones sobre el patrimonio arbóreo. Esta solución asegura directamente la permanencia del inventario en el seno de las estructuras gestoras.

Conducción del inventario. -Un trabajo largo y progresivo

El patrimonio vegetal urbano se compone de entidades muy diferenciadas, como los arboles de alineación las plazas, los paseos, los islotes plantados, los cementerios …. Los arboles de los parques urbanos y periurbanos, los lugares históricos, los arboles de las bandas forestales, anillos verdes, márgenes de ríos y los bosques periurbanos.

La función y el impacto de los arboles varia al seno de las distintas situaciones y entraña conductas diferentes. Lo importante es el conocimiento de cada uno de estos arboles. Tal objetivo no puede ser atendido más que progresivamente en la medida que la mayor parte de las colectividades los disponen, en principio con medios económicos y de personal necesario. Un duro trabajo de inventario genera una serie de informaciones difíciles de manipular con las capacidades de análisis y de síntesis existentes.

La experiencia de la ciudad de Ginebra ilustra este propósito, bien equipado y perfectamente organizado, sus responsables técnicos estiman a diez años el tiempo necesario para el inventario total y operacional de 40.000 árboles.

Elección del tipo de inventario. -Inventario estadístico o global

Este tipo de inventario consiste en una evaluación en porcentaje de las especies y de su estado sanitario, conviene a situaciones débiles de datos exteriores o al papel del árbol considerado como individuo incorporado en el conjunto en el caso de los bosques periurbanos y las plantaciones en masa de los parques.

Inventario tipológico por estación

Muy adaptado a las alineaciones, este inventario se basa sobre el troceado en “estaciones “correspondientes a las entidades del lugar, frecuentemente delimitadas por las manzanas de los edificios.

Cada estación hace objeto de datos precisos con una descripción detallada de los diferentes tipos de árboles observados caracterizados por la especie, la edad, o el perímetro de circunferencia, las características dendrometricas, la forma, los antecedentes de podas y tratamientos.

Una misma “estación “reúne un máximo de diez tipos de árboles distintos. La heterogeneidad es tal, que es necesario crear “subestaciones” y proceder a un inventario árbol por árbol.

Inventario árbol por árbol

La puesta en marcha del inventario es pesada en el tiempo y en los medios y no puede hacerse más que partiendo de una localización muy precisa de los mismos. A cada individuo se le debe atribuir una posición definida según las coordenadas señaladas sobre los planos.

Teniendo en cuenta la evolución de los sistemas informáticos de cartografía urbana, los árboles se inscribirán fácilmente en un banco de datos urbanos.

El troceado del inventario en estaciones

La intensidad de la percepción del árbol en la ciudad y por efecto su valor patrimonial decrece fuertemente según se trate de un árbol aislado remarcable, de un árbol en un grupo (alineación, paseo, plaza…) o en un conjunto vegetal, como un parque.

El tomar en cuenta estos diversos valores del árbol para poner en marcha una gestión coherente, necesita la definición de un sistema común de referencia desde el inventario. Este es el objetivo del troceado en partes del patrimonio que concierne a las estaciones. La estación de define como un lote de arboles, situados en una misma unidad de localización, suficientemente homogénea por sus características dendrologicas y/o paisajísticas y/o técnicas para el objeto de una idéntica gestión futura.

La estación del inventario, en el contexto urbano, puede reducirse a un solo árbol aislado o ya sea, a cientos de árboles en un macizo de bosque periférico.

El seccionar un inventario, en estaciones, trabajo preliminar a todo inventario, se basa siempre sobre un conjunto de criterios.

Parámetros del inventario. -Elección y test de los parámetros

La elección de los parámetros del inventario (tipo, grado de precisión…) es a reflexionar en función de los objetivos previamente definidos. Esta reflexión evita frecuentemente una toma de datos inservibles.

La ficha de registro, en la que se recogen los criterios contenidos, debe ser testada sobre una muestra representativa del patrimonio antes de iniciar el trabajo en verdadera amplitud. No existe una ficha de inventario tipo, la lista definitiva de parámetros retenidos depende de cada situación.

Lo mismo si son diferentes de un inventario a otro, las informaciones recogidas se agrupan en características dendrologicas y fisiológicas, características del medio ambiente del árbol e intervenciones de urgencia.

Características de la localización

El sistema de localización de los árboles se puede escoger de manera de ser fácilmente utilizable por los futuros gestores y ser compatible con los sistemas de localización en vigor de la aglomeración (catastro, banco de datos urbanos…) Los árboles y las estaciones pueden ser transportadas sobre una cartografía normal.

 

Inventariando las características de los árboles

Características dendrologicas y fisiológicas

Según la precisión del inventario retenido, la localización de los parámetros se hace ya sea por el tipo de árboles o árbol por árbol. Un tipo de árboles se agrupa con sujetos de la misma especie, de la misma edad, (o de perímetro circular) y de formas idénticas. El estado sanitario de árboles de un mismo tipo puede ser variable.

Identificación del árbol

La especie es anotada con todas las letras o con la ayuda de códigos. La nomenclatura oficial a respetar comporta el nombre del género, de la especie seguida del cultivar y del botánico que la ha clasificado.

Forma del árbol

Partiendo de la base de las actuaciones que ha sufrido, el árbol urbano difícilmente adquiere su porte natural. Es pues la forma observada en el momento del inventario la que condiciona más fuertemente el mantenimiento posterior. En porte libre, se distinguen las formas en huso, cónica, piramidal, extendida o aparasolada.

En porte arquitecturizado, obtenido a partir de podas regulares sobre madera joven, encontramos formas en (marquesina, urna…) en formas de bola, cónicas, en vaso o en abanico.-. La práctica de podas sin razón e irregulares conducen a formas de descope con más o menos brotaciones ya formas rebajadas o parecidas.

Edad de los arboles, diámetro y circunferencia de los troncos

 La edad no es un criterio determinante para los gestores que se apoyan principalmente sobre el estado sanitario de los árboles para comprender su valor futuro. Puede constituir, eso sí, un criterio suplementario de ayuda a la decisión a tomar y de observación de la adaptación del árbol a las condiciones del medioLa edad puede ser calculada por métodos directos o en su ausencia estimada a través de los anillos de crecimiento. Esta estimación no es posible, para una especie dada más que a partir de un buen conocimiento de su desarrollo dentro de las condiciones climáticas, edafológicas y medio ambientales del lugar de observación.

Características geométricas de los arboles

El espacio urbano condiciona fuertemente la forma y dimensión de los arboles adultos, así como también la gestión posterior. Según las situaciones, un cierto número de características son a tener en cuenta a la hora del inventario. Por tanto, una simple estimación de la altura dominante es suficiente para caracterizar un grupo de árboles en una masa forestal periurbana, mientras es esencial todas las dimensiones de la corona y su proyección al suelo de un sujeto situado en un lugar urbano de fuertes restricciones.

Estado sanitario de los arboles

El estado sanitario es el resultado de muchas observaciones objetivas realizadas sobre el terreno. En una apreciación de síntesis, donde el valor evoluciona en el tiempo las referencias bibliográficas europeas y americanas retienen cinco clases. El estado sanitario es apreciado a partir de un cierto número de observaciones referidas a las raíces, el tronco, las ramas, las hojas y el fructificación del árbol. En fin, la apreciación del estado sanitario del árbol puede ser completado por una evaluación del vigor de los árboles.

Vigor de los arboles

Exprimiendo de cierta forma la respuesta del árbol a la calidad de su medio, la noción subjetiva del vigor puede extraerse a partir de los crecimientos de los últimos dos o tres años y la distancia entre las yemas de crecimiento del año y la distancia de los nudos de años precedentes. Cuando ello es posible un análisis sobre la copa o un taladro, permiten medir la longitud de los anillos de crecimiento. Dos cosas son a evitar, las longitudes de crecimiento del árbol son directamente proporcionales a la alimentación de agua que ha tenido; un año seco, de débiles crecimientos no significa necesariamente una ausencia de vigor; no confundir vigor y velocidad de crecimiento, relacionada con la especie o el cultivar con independencia de los factores del medio.

Intervenciones urgentes

Sin augurar hechos posteriores, ni de la política de gestión de los arboles susceptible de utilizar, un cierto número de intervenciones a tomar en cuenta con urgencia son a anotar dentro del inventario. Cuando se observan sobre el terreno, el observador puede consignar las preconizaciones correspondientes a las talas y destoconados, las podas de mantenimiento y de formación, las liberaciones de las señalizaciones y del alumbrado, las protecciones físicas de los arboles, los tutores y ataduras a desatar, los tratamientos sanitarios, la recuperación de los alcorques y las aceras….

Parámetros medioambientales

Es importante destacar las características medias de una estación para bien situar el conjunto de restricciones (redes, construcciones, edificios…) que influyen en la gestión posterior del arbolado.

Suelos y revestimientos de superficies

La identificación del suelo “in situ “parece siempre indispensable en un inventario existente, permite comprender el desarrollo y el comportamiento de los arboles observados y se convierte en indispensable dentro de la perspectiva de nuevas plantaciones. La naturaleza del revestimiento del suelo es importante a describir en términos de porosidad, hierbas impermeabilización, presencia de cubre alcorques….

Restricciones urbanas

Dando por hecho la existencia de restricciones urbanas en los casos posteriores al croquis de plantación, un simple perfil transversal es muy útil. Las diversas restricciones están relacionadas con la ocupación del espacio aéreo o subterráneo (construcciones y redes) o relacionadas con el tráfico o las actividades específicas del lugar (mercado, ajardinamiento, peatonalización…)

Estas limitaciones condicionan la puesta en obra de ciertos dispositivos de protección de los árboles.

Características geométricas del medio ambiente próximo al árbol

Un cierto número de medidas concernientes a la distancia de los árboles y las construcciones y a las redes, deben de ser tenidas en cuenta al planificar las plantaciones.

Criterios paisajistas

El inventario debe ser acompañado de una aproximación paisajística, realizada por paisajistas.

Criterios contables

Es conveniente acompañar un presupuesto que permita analizar los costos de la gestión y de comparar los diferentes dominios de actividades comunes (espacios verdes, sociales, escolares, de vialidad…)

Informatización del inventario

La informática ha entrado en los servicios municipales sin un análisis previo que haya definido los objetivos de la comunidad en esta materia. En todo caso la informática no permite resolver más que los problemas que tenemos y ejecutarlos con mayor rapidez que hacerlo de forma manual. Ningún modelo standard domina el mercado francés. La gestión informatizada de los inventarios exige importantes capacidades de almacenamiento, de tratamiento y restitución de datos en los tiempos reducidos, estas anotaciones deben ser consideradas en su conjunto desde el principio. La constitución de un fichero informatizado de los arboles tiene por objeto almacenar, guardar, actualizar los diferentes datos y reemplazar también la manipulación fastidiosa de las fichas clasificadas. Estos ficheros permiten una consulta rápida y respuestas inmediatas a los políticos y ciudadanos sobre el patrimonio arbóreo. Un análisis previo de las necesidades y medios, es ante todo necesario para evitar el estancamiento informático. Un cierto número de elementos hay que tenerlos en cuenta para una informatización del inventario de los arboles. La elección final depende siempre de las preguntas de orden organizativo, técnico y financiero.

Una informatización bien estructurada desde el principio facilita los tratamientos estadísticos, así como un tris para criterios (especies, formas, estado sanitario…) sirviendo de base a los futuros sistemas de gestión. Estos tratamientos permiten igualmente conocer la gestión anterior (tipos de mantenimiento, costes etc…)

Tiempo necesario para un inventario

Las experiencias a disposición hoy en día permiten dar las órdenes de magnitud siguiente para los observadores competentes y habituados a este trámite.

Tiempo de realización de un inventario

El tiempo necesario comprende los desplazamientos, el fraccionamiento de las estaciones del inventario, los datos de las características estacionales; geometría, medio ambiente, las informaciones, y medidas arborícolas, dimensiones de los árboles, parámetros de su estado sanitario…. Y el informe de las informaciones sobre las fichas (donde microordenadores portátiles).

Según el equipo y la complejidad de los datos a procesar, el tiempo que se utiliza por árbol es de unos cinco minutos. Esta estimación de tiempo no incluye la localización individual de los arboles (trabajo largo en ausencia de planos inexistentes) ni el pase de las fichas manuales sobre el terreno a la informática.

Sevilla.-Cupressus sempervirens var.stricta

El informe del inventario

 La claridad y la calidad del documento de síntesis redactado en el programa del inventario condicionan a menudo las posiciones a tomar de los gestoresEs importante que a este informe se presente una vida sintetizada del estado del patrimonio y un esbozo de las propuestas que sirvan de base a un proyecto de ciudad. Este documento comporta una presentación general de las grandes tendencias del patrimonio estimado (especies, formas, estado sanitario…) y también un análisis crítico de la antigua gestión.

Con respecto al futuro, el informe del inventario expone un conjunto de proposiciones a corto y a medio plazo que serán sometidas al examen de los gestores. A corto plazo, se trata de intervenciones prioritarias sobre los arboles (talas de seguridad, removimiento, podas de mantenimiento, protección de nuevas plantaciones y de proposiciones de informatización de la gestión (medios financieros y competencias necesarias …),

A medio plazo, se trata de poner a disposición una herramienta de gestión funcional y de formar al personal para la puesta a punto del inventario y el seguimiento de los programas de trabajo. También hay que adaptar un código del árbol (medidas jurídicas y patrimoniales) y de afirmar el principio de un proyecto paisajístico para la renovación y creación de las plantaciones.

Al desenlace de la presentación del informe del inventario o como pilotaje del mismo se pueden adoptar tres actitudes.

. -El “statu quo “no cambiando nada de las practicas existentes.

. – Exprimir el deseo de paliar algunas insuficiencias de los mantenimientos actuales sin afectar los reales medios suplementarios; el inventario sirve entonces de base a un simple programa de trabajos.

. -Tomar la decisión de adoptar una verdadera política del árbol a largo plazo con los medios financieros y las competencias necesarias para poner en marcha un plan de gestión, adopción de un estatuto del árbol, desarrollar un proyecto de ciudad en la que se integre fuertemente el árbol.

EL DIAGNOSTICO DE LAS AFECCIONES SOBRE LOS ARBOLES ORNAMENTALES

Fase inevitable en la puesta a punto a una estrategia de lucha, el diagnostico condiciona directamente el éxito de las intervenciones futuras. Consiste en reconocer una afección parasitaria a partir de los síntomas exprimidos por el árbol. Pero, la simple observación de estos signos exteriores es generalmente insuficiente para determinar con precisión el origen de la afección; los síntomas son raramente característicos de una agresión. Un árbol no posee un número limitado de reacciones; así un síntoma de decrepitud puede tener una multitud de causas posibles. Investigaciones con más profundidad o el recurso de especialistas a veces son necesarios (exámenes, análisis en laboratorio …)

La gestión

El diagnóstico es una diligencia rigurosa y lógica que se desarrolla en varias etapas.

LA INVESTIGACION. -Es una encuesta basada sobre la observación detallada del árbol, a la busca de síntomas o índices sobre sus diferentes órganos (hojas, ramas, tronco, raíces …), cada uno entre ellos se debe observar cuidadosamente.

Atención, el parasito no está siempre donde se observa el síntoma; puede alguna vez encontrarse muy alejado (casos de ataque de pudrición donde los primeros síntomas aparecen en la extremidad de las ramas cuando el hongo se experimenta sobre las raíces.). El entorno del árbol afectado debe también ser considerado. Si es necesario, la persona encargada del mantenimiento del sitio o los residentes que se encuentran a proximidad son a cuestionar.

La fase de investigación puede tomarse en consideración bajo la forma de un cuestionario tipo.

LA IDENTIFICACION. -Al relacionar los diferentes síntomas o índices detectados o la presencia del patógeno o del devastador, permitirá identificar la causa de la afección. Esta fase está condicionada por la observación de los resultados del análisis. Puede igualmente ser necesario consultar obras especializadas (claves de determinación, descripción de los insectos o de los hongos…)

LA REFLEXION. -Esta etapa es capital, ya que consiste en apreciar los daños posibles para el árbol o los perjuicios que pueden ocasionar a los ciudadanos.

Hay que tener en cuenta los umbrales de daños cuando existen. Se trata de emitir un pronóstico y de proponer una estrategia de lucha. El diagnóstico es en todo caso, un trabajo de especialistas que exige varias competencias en el dominio de la arboricultura ornamental, de la patología, la entomología, de la agronomía y de la ecología. La experiencia del práctico es un componente importante de su competencia. Los avisos y la experiencia de estos especialistas del terreno son indispensables para sanar mejor los patrimonios arbóreos.

LAS TRAMPAS DEL DIAGNOSTICO. -Un cierto número de trampas, cuando las encuestas del diagnóstico pueden ser evitadas. Así que jamás deben ser ocultados los agentes abióticos (factores del medio, exceso de clima, suelo…) que pueden influir sobre el estado de salud del árbol. Actúan directamente sobre el vegetal o participan a un progreso de debilitamiento predisponiéndolo para otras agresiones. Toda operación (trabajos de movimientos de tierras, relleno del suelo, construcciones, impermeabilización del suelo …) ocurridos en el entorno del árbol debe ser observada. Es necesario desconfiar de los diagnósticos apresuradamente elaborados vehiculados con fluidez. Los ácaros o Phythophtora son por ejemplo puestos demasiado pronto como causa en las muertes de las coníferas de alineación. No es siempre seguro fundar su diagnóstico con la simple aparición de un parasito o depredador, sino siempre buscar la causa inicial. En efecto puede tratarse de parásitos endebles o depredadores secundarios colonizando un árbol debilitado. En este caso, solo la puesta en evidencia del agresor primario permite organizar una estrategia de lucha realmente eficaz. Las intervenciones sobre agentes secundarios nunca han desembocado en resultados duraderos. Algunas veces varios parásitos pueden aparecer simultáneamente; es importante enumerarlos todos. El desconocimiento de los comportamientos del árbol (la sequía, el frio…) y de las características anatómicas, pueden suponer falsas pistas y proporcionar diagnósticos erróneos. Si uno se refiere al estado normal del árbol, no se pueden apreciar las diferencias a veces muy sutiles en la coloración, la turgencia o las dimensiones de las hojas. Así, una caída de acículas en verano sobre ciertos pinos es frecuentemente interpretada como un síntoma enfermizo, sin embargo, se trata de un fenómeno natural.

Aplicación de técnicas modernas

 

La recogida y expedición de muestras. –

Las muestras recibidas en el laboratorio, difícilmente se les saca provecho ya que no son representativas de la enfermedad o porque han estado mal acondicionadas. Algunas reglas deben ser respetadas en las diferentes etapas.

Recogida de la muestra. – Es la parte infestada o el órgano enfermo el que debe ser recogido y no la parte vegetal que manifiesta el síntoma. En el caso de un desecamiento, no es la rama seca la que debe ser analizada sino la parte sobre la cual se sitúa la interrupción de la savia.

Acondicionamiento de la muestra. –Para que no se deshidrate en los transportes, debe situarse en un saco de plástico y cuidadosamente embalada. Las muestras herbáceas (hojas, brotes …) deben envolverse preferentemente con un papel absorbente (papel de periódico…)

Expedición de las muestras. –Debe ser efectuada lo más rápido posible después de la recogida y no debe tener lugar en un fin de semana. Es preferible de tomar contacto previo con el laboratorio para asegurarse de que pueden atender la muestra y para precisar las informaciones que les son necesarias. Fichas de datos deben acompañar a las muestras.

Clasificación de los diferentes tipos de síntomas. –

Los síntomas son modificaciones morfológicas aparentes sobre el árbol, resultantes de una agresión; estas son las respuestas del árbol a la acción de un agresor. Pueden ser generalizadas a todos los árboles o ser localizadas en ciertos órganos.

Síntomas sobre el conjunto del vegetal. –

Decaimiento (Dieback, declines). -Fenómeno progresivo; las ramas y los brotes se secan a partir de su extremidad. Se trata de una perdida de vigor generalizada. Los nuevos brotes aparecen sobre el tronco o sobre la estructura.

Desecación / Blight). -Fenómeno que puede afectar al vegetal entero o solo una parte (desecamiento de los brotes jóvenes) (Shoot blight) La desecación puede afectar solo a las partes verdes (las hojas) la madera restante indemne.

Marchitez (Wilt). –Las hojas pierden su turgencia y cuelgan (aspecto paraguas) En un primer tiempo conservan su coloración.

Defoliación. –Las hojas desaparecen brutalmente sin que se trate de una caída normal. La defoliación puede ocurrir solo sobre una parte del vegetal.

Caída de hojas. – (Foliar Schilling). -Caída anormal y prematura de las hojas Puede no coincidir con una parte del follaje (hojas viejas, por ejemplo)

Decoloración. – (Dyscoloration). -Modificación de la coloración del follaje. (debilitamiento y amarillamiento) La decoloración puede afectar solo una parte del follaje.

Enanismo (Dwarting). – Crecimiento relantizante del vegetal.

SINTOMAS SOBRE LAS HOJAS

Manchas foliares (Spot). -Necrosis punctiformes (de pequeños diámetros sobre el follaje). El entorno de las lesiones está bien definido. Las necrosis pueden ser significadas por manchas coloreadas.

Necrosis (Blotch). -Grandes necrosis en las hojas en contornos irregulares. Son algunas veces localizadas en ciertas partes de las hojas (a lo largo de los nervios, por ejemplo)

Quemaduras marginales (Scorch). – Quemaduras y necrosis en el contorno de la hoja.

Decoloración (Dyscoloration). – Perdida de color habitual, puede tratarse de un amarilleamiento y debilitamiento…. La decoloración puede ser uniforme sobre el limbo foliar, punctiforme, localizada sobre ciertas partes de la hoja (a lo largo de los nervios, por ejemplo)

Coloración (Anthocyaneucense). – Coloración purpura del follaje relacionado con un desarrollo anormal de ciertos pigmentos.

Perforaciones (Shot hale). – Aparición de pequeños agujeros en el limbo foliar. También llamado cribado.

Muescas regulares. -Cortes regulares alrededor del limbo.

Desaparición del limbo. -Alguna vez ciertas partes persisten (nerviaciones principales)

Minas foliares ( Mines ).- Son ocasionadas por un insecto que se desarrolla en el tejido de la hoja respetando las dos epidermis. Son características del depredador

Agallas arquitecturizadas (Galls). – Desarrollo anormal de los tejidos de las hojas. Las agallas son una forma arquitecturizada. El agente responsable es identificado frecuentemente después de la agalla.

Deformaciones (Curl ) .-Son el resultado de diferencias de crecimiento al seno de un limbo foliar. Se puede igualmente tratar de un enrollamiento completo o solamente del borde del limbo.

Ampollas (Blisters). – Depresiones de las epidermis relacionadas con la hipertrofia de los tejidos sobre una de las caras de la hoja. Pueden aparecer con vivas coloraciones.

Tumores (Tumefactión). – Desarrollo anárquico de las células en la superficie de los tejidos.

Edemas (Oedema). – Aparición de pequeñas protuberancias acorchadas en la superficie de los tejidos.

SINTOMAS SOBRE BROTES RAMAS Y TRONCOS

Reducción de crecimiento. -Esto es reconocible a partir de la longitud de los entrenudos.

Desecación de los planteles jóvenes (Schoot blight). – Necrosis súbita de los jóvenes planteles.

Deformación de los nuevos planteles. –Perturbados en su desarrollo, los planteles jóvenes se desarrollan anormalmente (curvaturas, zarcillos…)

 Necrosis de los tejidos corticales-

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pudriciones en troncos,maderas muertas

Cavidades (Decay). – Desintegración y pudrición de los tejidos de la madera. (podredumbre del corazón)

Burlete reaccional. -Desarrollo anormal de los tejidos formando un burlete que envuelve un brote o una rama.

Callo (Callus). – Excrecencia de los tejidos alrededor de un punto de infección.

Aplastamiento (Fasciation). – Órganos de forma habitualmente redonda de un aspecto aplanado.

Escoba (Witcher broom). – A partir de un mismo punto, desarrollo anárquico de un gran número de ramas o brotes jóvenes.

Agallas y deformaciones ( Galls,stem distortion ).- Aparición de agallas arquitecturizadas  e hinchadas. Algunas deformaciones pueden no afectar más que a los brotes jóvenes.

Arrancamiento de corteza, heridas (Wounds ) .-Puesta al desnudo de tejidos vivos y de la abura.

Fisuras, hendiduras (Craks). -Estallido de los tejidos de la madera de forma longitudinal (agrietamientos …)

Perforaciones.-Presencia de agujeros en la corteza. Sus formas y sus dimensiones son variables.

Coloración. Presencia de una coloración anormal de la corteza, signo de afección de la madera por un parasito.

LOS SINTOMAS SOBRE LAS RAICES

Ramoneo de raíces. -Destrucción y seccionado de raíces.

Tumores (Tumefacción). -Desarrollo anárquico de células en la superficie de los tejidos.

Necrosis radicular (Necrosis) Quemaduras, podredumbre del sistema radicular.

CLASIFICACION DE LOS DIFERENTES INDICES

Un índice o un signo es una indicación sobre el agresor más parecido que el síntoma; se trata de la detección del patógeno asimismo (fructificación del hongo más común) o del depredador (forma larvas o imago).

La observación puede igualmente fijarse sobre los productos fabricados, emitidos por el depredador o el patógeno (por ejemplo, la melaza de los pulgones). Algunas veces el vegetal agredido emite una sustancia particular que constituye un índice (aparición de resinas y gomas)

 

Gomosis en frutales

PRODUCTOS EMITIDOS POR EL PARASITO O RESULTANTES DE SU ACCIÓN

Gomosis (Gummosis). – Algunas especies tienen la particularidad de segregar goma que sigue a la agresión (desgarro, perforación…)  que se escapa al exterior.

Concreciones de resina. -En los resinosos las segregaciones de resinas secas son reveladoras de ataques de depredadores de la madera.

Escurrimientos (Slime flux). – A la vez que la alteración de los tejidos, los escurrimientos (exudaciones bacterianas) pueden aparecer al exterior a través de la corteza.

Melaza (Honeydew). – Secreción rica en glúcidos emitida por ciertos insectos picadores. Producto particularmente atractivo para ciertos insectos (abejas, hormigas…)

Deyección (Fecal speck)

Esputos (Spitteler). – Liquido espumoso protegiendo al insecto, característico del Philaemus spumarius

Telarañas. –Finas telarañas que ciertos ácaros enrollan en una o varias hojas.

Montones sedosos. Voluminosos. –Nido característico de algunos insectos.

Renuevos de serrín. -Emisión de serrín sobre el tronco o al pie del árbol, indicando la presencia de insectos depredadores de la madera.

Pieles secas. –Caparazones de insectos abandonados después de muertos. Olores. – Algunos parásitos emiten un olor característico (olor de hongos, por ejemplo)

OBSERVACION DEL DEPREDADOR

Encrostamiento de cochinillas. -Formación de un manguito de escudos alrededor de una rama; característico de las cochinillas diaspinas. Partículas algodonosas (Cotton material). Muchos insectos están cubiertos de un revestimiento blanquecino o algodonoso. El insecto puede ser detectado rápidamente. Puede estar presente en diferentes estadios; huevos, larvas, ninfas o adultos…)

Oidium en rosal

OBSERVACION DEL PARASITO

Afieltrado (Mildew). – Aspecto característico de los hongos externos (oídium, mildiu, fumaginas…)

Roya (Rust). – Aparición de pequeñas pústulas al reverso de las hojas generalmente de coloración marrón anaranjado

Hongos con sombrero. – (Mushroom). -Pueden encontrarse al pie de los arboles (Armillaria). –Poliporos (Conk) Carpóforos extendidos en la superficie de la madera. Pudrición blanca (Felt) Característico de las pudriciones; el micelio sobre la corteza tiene la consistencia de un fieltro de piel de gamuza.

Granulaciones. –Fructificación pequeña que frecuentemente aparece en la superficie de los tejidos enfermos. Son características del hongo responsable.

Cortezas. –Capas de micelio muy espesas, en relieve o en la superficie de los tejidos y frecuentemente con coloración negruzca.

 

 

DERECHOS Y SERVITUDES DEL ÁRBOL EN LA CIUDAD. -El Código del árbol

Reconocido de interés general, el árbol es un ser intocable que se le respeta sobretodo, pero se le hacen padecer las peores miserias. A pesar de este general consenso a su favor, es víctima de la codicia de los promotores, la inconciencia de los ciudadanos y de la irritación de muchos vecinos.

La situación del árbol en la ciudad es pues terriblemente paradoja y oscila entre las voluntades de protección y destrucción.

Es por lo que su preservación necesita el reconocimiento de sus derechos y la puesta a punto de medidas particulares de protección.

Se trata pues de dar al árbol de las ciudades, un “estatuto “parecido a un conjunto de disposiciones jurídicas, administrativas, financieras y técnicas, es decir, de elaborar el Código del Árbol Urbano.

Este propósito ha suscitado en 1978 los comentarios de Gaston Defferre entonces alcalde de Marsella.

“Después de 25 años, he prohibido que se suprima o desplace un solo árbol sin mi autorización personal, a pesar de mis numerosos cargos, yo acudo al lugar para darme cuenta por mí mismo de la necesidad de la operación. Y cuando he debido de dar autorizaciones siempre he exigido que se replanten inmediatamente otros árboles representando al menos un valor igual al árbol suprimido o desplazado “

Un gran número de colectividades territoriales han adoptado un código para definir los derechos del árbol en la ciudad, el baremo de la evaluación monetaria del patrimonio, la base de evaluación de daños y perjuicios sufridos por los árboles y las medidas de protección del patrimonio en caso de obras de urbanización.

 

Paulownia imperialis en las calles de Paris.Momento de la floración

La mayor parte de las informaciones de este capítulo emanan de un trabajo realizado durante más de tres años por iniciativa de la Delegación Regional de Arquitectura y el Medio Ambiente de Franche-Compte y de la Mision del Paisaje, bajo la responsabilidad de un grupo de trabajo reuniendo políticos y técnicos de los servicios de Parques y Espacios Verdes. Lo esencial de las conclusiones de este trabajo es presentado en la “plaquete “. “Los derechos del árbol en la ciudad, que es necesario saber para proteger nuestros árboles “disponible en el Ministerio de Equipamiento y Vivienda.

El árbol es un bien inmueble cuando es plantado (y comprendiendo los frutos) y mueble cuando es eliminado, hasta con los frutos una vez tumbado. El árbol pertenece al propietario del suelo sobre el cual se desarrolla, debiendo tener en cuenta du buena conservación. En materia de derecho privado, la protección del árbol es definida en el Código Civil francés (art.631 al 673) en derecho público, las reglas proceden del Código Forestal o del Código Urbanístico. Las disposiciones generales que conciernen a las plantaciones proceden del código civil Artículos 671,672,673. Las prescripciones de los artículos 671 y 672 del Código Civil no se aplican para reglamentar entre el Estado y las particularidades de los vecinos. (Opinión de la Corte de casación del 16 de diciembre de 1881). El estado también está en derecho de efectuar plantaciones a una distancia cualquiera de las propiedades vecinas. El artículo 673 del Código Civil no es pues aplicable a la Administración. Así pues, esta, no tiene la obligación de cortar rama y/o raíces que avancen a las propiedades vecinas. El vecino no tiene derecho cortarlas. Pero el propietario público de un árbol, lo mismo si esta plantado a la distancia reglamentaria, es responsable de los daños causados por las raíces que se extienden sobre las heredades vecinas.

LIMITACIONES REGLAMENTARIAS Y GESTION DE LOS ARBOLES

Los arboles de las ciudades están sometidos a ciertas reglamentaciones y toda tala o poda exige autorizaciones previas. Si la existencia de estos procedimientos es una garantía contra las talas anárquicas, puede ser un obstáculo a la renovación de plantaciones antiguas. La renovación de ciertos lugares debe ser tenidos en cuenta en efecto, de forma dinámica, en concertación con los Arquitectos de Edificios en Francia y los Inspectores del lugar´.

EL ARBOL EN EL PLAN DE OCUPACION DE SUELOS

La elaboración de un POS (Plan de ocupación de suelos) es la ocasión de reflexionar sobre la preservación del patrimonio vegetal urbano; un cierto número de disposiciones pueden estar incluidas. Todo ciudadano puede acudir al tribunal administrativo en caso de no respetarse las medidas tomadas en el POS.

Protección del patrimonio, monumentos y lugares históricos

Muchos textos han sido adaptados para proteger los lugares históricos y los entornos de los monumentos.

La gestión, vía a la restauración de los arboles existentes en los perímetros protegidos, precisa una verdadera concertación entre los distintos gestores, con el fin, d evitar las situaciones críticas, que se han podido conocer recientemente en algunos de los grandes parques antiguos (Versalles, Buttes Chaumont a Paris…)

Árboles y canalizaciones. -Servitudes de propietarios y obligaciones del concesionario.

Diferentes textos reglamentan las servitudes y obligaciones de cada uno y debieran permitir evitar conflictos demasiado frecuentes.

Protección del árbol durante los trabajos

Los trabajos a proximidad de los árboles son importantes cauces de degradación del patrimonio arbóreo, es importante tomar las precauciones necesarias.

Reglamentos de los litigios y sanciones

Según el derecho de donde se producen, los litigios son juzgados por diferentes tribunales. Diversas sanciones son juzgadas según los daños producidos al árbol. Las heridas, destrucciones mecánicas o químicas son constatadas por un oficial de la policía judicial o todo agente comisionado que confecciona un proceso verbal firmado por el denunciante. El propietario del árbol deteriorado puede optar a una indemnización sobre la base del valor del árbol, tal como define el Capitulo siguiente.

Tilo aislado en el inicio de una calle en la Colonia Güell.-Barcelona                                               Robinier plantado en 1901.- El árbol mas antiguo de Paris-Square-Viviani

EL VALOR DE UN ARBOL ¿QUE VALE UN ARBOL ¿

Durante siglos, el valor de un árbol urbano se ha medido a través la riqueza de los productos que ofrecía a la población, madera para las chimeneas, para la construcción, frutos, el árbol era plantado por razones económicas. Los árboles frutales alrededor de algunas ciudades alsacianas o de Lorena y las choperas forestales componiendo la vegetación entre el Garona y el centro de los pueblos que la rodean, testimonio todavía hoy de estas funciones antiguas.

Después de cincuenta años, la función económica del árbol se ha dedicado al provecho del ornato, exprimiendo así la búsqueda de un mejor medio ambiente urbano. Cara a un fuerte desarrollo económico sin precedentes, recomponiendo los centros urbanos, multiplicando las redes y sacrificando los espacios tampón de la periferia, fue necesario para proteger los arboles, demostrar su importancia.

En una sociedad donde las referencias y los estudios de comparación eran esencialmente financieros, ha sido necesario atribuir un valor monetario a los árboles.

Las primeras bases de cálculo fueron programadas por la Unión Suiza de Servicios de Parques y Jardines (USPP) hasta finales del año sesenta. Estas últimas han sido del 1991.

El árbol, elemento del capital urbano

Una simple suma del valor individual de los árboles de una ciudad nos muestra rápidamente cifras impresionantes que constituyen preciosos argumentos para la negociación de los presupuestos.

Así, el valor acumulado de los árboles de la ciudad de Ginebra equivale alrededor de la mitad del presupuesto anual municipal.

En la perspectiva de una gestión del patrimonio vegetal la cuestión entre el presupuesto anual destinado a los árboles y el valor del patrimonio constituyen un buen indicador del esfuerzo realizado por la colectividad en este dominio.

Utilización del valor del árbol

El valor de un árbol ornamental sobrepasa el simple costo de su reemplazamiento para integrar su función ecológica, paisajística, sociológica e histórica.

Este valor es una base de negociación en las consideraciones siguientes:

Compensación. -En caso de tala por un particular, un concesionario, una empresa…el coste exigido por la colectividad es el valor del árbol y no el de su simple reemplazamiento.

Indemnización. – El baremo de estimación del valor de los arboles permite evaluar los costos de los daños y de fijar así el montante de las indemnizaciones solicitadas.

Ayudas a la decisión

El valor del patrimonio puede orientar la elección de futuros trabajos de Urbanismo referidos a los espacios plantados. Ningún baremo es polivalente.

L a mayor parte de las ciudades utilizan baremos inspirados a modelos suizos. Una reflexión está en curso entre los gestores de la ciudad y los expertos representantes forestales para conseguir un sistema único.

El roble de Chully                                                                                                                                                     El plátano de Lutterbach.-Haut Rhin

ESTIMACIÓN DEL VALOR DE UN ARBOL

Cuatro parámetros entran en línea a la hora de estimar el valor de los árboles.

La especie o variedad. –

Tomando en cuenta la rareza, la dificultad de cultivo, producción y suministro en vivero de la especie o variedad considerada.

Valor individual

Un árbol aislado adquiere su significación en cuanto a un individuo; pierde su calidad de individuo cuando entra en la composición de una formación vegetal, que debe su carácter al efecto de grupo (bosquete, alineación…). Un árbol solitario es remarcable por sí mismo, con más valor que un árbol en grupo.

Estado sanitario

El valor del árbol esta por otro parte relacionado con su estado sanitario.

Circunferencia de tronco

Un árbol de gran dimensión que se impone en el paisaje urbano, ve aumentar su valor más que un sujeto joven fácil de reemplazar, que tiene un valor más bajo.

Especie o variedad

La toma en consideración de este parámetro se hace sobre la media de los precios de venta unitarios, incluidos los impuestos, dado por los catálogos profesionales de los viveristas regionales en plantas del tamaño 10/12 per. circ. A raíz desnuda, y para los persistentes de tamaño 150 a 175 cm. de altura en cepellón, para las coníferas 120 cm. de altura al igual que los grandes arbustos. Es necesario en cada colectividad adoptar una lista de viveros regionales. Al mismo tiempo los profesionales deberían establecer de común acuerdo una serie de precios base para cada uno de los vegetales utilizados, actualizándola cada año y ser profundamente difundida.

Valor individual y estado sanitario

Estos parámetros hacen referencia a los levantamientos del inventario y varían según la situación del árbol (isolado, en grupo o en alineación…) y según su estado sanitario con a anotaciones de la A a la E.

Circunferencia del tronco

En caso de un árbol enmatollado, la circunferencia del tronco es la suma de las circunferencias de cada ramificación.

Sevilla.-Erytyhrina crista galli.-entrada Hotel Alfonso XIII

 

Calculo del valor de un árbol

La integración de los diversos parámetros se realiza según la formula siguiente:

Valor del árbol (V) =precio (P) x valor individual (Iin) x índice de circunferencia (Ici)

Ejemplo: Para un viejo plátano aislado en muy buen estado sanitario de 325 cm. de circunferencia, situado en la región parisina.

V=140* x10 x27 = 38.800 Francos franceses

140*. Valor 1990-1991 en viveros.

Evaluación de daños en los arboles

Los daños pueden ser limitados a heridas sobre diversas partes del árbol o graves y comprometidas para la supervivencia del mismo.

Daños limitados

El importe de la indemnización corresponde a una pérdida de valor (en relación al valor porcentual del árbol) variando según la intensidad de las heridas.

Heridas de tronco. –Corteza arrancada o despegada, quemaduras…La intensidad de la herida sobre el tronco es estimada por una tabla de valoración al tronco T%. Las heridas sobrepasando la mitad de la circunferencia del árbol, son consideradas daños graves.

Heridas en ramas. –Los perjuicios devienen graves cuando suponen la pérdida de la yema o brote terminal en una conífera, una gran partida de estructuras en una cortina o más de la mitad de las ramas de una copa. La intensidad de las heridas es medida por la tabla de daños a las ramas B%.

Cuando los daños imponen podas sanitarias o de reforma la indemnización a aplicar corresponde a la estimación de los daños, basada en el número de ramas destruidas, adicionándole el coste de las intervenciones.

Heridas en las raíces

El árbol es considerado como perdido, cuando está dañado en más de la mitad de sus raíces. La intensidad de las heridas se mide por la tabla de daños a las raíces R%.

Valor de la indemnización

Indemnización. -Valor del árbol antes de los daños.

A (T% + b% +R% es superior a 100 %. El árbol es considerado como perdido.

Daños graves que suponen la reposición del árbol

La cantidad reclamada al responsable del acto de degradación corresponde al valor total del árbol, más los gastos de reposición de un sujeto de buena calidad.

En el Departamento de Val-le-Marne, estos gastos de reposición corresponden los de la tala, extracción de tronca, el precio de suministro de una nueva planta de tamaño 20/25 per. circ. Para los árboles de hoja caduca y 200/ 250 cm. de altura en cepellón para los árboles de hoja persistente, para las coníferas (en referencia a los catálogos profesionales de los viveristas de la región) los trabajos de excavación y transporte de tierras y aportación de cinco metros cúbicos de tierra vegetal, así como la recolocación de bordillos y acera dañados.

 

Phytolacca dioica en Cartuja Santa maria de las Cuevas                                                                                   Phytolacca dioica en el Paseo de las Delicias junto a Pabellón de Guatemala

MEDIDAS DE PROTECCION DEL ARBOL

A través de lo largo de su vida, el árbol está expuesto a frecuentes agresiones exteriores. Medidas de protección simples pueden reducir considerablemente estos impactos. Según la naturaleza y la permanencia de la agresión, diferentes tipos de protección deben ser considerados. Los sistemas de protección física permanente sobre las heridas, los choques, el vandalismo, deben ser instalados.

Medidas de conservación y reglas técnicas deben ser preconizadas para evitar los daños en la realización de trabajos en las proximidades de los árboles. Una diligencia de protección integrada debe ser puesta en obra en caso de ataque de parásitos.

Sistemas de protección física permanentes

Para plantaciones antiguas, regularmente dañadas o arboles jóvenes frágiles, las protecciones deben ser pensadas teniendo en cuenta su durabilidad, su facilidad de uso con los medios de conservación disponibles y la estética. En un estudio reciente, el paisajista J. Coulon ha demostrado la ineficacia de la acumulación de respuestas individualizadas al problema de protección del árbol y ha remarcado la necesidad de integrar en la concepción del espacio una reflexión sobre este tema.

Este trabajo sobre la gestión y el reparto del espacio urbano condiciona la calidad y perennidad del sistema puesto a la práctica para proteger al vegetal. La necesidad de proteger el árbol varía según su situación en la ciudad.

Sevilla.Ombues.–Phytolacca dioica en el Paseo de las Delicias

En situación periurbana, por ejemplo, algunas formas paisajísticas se auto protegen y pueden aceptar intervenciones limitadas a su periferia. A la inversa, en las calles del centro de la ciudad, el árbol de alineación, solicitado de antemano, requiere dispositivos más fuertes. Estos dispositivos deben responder a criterios de mantenimiento (limpieza, riego…) de uso (en relación con los peatones) de aspecto (inserción urbana) de durabilidad y solidez. Un verdadero vocabulario de las protecciones debe adoptarse en cada lugar y su definición exige estudios específicos.

Medidas de protección en caso de trabajos de proximidad a los árboles.

Una buena información y coordinación veraz entre los diferentes intervinientes permite encontrar soluciones que garantizaran el futuro de los arboles después de los trabajos. El coste importante de estos trabajos debe ser de cuenta del peticionario.

Aporte de rellenos e impermeabilización del suelo

Estas perturbaciones en la proximidad de los arboles entrañan su asfixia radicular, pudiendo llegar hasta su muerte. Desde que un relleno supera los 40 cm. de espesor, un dispositivo de aireación para el antiguo sistema radicular debe ser instalado, lo que permite a los arboles formar nuevas raíces. Para los rellenos inferiores a 40 cm. una simple colocación de una capa de grava, recubierta con un geotextil anti compactación puede ser suficiente.

Protección de los troncos y las raíces

Los daños ocasionados por la circulación de maquinaria de trabajos públicos pueden ser importantes tanto a nivel de raíces (compactación) de los troncos (heridas) y de la copa (ramas desgajadas).

Un consenso previo permite definir un espacio de “protección total “rodeado de estacas implantadas sólidamente en el suelo. El perímetro definido corresponde a una superficie por lo menos igual a la proyección de la corona del árbol hacia el suelo.

Ningún almacenamiento de materiales se debe hacer dentro de la zona delimitada. Para intervenciones efímeras o en caso de manifestaciones públicas (fiesta, veladas, pruebas deportivas…)  estas empalizadas pueden ser reemplazadas por dispositivos tales como, balas de paja o cintas señalizadoras….

Protección de suelos y podas de seguridad

Los efectos nefastos de la circulación próxima a los arboles puede ser disminuida por la colocación de una capa de grava recubierta o no por una placa de acero. Las ramas peligrosas que pueden impedir el paso de la maquinaria deben ser eliminadas previamente y dentro de las reglas del arte de la poda por el gestor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Protección y aireacion de raíces en un Taxodium mucronatum

Protección de las raíces

Los daños a las raíces ocasionados por la apertura de zanjas próximas a los árboles son reducidos por la puesta en obra de ciertas medidas. Las principales conciernen a separarse con la zanja, la puesta en obra de protecciones físicas, la rapidez de la ejecución, la puesta de un sustrato

rico y poroso regularmente regado favorece el desarrollo de nuevas raíces y por último la elección de una época adecuada para la intervención.

Aspectos fitosanitarios, protección integrada del árbol. -Una toma de conciencia necesaria

Después del año setenta el uso de pesticidas ha sido disminuido. En respuesta a la era “todo químico “aparecen medios alternativos de lucha contra los parásitos; concepto de lucha integrada, que hace mención a todos los medios de regulación de los parásitos naturales o artificiales, a la escala de la aprobiocenosis estudiada de manera que sus efectos se produzcan en sinergia.

En el medio urbano en empleo de pesticidas, sigue bastante limitado para el tratamiento de los árboles.

Por el contrario, su utilización es generalizada y utilizada frecuentemente para los animales domésticos o los roedores. Es imposible apreciar el impacto ecológico de la utilización de pesticidas en el medio urbano, ecosistema fuertemente modificado, perturbado por una polución aérea crónica y una acomodación cada vez mayor de desechos. Por contra, en razón a la fuerte densidad de la población urbana y de animales domésticos, la toxicidad de los pesticidas presenta un peligro potencial importante.

La IPM concepto y definición

La IPM o protección integrada es una aproximación global a la salud del árbol. Teniendo en cuenta de su medio ambiente directo, hace un llamamiento a un conjunto de medios naturales y artificiales para mantener los agresores en umbrales de deterioro económicos o estéticos. La oportunidad de ciertas intervenciones blancas es evaluada en función de la vitalidad del árbol, de la abundancia del parasito o del depredador y de la presencia de enemigos naturales.

La IPM (lucha integrada de plagas) es pues un concepto haciendo una llamada al conjunto de métodos y técnicas existentes y comprende los medios naturales juntados al seno de una estrategia, procurando minimizar el impacto de los agresores del árbol. La IPM es un concepto alargado que no debe únicamente tomar en cuenta los ataques parasitarios, sino integrar igualmente el conjunto de factores influyentes para la salud del árbol, problemas culturales, malas hierbas y condiciones del medio ambiente. El riesgo potencial que puede representar el árbol para la seguridad, debe igualmente ser tenido en cuenta.

La IPM descansa sobre tres principios básicos:

La mayor parte de los parásitos forman parte integrante del ecosistema considerado, estos no caben ser considerados aisladamente sino con el conjunto de factores del medio que influye sobre su climática de población. (fenómenos de regulación natural).

La excepción de algunos parásitos raros de reputación “incurables “de los que existen medios de control de su población.

Algunos daños ocasionados por los parásitos son aceptables y la sistematización de las intervenciones no de justifican.

Diferentes de etapas de la protección integrada

La puesta en marcha de un programa de protección integrada del árbol precisa de un trabajo de estudio y de reflexión respetando los datos y las etapas siguientes.

 

Sevilla.-Ataques de Galeruca del olmo en el Paseo Ntra.Sra de la O

Vegetales estimados sensibles

Algunas esencias están sujetas a ataques parasitarios crónicos (el tigre del plátano; el pino y las orugas procesionarias …) o presentan una cierta fragilidad cara a cara los factores del medio ambiente (temperaturas extremas, pH del suelo…). Existen también importantes diferencias de sensibilidad en función de las variedades o cultivares. La particularidades regionales o micro regionales deben igualmente ser tenidas en cuenta.

Parásitos y depredadores a temer

Son inventariados aquí, el conjunto de agentes susceptibles de generar los daños sobre el vegetal, afectando su vitalidad o su estática y capaces de crear perjuicios inherentes al medio urbano.

Así, el pulgón del tilo (Eucallipterus tiliae) poco dañino para el árbol, puede precisar un tratamiento en razón a su importante producción de melaza.

Un parasito o un depredador no deben ser considerados sistemáticamente dañinos por su simple presencia. Hace falta tener en cuenta el tipo de daño o perjuicio que puede generar( por ejemplo los ácaros eriophyesresponsables de las agallas en “ dedo de gigante “ sobre las hojas del tilo o aun, la phyloxera de las hojas del olmo, no justifican ningún tratamiento ).Un estudio preciso de los agresores es necesario ( ciclo biológico, huéspedes posibles, daños potenciales, métodos de luchas existentes y periodos de vulnerabilidad  con el fin de considerar el nivel de pre dación y  de parasitismo , primario o secundario )

Los parásitos endebles y los depredadores secundarios serán particularmente estudiados en razón de su carácter exclusivamente preventivo de las intervenciones, procurando estimular la vitalidad del árbol.

A cada gestor le toca determinar los parásitos y justificar la vigilancia particular. Este inventario siendo generalmente corto (a veces cuatro o cinco parejas de huésped/ parasito), es posible familiarizarse con el conjunto de los parásitos y depredadores censados.

Sector geográfico

Sobre un sector determinado (por ejemplo, una aglomeración) y para ciertos problemas particulares, pueden ser molestos, en efecto perjudicial al éxito de la operación, incluyendo los arboles situados en las propiedades privadas. De acuerdo con los propietarios es importante incluir el mayor número de vegetales en el programa de las intervenciones.

Inventario del terreno

Una vez las diferentes parejas huésped/ parasito retenidas se impone un inventario de las especies sobre la zona geográfica que concierne. Esto revela la localización de los arboles, se debe tomar nota de las características dimensionales de los sujetos y evaluar una apreciación de su vitalidad.

Los problemas sanitarios específicos a los arboles examinaos y su importancia son igualmente destacados (principalmente las cavidades). Todas estas informaciones pueden ser anotadas en los inventarios del patrimonio realizadas. El programa de protección integral del árbol se inserta entonces perfectamente en un plan global de gestión. Las informaciones obtenidas tienen una gran importancia para el buen desarrollo del programa. Este inventario exige cierta competencia, principalmente para las determinaciones corrientes de los parásitos.  Algunos diagnósticos merecen una gran precisión, ya que estos son el punto de partida de la elaboración de una estrategia de lucha.

Diagnósticos equivocados, hace que se realicen intervenciones ineficaces (ver metodología del diagnóstico en parte I),

Técnicas de muestreo

Los ataques de ciertos depredadores se estiman fácilmente; caso de los pulgones, de tigres y los ácaros. Muchas hojas se escogen por azar en las diferentes partes de la corona de los árboles y el depredador se encuentra en su parte inferior. Para ciertos artrópodos difíciles de detectar (pulgones marrones sobre las coníferas) se dispone un papel o tejido claro sobre las ramas que uno zarandea fuertemente. Pero cuando la presencia de orugas de foliadoras o insectos de la madera sobre el vegetal es descubierta, normalmente es demasiado tarde para intervenir en buenas condiciones. Es necesario pues establecer previamente el nivel de infestación. Algunos métodos de caza de los adultos pueden permitir capturas las poblaciones futuras. (cepos de feromonas para el gusano de la yema del olmo, para las orugas de procesionaria y ciertos escolitidos.)

En función del ciclo del depredador, el muestreo se hace en periodos determinados durante los cuales la evaluación a nivel de la población es fácil, contando a fin de invierno el tigre del plátano invernando debajo de las cortezas; en el curso del invierno el conteo de los nidos de bombix cul-brun en las extremidades de las ramas). El muestro a veces es inútil y las trampas imposibles. Para preservar el vegetal de cualquier perjuicio estético o fisiológico, es necesario intervenir de forma previa, de forma sistematizada sobre los arboles sensibles (caso del ataque de buprestidos sobre las thuyas) o razonad o en función de las condiciones climáticas (caso de la antracnosis del plátano). La presencia de agresiones puede aún no ser detectada por técnicas particulares como uso de papel indicador colocado bajo el fondo de los arboles (como el ataque de pulgones y de producir melaza). Con la experiencia el tiempo pasado en la recolección y la interpretación de las muestras, es de corta duración y las informaciones son consignadas bajo una forma fácilmente inteligible.

Umbrales de intervención

El concepto de protección integrada quiere que se acepte la presencia de depredadores hasta ciertos umbrales. Esto permite de mantener en el lugar, una población de depredadores, en vez de intervenir rápidamente y de contener así la población del depredador. El objetivo de la IPM no está puesto en eliminar completamente el parasito, sino de mantener los vegetales vigorosos y de hacerlos menos receptivos, más resistentes a los ataques parasitarios. Los vegetales leñosos son capaces de soportar niveles de infestación bastante importantes, sin manifestar síntomas significativos. No hay que tener en cuenta solo los daños directos, sino también considerar el agresor como responsable potencial de un estrés y capaz de predisponer el árbol a ataques de agentes secundarios.

El umbral de intervención es el nivel de población del parasito a partir del cual una intervención se impone para prevenir cualquier incidencia inaceptable sobre la fisiología del vegetal o sobre su estética.

La intervención puede ser directa (reducción de la población por un tratamiento fitosanitario, o indirecta, prácticas culturales para estimular la vitalidad del árbol o modificación del medio favorable al parasito). Los pocos umbrales conocidos y su escasa precisión limitan el uso del IPM. Estos umbrales pueden precisarse año tras año a condición de efectuar anotaciones rigurosas (número de depredadores por unidad de superficie, apreciación de la vitalidad del árbol, aparición de síntomas o índices…) cuidadosamente datados.

Visitas de control

En el seno del programa IPM, estas visitas constituyen ciertamente la partida más costosa. Es pues importante que las visitas sean bien organizadas y que se desarrollen con celeridad. El personal debe estar familiarizado con las técnicas de muestreo y la identificación del parásito. Una visita invernal, acompañada de varias visitas repartidas de principios de primavera al mes de agosto, son recomendadas (de 6 a 10).

Todos los vegetales, no son a examinar sistemáticamente; por cada especie, solo algunos árboles representativos merecen una inspección. Con un poco de experiencia, estas visitas se hacen rápidas.

Las informaciones siguientes son a tener en cuenta:

. – Apreciación de la vitalidad

. -Presencia de parásitos, de depredadores o de otro cualquier problema afectando el estado de salud del árbol.

. -Intensidad, nivel de población.

. -Presencia de síntomas de enfermedad o de índices.

…-Estado de desarrollo de la enfermedad o el depredador.

. – Presencia abundante de enemigos naturales.

. -Eficacia de las actuaciones efectuadas (tratamientos fitosanitarios)

Cuando los umbrales son atendidos y en ausencia de una población depredadora consecuentemente susceptible de superar al depredador, la intervención adecuada debe ser realizada.

Inventario de los métodos de lucha

El conjunto de técnicas conocidas debe ser inventariado, tanto si se trata de medidas profilácticas, como medios de lucha preventiva o curativa. En función de las características del lugar y de la situación del árbol, algunas de entre ellas hay que privilegiar, otras son a excluir. Así en las márgenes de un curso de agua, el empleo de insecticidas “en pleno “se considera imposible por la toxicidad cara a la fauna acuática. Por el contrario, en función del nivel de riesgo y de cara a ciertos problemas, medidas preventivas se imponen, la lucha contra la antracnosis del plátano, por ejemplo, exige tratamientos preventivos (antes de que la enfermedad sea declarada). Técnicas culturales con el fin de reducir la sensibilidad del vegetal, se deben estudiar igualmente.

El empleo de pesticidas debe ser reflexionado y basado en una necesidad reconocida. Los pesticidas poco tóxicos para el hombre y de escasa acción secundaria, son seguramente los sistemáticamente más privilegiados. Para minimizar su incidencia sobre el medio ambiente, es importante utilizarlos en el periodo más conveniente. A fin de que su efecto sea el máximo sobre el parasito y evitar así nuevas operaciones. Es necesario aplicarlos correctamente, con material adaptado, a fin de que el producto llegue bien y en buena dosis para no tener que repetir la intervención.

El medio ambiente debe sufrir lo menos posible los perjuicios por la aplicación. En ciertas situaciones, de tratamientos localizados son preferibles, los que permiten conservar la importante fauna depredadora capaz de mantener la población del depredador a niveles de umbral de perjuicio. Los métodos dichos alternativos a la lucha química, están detallados en el capítulo siguiente.

Un plan de intervención debe ser valorado para el conjunto de un sector. Esta fase de organización, bien que fastidiosa, es capital para el buen desarrollo del programa y para evitar desplazamientos superfluos con riesgos de comprometer la rentabilidad.

Formación e información

El concepto de la protección integrada del árbol en el medio urbano demanda para su puesta en marcha, un personal cualificado en los dominios de la parasitología de las especies ornamentales, pero realmente en la informática, necesaria para manejar bien el programa. La aceptación del concepto por el público es primordial y una participación activa indispensable de los medios informáticos que refuerzan la suerte del éxito.

Evaluación de los resultados y d los costes.

Las visitas regulares sobre el terreno permiten apreciar la eficacia de las intervenciones. Después de analizar los resultados, los métodos de lucha pueden valorarse en función de la eficacia buscada. No existen datos precisos sobre los costes de los programas de envergadura. Solo programas experimentales funcionan hoy sobre pequeñas superficies. Demuestran que los costes de la puesta en obra son compensados por una bajada del número de intervenciones.

Métodos alternativos o complementarios a la lucha química.

La lucha química mal interpretada o utilizando productos sin discernir, provoca efectos indeseables sobre el medio ambiente del parasito combatido, destruyendo los auxiliares o antagonistas reguladores. Influye igualmente en el potencial biótico del parasito, por adquisición de parámetros de resistencia, por desplazamiento de la micro flora patógena o aun la población de ciertos depredadores.

Lucha microbiológica

Solo las especialidades comerciales a base de Bacillus thuringensis son actualmente utilizadas para luchar contra ciertas orugas defoliadoras (estado larvario de ciertos lepidópteros).

Algunos baculovirus engendran granulosidades y poliedros nucleares que han podido der experimentados con éxito contra ciertas orugas defoliadoras. La ausencia de producción masiva de estos organismos hace que su aplicación en estos momentos sea imposible. Algunos hongos entomopatogenos, como Beauseria bessiana y Verticillum lecani, pueden algunos años provocar una mortalidad importante en los adultos del tigre del plátano invernando bajo sus cortezas. Los insectos refugiados sobre los rhytidomas y dentro de las infractuosidades de la corteza parecen particularmente sensibles a estas micosis. Pero para mantenerse y desarrollarse estos hongos tienen necesidad de mucha humedad. No existen hoy en día especialidades utilizables en la práctica. Los ejemplos de utilización de organismos antagonistas son raros y solo algunos éxitos pueden ser citados.

. – Aplicación de un órgano antagonista, el Trichoderma harzianum con el plomo parasitario de los Prunus ornamentales.

. -Inoculación de cepas hypovirulentas de Endothia parasítica sobre el contorno de los chancros ocasionados por la andiotosis sobre el castaño.

. – Utilización de esporas de Periophora gigantea contra la podredumbre de las coníferas Ungulina annosa.

Numerosos ensayos para luchar contra la grafiosis del olmo. –Ceratosistis ulmi. – con la Trichoderma viridae, y la Trichoderma harzianum o bacterias antagonistas. –Pseudomones syringae. – no han demostrado una evidencia eficaz interesante.

Métodos de lucha biológica

No existen actualmente procedimientos de lucha biológica dirigidos a los parásitos o depredadores utilizables en el medio urbano.

Existen numerosas razones que permiten explicar estas carencias, pocos programas de investigación en este dominio, dificultades para realizas los estudios importantes de los problemas auxiliares encontrados en la realización de las sueltas inacusativas auxiliares, con la dificultad de sedentizar los auxiliares sobre el lugar….

Para ciertos depredadores como el tigre del plátano no existen auxiliares indígenas suficientemente susceptibles de frenar los ataques del depredador. Es en el país de origen del tigre del plátano, Estados Unidos, donde deben buscarse los auxiliares más exitosos y tenerlos que aclimatar.

Al mismo tiempo, de deben resolver una serie de problemas técnicos, cría intensiva, sueltas en la naturaleza, conservación del auxiliar durante el invierno. Estos trabajos de investigación, extremadamente complejos, exigen numerosos años antes de resolverse. Una diligencia análoga a permitido poner a punto en Canadá un medio de lucha biológico eficaz contra la Operophtera prumata. Dos parásitos complementarios de origen europeo han sido seleccionados la tachinaria Cyzenis albicans y el icneumonido Aezypon flaveolatum, introducidos con éxito. Se trata de una técnica llamada inoculativa. Otra técnica en la lucha biológica consiste en aumentar la población de auxiliares que existen, aumentando el número de individuos, por liberación inundaría. Estos auxiliares son descendientes de crías y descendientes de cochinillas (cochinillas de 2 a 7 puntos) trabajo realizado en estos últimos años por el Servicio de Parques y Jardines de Caen, parece prometedora.

La eficacia de estas cochinillas es reconocida sobre numerosos pulgones (pulgón del rosal, pulgón negro de las habas, pulgón del arce…) Descendientes de la cochinilla. –Criptolaemus montrouzieri. -están actualmente testadas contra las cochinillas algodonosas sobre los tilos. Ensayos de lucha contra el gusano de la yema terminal del pino. Ryacionia buoliana se han revelado eficaces en Polonia, gracias a las crías de Trigramas. Resultados similares han sido obtenidos en Italia con los icneumonidos.

Cryptolaemus montrouzieri

Procedimientos de lucha profiláctica

Estos métodos, largamente practicados en el medio urbano tratan de la eliminación de los órganos del árbol que albergan los depredadores o parásitos. Se puede citar la eliminación de las hojas en otoño a pesar de que son susceptibles de albergar los órganos de conservación de los hongos. Permite disminuir la importancia de las contaminaciones primarias en primavera. Estas operaciones son aconsejables cuando queremos reducir un ataque de antracnosis (sobre sauces o plátanos) de black rot sobre castaños. El cortar ramas portadoras de chancros infecciosos contribuye a disminuir la importancia de algunas enfermedades. Sobre los arces y las sóforas los chancros de Nectria, son fácilmente eliminados por el corte de las ramas que lo sustentan.

Al principio del ataque del fuego bacteriano sobre las pomoideas ornamentales, la poda de las ramas portadoras del chancro puede mostrarse eficaz. Este tipo de intervención es útil contra los insectos, cuando estos son localizados en ciertos órganos o reagrupados en nidos. Así, los capullos de la procesionaria del pino se deben suprimir en otoño, o en el curso del invierno hasta el fin del mes de febrero. Sobre las ramas jóvenes accesibles, es posible recolectar en el mes de agosto las acículas llevando posturas estivales. Por el contrario, importantes ataques de cochinillas algodonosas (en particular del arce y el tilo…) pueden ser en parte controladas con una poda de pequeñas ramas (menos de dos centímetros de diámetro) portadoras de larvas durante el invierno. Es aconsejable no destruir las ramas cortadas para permitir a los parásitos de las cochinillas salir en primavera y volver a colonizar los depredadores restantes sobre los árboles. La supresión de árboles contaminados es necesaria algunas veces cuando existen peligros importantes de contagio. La lucha contra el chancro colorado del plátano reposa también sobre la erradicación del foco y en la tala sistemática de los arboles afectados. Aunque muy eficaz, la lucha profiláctica tiene una aplicación reducida; la poda de árboles demasiado grandes donde los órganos a suprimir son inaccesibles, números muy importantes de sujetos, coste de las intervenciones…)

Utilización de especies o variedades resistentes

Para combatir ciertas enfermedades, solo la utilización de especies o variedades resistentes es posible. Es el caso de la grafiosis del olmo, del fuego bacteriano, del chancro colorado del plátano. La sensibilidad de los agentes varía al seno de un mismo género o una misma especie. Es por ejemplo el caso de los chopos con respecto a las royas o Melampsora, o las quemaduras criptogámicas o de la bacteriosis chancrosa.

Según las variedades, el ciprés es resistente o tolerante a la enfermedad del chancro cortical. Trabajos de selección se están llevando a cabo en una acción europea para conseguir la obtención de ciprés verde (Cupressus sempervirens y Cupressus macrocarpa) resistentes al Seridium cardinale.

Puesta en obra de tratamientos sanitarios

Los tratamientos fitosanitarios son intervenciones de cuidado de los árboles que apuntan, ya sea para destruir los patógenos o depredadores colonizándolos ya sea para disuadirlos a instalarse. Consiste en aplicar sobre o dentro del árbol especialidades anti parasitarias (pesticidas)

Elección del producto

Diferentes criterios son a tener en cuenta:

. -La homologación de la especialidad comercial.

. -La eficacia del producto contra la enfermedad o depredador identificado.

. -La toxicidad sobre el hombre y los animales domésticos.

. – El impacto al medio ambiente

. -El precio

. -La eventual fitotoxicidad de la especialidad sobre el vegetal a tratar.

Endoterapia arborea

Técnicas utilizables para el tratamiento de los arboles

La mayor parte de los productos anti-fitosanitarios (insecticidas, funguicidas, acaricidas…) son aplicables bajo forma líquida, en pulverización sobre los vegetales a tratar, los materiales disponibles hoy en día permiten efectuar aplicaciones de buena calidad.

Algunos límites de aplicación existen sobre los arboles de grandes dimensiones en razón a los importantes riesgos de deriva de productos desfavorables (vientos, lluvia…).

Estos riesgos están relacionados con las condiciones meteorológicas, a dificultades de acceso con el material de aplicación y a la falta de productos selectivos. Es por lo que otras técnicas son desarrolladas. Hace referencia a los productos sistémicos utilizados según dos procesos:

. – Esparcido de gránulos en el suelo penetrando a la planta después de su absorción por el sistema radicular. Son eficaces sobre los arbustos y los árboles de pequeña altura. Su empleo, sin embargo, es delicado en razón de su fuerte toxicidad (caso del disulfoton) o de las dificultades de una correcta aplicación. Es en efecto difícil el reparto y extendido del sistema radicular del árbol que es el factor clave del éxito de la aplicación.

. – Colocar implantes en el tronco (endoterapia) e inyectar pesticida. Después de haber perforado el tronco en una pequeña profundidad (hasta el principio de la albura), la sustancia activa es inyectada bajo presión o colocada en las inyecciones (implantes) de difusión progresiva. Estas técnicas aparentemente seductoras tienen el inconveniente de producir heridas al árbol. Principalmente utilizado en Estados Unidos estos procedimientos están poco desarrollados en Europa. No se pueden concebir nada más que como un hecho excepcional, en la medida que una aplicación posterior es perjudicial a los tejidos del árbol.

Materiales existentes

La elección de un material es capital para el éxito de un tratamiento. Cada tipo de material corresponde a una utilización muy particular.

Seguridad de los aplicadores

Los riesgos de intoxicación por los pesticidas son enormes:

. -irritaciones y quemaduras por contacto con la piel o afecciones más importantes si estos penetran al interior del organismo.

El conjunto de informaciones relativas a la toxicidad del producto está mencionado en las etiquetas. Desde su llegada al local, donde son almacenados, hasta su aplicación, un pesticida puede en todo momento provocar intoxicaciones. Es por lo que, en su almacenaje, hace falta conservar el producto en su envase original   y tener en cuenta el acceso de niños y adultos inadvertidos. El local de almacenaje debe ser fresco aireado y cerrado con llave. Después de la aplicación, el personal expuesto debe imperativamente ser protegido. Vestimenta especial impermeable a los productos de tratamiento, guantes, protección del pelo, mascara filtrante y eventualmente gafas, si la máscara no cubre toda la cara. Esta protección igualmente debe ser efectiva después de la preparación del caldo. Debe abstenerse de comer, beber o fumar durante el conjunto de operaciones de manipulación y ducharse después de una aplicación. Después del tratamiento, los embalajes vacíos no deben ser abandonados sobre el terreno, ni depositados en una papelera. Los embalajes combustibles deben ser quemados después de un cuidadoso enjuagué.

Los otros deben ser inutilizados, rompiéndolos o perforándolos antes de ser recogidos.

Problemas de puesta en obra

Una vez tomada la decisión de la intervención y el material escogido, el éxito del tratamiento depende de la fecha de la ejecución (estado de sensibilidad del depredador) y de la calidad de la aplicación.

Es importante, en el medio urbano, tomar en cuenta las molestias de la presencia del público y las infraestructuras.

La situación meteorológica puede suponer la anulación del tratamiento. El viento limita la utilización de aparatos y el riesgo de producir la deriva de los productos. La lluvia y el roció abundante disminuyen o anulan la efectividad del tratamiento, diluyendo y arrastrando el producto. Los fuertes calores pueden provocar fenómenos de fitotoxicidad sobre la vegetación y engendrar la formación de vapores tóxicos.

Es fuertemente aconsejable tratar por las mañanas a buena hora o al atardecer. Los datos correspondientes al estado de sensibilidad del parasito o el depredador deberán ser respetados para una buena eficacia del producto.

La elección del producto es a decidir según el estado de desarrollo del depredador. Contra las orugas de la procesionaria del pino, el diflubenzuron es utilizado en otoño sobre los primeros estados larvarios, cuando otra materia activa es aplicada a continuación, la deltamethrina.

Para evitar riesgos cara al público, es preferible tratar de noche. Puede ser necesario aislar algunos sectores o de prohibir temporalmente la circulación.

Información al público

Los tratamientos fitosanitarios en el medio urbano traen numerosas inquietudes a los ciudadanos que no entienden su necesidad y utilización de estas aplicaciones sobre todo cuando se trata de tratamientos preventivos o efectuados en función del umbral de daños, antes de que estos sean sensibles.

Es pues importante informar al público para explicar o justificar la intervención, precisar las condiciones y las modalidades de aplicación e indicar las eventuales precauciones que deben ser tomadas por los ciudadanos.

Las ciudades están aprendiendo que plantando arboles ahorran dinero y vidas.

LA CREACION DE UN PATRIMONIO

LA DECISIÓN DE PLANTAR

Plantar un solo árbol en una plaza, renovar una alineación completa de una calle, sustituir sujetos envejecidos de una plaza, son actos importantes en la vida de una ciudad.

Plantar un árbol es un símbolo, una apuesta hacia el futuro y sobre la capacidad de nuestra sociedad a preparar la del mañana. Plantar es enriquecer el patrimonio urbano, acercar la naturaleza al corazón de la ciudad y a mejorar el medio ambiente a los ciudadanos.

Plantar es aún más frecuente una práctica institucional o mercantil, consistente en instalar una planta joven para la inauguración de un equipamiento público o la llegada de un nuevo huésped en una urbanización.

Plantar debería ser, al contrario, fruto de una razonada decisión dando al futuro sujeto toda suerte de esperanzas para su futuro.

Esta decisión tiene carácter político, no será tomada sin los estudios necesarios, sin un largo consenso con los técnicos y la población, según una gestión rigurosa y progresiva.

Una gestión completa, un equipo polivalente

Para asegurar el éxito de la plantación, el maestro de obra, debe rodearse de un equipo polivalente agrupando un conjunto de competencias sobre el paisaje, la horticultura, lo forestal, la gestión…. Este equipo está llamado a intervenir en todas las fases de elaboración del proyecto, La calidad del proyecto definitivo, resultara del trabajo común entre los gestores y los técnicos y en particular del respeto a las decisiones de cada uno.

Así, los responsables políticos, tienen que escuchar, decidir y encomendar los trabajos. Los técnicos tienen que estudiar y aconsejar el buen desarrollo de las operaciones. Corresponde pues a los técnicos la decisión de no plantar y a los políticos aceptar esta decisión…Es imperativo informar y asociar a los habitantes a la participación, principalmente cuando se trata de la tala de árboles que preceden a veces a las nuevas plantaciones. El dialogo entre los elegidos, los técnicos y los ciudadanos se realiza en una sucesión de etapas a cumplir con un orden estricto. A escala de la vida del árbol, es preferible perder uno o dos años, que plantar un árbol a contratiempo o abandonarlo por falta de previsiones concernientes a su mantenimiento posterior. Un cierto número de estudios preliminares deben ser realizados, para que el maestro de obra pueda integrar las molestias y potencialidades del lugar a plantar dentro del programa. Estos estudios previos identifican las condiciones ecológicas determinantes, los problemas de canalizaciones, los medios de gestión posterior y permiten también prever las disposiciones financieras necesarias.

Sumario del ante-proyecto (APS)

Al dosier de consultas a empresas (DCE), los técnicos arbolistas completan el trabajo del paisajista conceptor, definiendo con precisión los elementos técnicos a integrar en los Pliegos de Condiciones Técnicas Específicas de los trabajos. En el caso donde las prescripciones entren en conflicto, el arbitraje corresponde al maestro de obra, después de su validación por la empresa.

El seguimiento y control de los trabajos son responsabilidad de los maestros de obra o encargados. A ellos les incumbe suspender o levantar las plantaciones que no están realizadas de conformidad con los Pliegos de Condiciones Técnicas del proyecto.

Fabricar un medio favorable

El crecimiento y supervivencia de los árboles en la ciudad revela frecuentemente un reto, teniendo en cuenta los numerosos problemas que les son aplicados. Su suerte de llegar ser ejemplares adultos, de calidad, depende de la buena gestión técnica y de las operaciones realizadas en el momento de la plantación. Se trata pues de plantarlos desde el principio en las condiciones más favorables, con un suelo de calidad. Son condenados de antemano, en un suelo incapaz de suministrarles el mínimo vital de oxígeno y agua.

. – el oxígeno, indispensable y presente en los suelos blandos, es decir suficientemente porosos para que el aire pueda circular. Los suelos urbanos son generalmente muy compactos y fuertemente impermeables. Estas características se conjugan para reducir los cambios gaseosos; en disminución del oxígeno y el aumento del gas carbónico, que favorece la aparición de condiciones reductoras de moléculas toxicas.

. -el agua, es un elemento indispensable que en muchas ocasiones falta en el medio urbano. La fuerte compactación e impermeabilización de las superficies limitan en efecto su alimentación por las aguas pluviales. Los trabajos de saneamiento para la construcción de nuevos barrios tienden a bajar las capas freáticas que podían haber sido accesibles a las raíces. Es pues particularmente difícil asegurar las condiciones de vida biológica activa, principalmente de rizogenesis, en los suelos urbanos. Es por lo que la mezcla del suelo existente con el subsuelo es importante a favorecer, las aportaciones de buenas tierras dentro de los hoyos herméticos de paredes compactas, no consisten más que sistemas de cultivo en “grandes macetas “.

Sevilla.-Paseo Marques del Contader0.-Antes de la reforma

Perfiles y espacios plantables. -Perfil de la plantación

Es definido por el relieve natural o artificial proveniente de los movimientos de tierra simple y los límites impuestos por el medio inmediato, tales como los cerramientos, los caminos, los límites de calzadas, los edificios….

Estructura de la plantación

Se define a partir de la combinación de uno o varios estratos de vegetación, donde la disposición geométrica, el ritmo y el número de líneas pueden variar (setos, alineaciones, bandas forestales,) La elección de una estructura de plantación viene determinada por el proyecto paisajista. La elección final de las especies (o la única especie) no se determina hasta después de haber comprobado un conjunto de factores, delimitando el espacio realmente plantable, bien distinto del perfil de la plantación. La definición de la estructura de la plantación nos hace reflexionar sobre la densidad de la plantación. El éxito a largo plazo depende de la elección a partir del suelo y las necesidades de la especie relacionado a su desarrollo y grandeza. Las plantaciones densas en principio demandan ser esclarecidas posteriormente, esta operación generalmente no se realiza en realidad. Es pues conveniente plantar a la distancia definitiva.

Espacio plantable. -Un compromiso entre el paisaje y la economía

En un medio urbano fuertemente solicitado y perturbado, no puede haber un perfil tipo de plantación. Cada lugar a plantar es un caso particular, en el que hay que analizar las condiciones específicas. El éxito de un proyecto depende de la fase de análisis del lugar que permite definir el espacio plantable. En lugares nuevos, es posible que se den los medios de crear el espacio plantable deseado para una buena realización del proyecto. Sobre lugares antiguos, al contrario, la definición de un espacio plantables refleja de antemano el compromiso entre la voluntad del proyecto y sus condicionantes técnicos y financieros. Las cuestiones de este compromiso son importantes ya que el 80% del precio de una plantación corresponden al perfil establecido, el suministro de plantas y su plantación no intervienen nada más que un 20% restante. El compromiso financiero de elección razonable adquiere toda su importancia cuando uno comprende que las podas inducidas por las incompatibilidades del volumen de la copa y los espacios disponibles constituirán el 90% del costo del mantenimiento de un árbol adulto.

Análisis del lugar previo a la definición de un espacio plantable.

Desde el montante del proyecto, la toma en consideración de los elementos descritos anteriormente permite precisar las decisiones paisajísticas y conocer lo medios financieros y técnicos que serán tener en cuenta en la obra.

Estado del suelo

Los trabajos a emprender para asegurar unas buenas condiciones a las plantaciones dependen del estado inicial de los terrenos. Sobre el suelo natural de buena calidad aireado y poroso, en cantidad suficiente (de diez a quince metros cúbicos por árbol) una simple apertura de hoyo es suficiente. Sobre un suelo natural compacto, trabajos previos de des compactación deben ser previstos. Rellenos de calidad necesitan una preparación del suelo bajo forma de trabajos de descompactación y mejora por aportación de tierra vegetal. Aportaciones de tierras impropias a la plantación o suelos degradados, precisan una importante preparación, con la evacuación de los materiales existentes, descompactación de los suelos y aportación de tierra vegetal.

Factor hídrico

Un buen control del agua necesita una puesta en obra adaptada a cada situación. En presencia de una capa freática, de un exceso de agua o de un drenaje y simple o una conexión con el alcantarillado (atención a no secar demasiado el suelo). Si las condiciones hídricas son satisfactorias, un simple sistema de riego puede ser instalado para únicamente asegurar los primeros riegos de las plantaciones.

En condiciones de sequía durables, balsas y enlosados en suelos muy filtrantes, situaciones climáticas y topográficas particulares o ausencia de capas freáticas, un sistema de riego a acordar con las redes públicas, es a estudiar.

Redes subterráneas

Las medidas a tomar con referencia a las redes varían según su naturaleza y su posición armónica con los árboles. En los nuevos barrios, la presencia de redes de distribución a menos de tres metros de los arboles, puede exigir una petición de desplazamiento en un centro específico o bajo la calzada o con construcción de galerías técnicas. En los barrios antiguos las conducciones principales situadas a un solo lado a menos de un metro del eje de plantación son a desplazar al máximo y si es necesario a aislar por la colocación de un dispositivo (muros, placas de cemento…). En caso de redes a menos de un metro del eje de plantación es recomendado, no plantar, eventualmente tener el recurso de macetones sobre el acerado con plantaciones.

Espacio aéreo disponible

El volumen aéreo disponible para el desarrollo de las copas condiciona la elección de especies y su mantenimiento a largo plazo. Así, en ausencia de edificaciones cercanas o de servitudes a menos de diez metros del eje de la plantación, los arboles pueden desarrollarse libremente. Si existen restricciones a menos

Sevilla.-Paseo de Europa   .-Celtis australis                                                                                                                           Albizia procera en el Paseo de Colón

de cinco metros del eje de la plantación la elección se dirige a especies de pequeño desarrollo, de porte piramidal o de poda regular. En fin, la presencia de alumbrado público o de señalizaciones de tráfico pueden dar lugar a discrepancias en las alineaciones o podas particulares.

Limitaciones urbanas específicas

Desde el proyecto, las particularidades del contexto urbano deben ser integradas. Estas espicifidades referentes a la previsión de protecciones contra los automóviles (bolardos, muros…), contra la compactación (plantas cubresuelos protectores, vallas…), contra la sal y la polución química (zanjas y setos sobrelevados …).

Perfiles y dispositivos de plantación

Los dos ejemplos siguientes demuestran la importancia del respeto de una diligencia completa.

Análisis de situación en zona fuertemente urbanizada

El ejemplo de Vitry-sur-Seine permite insistir sobre las condiciones de éxito en una zona donde el espacio es muy solicitado. La definición de los emplazamientos a plantar se ha hecho a partir de un reconocimiento del sitio tomando en cuenta los problemas medioambientales y una firme voluntad de crear espacios de plantación de un volumen importante. La gestión de la tierra vegetal, así como la elección de las especies y las plantas en vivero han sido optimizadas. El seguimiento de las plantaciones y principalmente su riego, ha sido reflexionado desde el principio del proyecto.

El objetivo del diseño ha sido el de instalar un carril bus en un lugar limpio, sobre una carretera nacional de gran circulación.

Este diseño necesita una reestructuración total de la avenida existente, principalmente el desdoblamiento de la longitud del suelo. El proyecto inicialmente confiado a un paisajista ha sido completado por el maestro de obra.

Se trataba de concebir unas plantaciones desde una avenida bordeada de árboles a cada lado, no pudiendo ser conservados en las obras previstas. La tala y destoconado de los arboles existentes ha sido realizada a través de una técnica especializada y con informe a la población.

Las dimensiones de los hoyos de los arboles sobre un terraplén central (TPC) de una longitud de tres metros, ha tenido necesidad de levantar los materiales para encontrar el terreno natural, constituido de aluvión descompactado antes del aporte de 0´80 a 1´20 m. de tierra vegetal con el fin de conseguir 30 m3 de tierra para las raíces. Para la apertura de hoyos sobre los acerados, la presencia de redes subterráneas ha precisado una excavación con una pala mecánica, seguido de un trabajo manual para alcanzar las conducciones y encontrar el aluvión original. El espacio prospectable por las raíces a término, es evaluado de 12 m3.

Con respecto al origen y la puesta en obra de la tierra vegetal a causa de la proximidad, el criterio esencial escogido ha sido tomando además el antecedente cultural (colza) que no precisa de tratamiento con herbicida. La rapidez de la puesta en obra, aprovisionamiento de 800 m3 ha evitado cualquier almacenamiento y cualquier manipulación posterior.

Las especies escogidas fueron Tilia euchlora. -Tilo del Cáucaso para las TPC Y Aesculus hippocastanum “Baumanii “. –Castaño de flores dobles, para las aceras.

Las plantas de un calibre 20/25 en cepellón, procedentes de viveros alemanes, franceses y holandeses.

Análisis de planteamiento en una plantación en un nuevo espacio

El ejemplo de la Grand-Motte, muestra la importancia de la continuidad entre conceptos y gestores para los éxitos del proyecto. Igualmente, el testimonio de la importancia de la constitución de un equipo pluridisciplinar competente para el conjunto de soluciones técnicas.

Puntos fuertes del proyecto

. -Voluntad de un proyecto de diseño de litoral de gran envergadura para ordenar la actividad turística e impedir el desarrollo anárquico de la urbanización de esta zona sensible.

. -Fuerte implicación del estado para la adquisición previa de una gran extensión del terreno.

. -Puesta en el lugar de un equipo pluridisciplinario y numeroso, coordinado por una sola persona.

,. Voluntad marcada de salvaguardar y reconstituir los medios naturales, así como dejar un amplio espacio al vegetal y concepción de futuras vías.

. -Tomar en cuenta los temas ecológicos, desde la concepción (sequias, fuertes vientos, arena, sal…) con la selección de una paleta vegetal adaptada y la concepción de un sistema de riego eficaz.

Realización practica

. – Cuidadosa preparación de los suelos salinos con lixiviación, corrección o mejora y aporte de tierra vegetal, después de descompactar las zonas del paso de maquinaria.

. -Elección de las plantas, plantas jóvenes para las plantaciones en masa, troncos 6/8 a 12/ 14 para algunas plantaciones de hoja caduca, pinos de 3.00 a 3´50 m. de altura para algunas especies ejemplares.

. -Realización de un corta-vientos con hilo de nylon.

. – Riego integrado, por aspersión o localizado gota a gota funcionando de noche.

Gestión

Confiada en principio a la Compañía Nacional del Bajo-Rhone-Languedoc la gestión de las plantaciones que progresivamente han de ser recepcionadas por los Servicios del Ayuntamiento.

Consiste en los desbroces necesarios, los riegos, las podas de formación y los eventuales tratamientos fitosanitarios, la inclinación de las copas de los arboles no protegidos y sometidos a las brisas, el seguimiento de los tutores y sus ataduras….

Plantación sobre losas

La estructuración del paisaje en las operaciones urbanísticas contemporáneas hace uso frecuente a veces de plantaciones sobre losas. Este tipo de jardines no ha podido desarrollarse que después de la concepción de construcciones capaces de reforzar sus estructuras subterráneas (cimentaciones) y hacerlas aptas para soportar sobrecargas ponderables. Estas operaciones no son solamente costosas en inversión, sino que engendran costosos costos de mantenimiento.

La plantación sobre losas requiere una puesta en obra particular. El presente párrafo no se refiere nada más que a las reglas mínimas a respetar para garantizar un cierto éxito.

Definir las características técnicas de la losa

Estas señalaran en función del tipo de vegetacióny cantidad de tierra vegetal, así como la frecuentación prevista del público. Los datos tomados precisan sobrecargas a estimar desde el origen del proyecto.

Asegurar la estanqueidad de las obras

Este punto es esencial y teóricamente depende del impermeabilizado que es sobre el cual recae la responsabilidad. La intervención del paisajista se sitúa en aval, a partir de la concepción de los sistemas de riego y drenaje.

Asegurar un buen drenaje

La elección de materiales es muy importante ya que sus porosidades son un factor del aumento de peso y de la alterabilidad. Así, las placas alveoladas de polietileno, la arcilla expandida, la pucelana y las gravas seleccionadas son materiales interesantes. La puesta en obra de un mínimo de 0´07 m. de espesor de material drenante por 1´50 m. de espesor de tierra puede servir de ratio de base. Es importante pensar en rejas de protección de los puntos de evacuación y de sobredimensionar el diámetro de los drenes (acometidas de   100 mm. para una superficie de 100m2.)

Colocación de un filtro de protección

La colocación de un geotextil al fondo cubriendo por igual las paredes verticales es necesaria para evitar que se colmate el sistema de drenaje.

 

Jardines sobre terraza

Aportación de tierra vegetal

Esta aportación se hace de una sola vez evitando la compactación.

Riego

En un medio tan artificial, la red de riego es más aún que antes, un factor determinante del éxito. El sistema integrado por aspersión es sin duda el más interesante.

Reflexiones sobre la elección de las especies

Las diferencias y preconizaciones evocadas en esta obra se aplican a este tipo de perfiles. Solo, las condiciones particulares sobre las losas pueden, en algunos casos, limitar la selección de vegetales de gran desarrollo (problemas de anclaje y alimentación) y necesitan la colocación de pantallas corta vientos y de sistemas de anclaje.

Crear un suelo de calidad

La vida del árbol está condicionada por la calidad del suelo que debe permitirle un buen anclaje y asegurarle su alimentación. Es importante distinguir las nociones de subsuelo, suelo y tierra vegetal. El suelo es la formación natural de superficie de estructura mullida, de espesor variable, resultante de la transformación de la roca madre subyacente, bajo la influencia de diversos procesos físicos, químicos y biológicos.

El subsuelo en pedología, se define como la parte del perfil que no ha sufrido pedogenesis, es decir correspondiendo a la roca madre inalterada o una capa geológica distinta de la roca madre.

La naturaleza del subsuelo, principalmente su permeabilidad y su pH, son muy importantes de conocer.

La tierra vegetal corresponde a la capa superficial del suelo, enriquecida con materia orgánica, de espesor variable generalmente comprendida entre los diez y treinta centímetros.

Estos tres términos son bien distintos de la noción del sustrato, definido como soporte sobre el cual viven uno o varios organismos.

De la identificación de los problemas del medio en la fabricación de un suelo

El futuro de una plantación depende en gran parte, de la calidad del diagnóstico establecido de antemano en todo proyecto. Las etapas siguientes son pues a seguir metódicamente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Espacios de sombra sin apenas suelo

Identificación de los materiales del suelo y del subsuelo

Esto no se puede hacer nada más que con sondeos o de observaciones ya sea con un ahoyador pedologico, ya sea con una pala mecánica. En un medio muy urbanizado la compactación extrema de los suelos o la presencia de cimentaciones impermeables impiden la utilización simple del ahoyador. No nos queda más opción que aprovechar los trabajos que se realizan en la obra para observar el perfil existente. Esta primera aproximación da lugar a la alternativa siguiente, ya sea que los materiales sean de una calidad insuficiente para permitir una plantación sin grandes perturbaciones, ya sea que los materiales sean de mala calidad para ser utilizados en el lugar.

Este último caso, es el más frecuente en los lugares urbanos, constituidos de suelos agotados por las plantaciones anteriores y/o conteniendo productos tóxicos. Los suelos suelen ser frecuentemente “esterilizados “, es decir desprovistos de toda vida microbiana de una parte por la impermeabilización de la superficie, de otra parte, por la presencia de materiales aportados, tipo de escombros y cascotes. En el conjunto de estas situaciones, es necesario prever una evaluación de los materiales con el reemplazamiento con un sustrato de calidad.

En las extensiones urbanas; las pequeñas comunidades y los parques los suelos y subsuelos generalmente están poco perturbados.

Es necesario solo acogerse a los cinco grandes criterios determinantes, que permitirán una elección juiciosa de las especies. En estas situaciones, el éxito de la plantación no depende más que de la buena ejecución de las operaciones, después del trabajo del suelo, hasta la plantación.

Siendo reconocida la dificultad y el costo de fabricación de un suelo, es importante ajustarse, en la medida de lo posible a utilizar las existentes y a tomar toda clase de precauciones para preservarla dentro de la obra.

Jardines sobre  cubierta.-Kensington.-Londres                                                                                                                   Queen Elizabeth Roof Garden Bar & Café

Identificación de los factores limitantes

Al tener en cuenta los factores limitantes existentes permite considerar ciertos ajustes presupuestarios del proyecto. En el caso de suelos y subsuelos arcillosos, por ejemplo, un sistema de drenaje colectivo de los hoyos de plantación, previsto de antemano, asegura la evacuación satisfactoria del exceso de agua hacia un colector colectivo. (El dispositivo debe ser concebido en función de la topografía del terreno) En caso de existencia de una capa freática muy cerca (menos de cincuenta centímetros), aportaciones importantes de sustratos, permiten elevar el nivel de las plantaciones y asegurar así las mejores condiciones de desarrollo de los árboles.

Apuntar las molestias al medioambiente

En un estado de lugar existiendo la presencia de redes subterráneas, a partir de los análisis precisos de los planos definitivos suministrados por el concesionario, es hacer al mismo tiempo un análisis del suelo existente a fin de integrarlos en la concepción de los espacios a plantar (elección de dimensiones y forma de los hoyos)

Los problemas debidos a la construcción o a las redes aéreas se deben considerar igualmente en esta fase inicial. Ya que ellas pueden suponer un problema para poder realizar las plantaciones.

Importancia del subsuelo

Generalmente olvidado, el subsuelo juega un importante papel primordial, principalmente, en los movimientos de agua. La creación de continuidad entre el suelo y el subsuelo es esencial y puede ser mejorada por la instalación de capas drenantes, por ejemplo.

Calidad de las tierras de aportación. -Recomendaciones generales

Estas deben ser escogidas en función de ofrecer una mejor aireación, permeabilidad retención de agua, y la reserva de elementos nutritivos necesarios para el desarrollo del vegetal. Es pues importante la elección de la tierra vegetal después de un análisis completo; granulométrico y químico realizado por un laboratorio acreditado.

La elección inicial de la tierra vegetal es por tanto más determinante de lo que se cree, es el momento de corregir totalmente los graves desequilibrios, con la aportación para toda la vida del árbol. Un cierto equilibrio entre los elementos gruesos y los elementos finos. Los elementos gruesos como las piedras de más de dos centímetros y los cascotes de dos milímetros a dos centímetros de diámetro, deben estar presentes en una proporción máxima de un 5%. Los elementos más finos, de tipo limas de 0´002 0´02 mm. de diámetro no deberían exceder del 40% de los componentes del suelo. El equilibrio entre arcillas y limos es importante buscar en la medida donde el comportamiento del suelo depende directamente. Si los coeficientes de arcilla exceden el 25% se comporta como arcilloso. El óptimo se sitúa pues hacia el 2º o 22 % de arcilla. La composición química a buscar se basa sobre un pH comprendido entre 5`5 y 7, un coeficiente en materia orgánica de un 1´5 % mínimo en peso seco (método ANNE) y un resulta C/N comprendido entre 8 y 15. La tierra vegetal no debe llevar elementos tóxicos, ni de pesticidas remanentes, lo que es un peligro frecuente cuando se trata de suelos de procedencia agrícola. Hace falta en fin evitar una tierra donde aparezcan trazos de hidromorfia bajo forma de manchas azules u ocres.

Aprovisionamiento de tierra vegetal

En las grandes aglomeraciones urbanas es difícil encontrar tierras respondiendo a las características descritas en las cantidades y volúmenes necesarios. Esta falta de disponibilidad en tierra vegetal trae problemas en la realización de grandes obras y conduce a aprovisionamientos muy heterogéneos por los orígenes variados de procedencia. Además, el alejamiento de los lugares de suministro produce sobrecostos en transporte. Es igualmente difícil de encontrar en calidades texturales requeridas, cuando el equilibrio entre arcillas y limos es esencial para evitar los problemas de compactación. Los riesgos de permanencia de herbicidas agrícolas no deben ser olvidados, sabiendo que ciertas materias activas de los herbicidas son igualmente nocivas para los vegetales ornamentales.

Estos problemas son más importantes cuando las tierras son cultivadas hasta el último momento antes de su extracción, sin periodo de reposo, favorable a la lixiviación natural de los productos. De cara a estas dificultades y teniendo en cuenta cuestiones sobre el futuro de las plantaciones, un cierto número de colectividades se preguntan sobre el interés y la fiabilidad de una tierra vegetal artificial. Los principios de la fabricación de basan sobre la búsqueda de texturas equilibradas, constituidas por materias de origen orgánico y de fibras de madera asegurando una buena aireación al suelo futuro. Un proceso en cinco fases permite conseguir el producto final. Las tierras de extracción son localizadas por sondeos pedológicos, después fraccionados para seleccionar. La pila en lima arcillosa y los sustratos orgánicos. La mezcla definitiva es obtenida por la aportación de fibras leñosas y completada con eventuales aportes correctores de elementos químicos y/o biológicos.

Gestión de la tierra vegetal

Las calidades de una tierra vegetal no son conservadas nada más que si un cierto número de precauciones se tienen en cuenta. La principal precaución es la de coordinar los canteros para tener el mínimo de operaciones de transporte. A partir de la localización agronómica de la altura de la tierra utilizable (0´15 A 0´30 cm.), la operación de decapado es a efectuar cuando las condiciones de suelo seco, la humedad óptima corresponde al 50% de la capacidad de reacción.

En caso de que el calendario de los trabajos impida la utilización directa de la tierra sobre el terreno excavado, el almacenamiento debe satisfacer ciertas condiciones. Debe ser en áreas de almacenamiento perfectamente limpias y drenadas a fin de evitar el encharcamiento de las tierras Una pendiente mínima en orden al 2% hacia un punto de desagüe es aconsejable. En altura el montón no debe acceder de 2 a 3 metros a fin de permitir la extracción de las tierras sin tener que circular sobre el montón con el peligro de compactarlas. Si el tiempo de almacenaje dura más de seis meses, es preferible, encespedar el montón de tierra, un simple rye-grass evita o limita la aparición de raíces adventicias, así como elementos coloidales lixiviadores y minerales del suelo. Este encespedamiento mantiene la porosidad del suelo y puede servir de abonado en verde. Por un almacenaje de más de un año. Una protección del montón por telas, toldos o plásticos pueden considerarse. Es difícil averiguar a lo largo de la obra que la tierra vegetal aportada sea la que se expresa en los Pliegos de Condiciones Técnicas Específicas. En efecto algunas colectividades prefieren comprarla antes y después realizar ellos mismos el almacenaje. Esto permite optar a oportunidades de compra, escapar de la “especulación “existente en la época de las plantaciones y de obtener la tierra en las mejores condiciones y de disponer en todo momento de un material fiable.

Mejora de las tierras aportadas.

Los aportes a realizar dependen de la calidad de las tierras inicialmente utilizadas, verificada por análisis químicos. Las experimentaciones son todavía insuficientes para dar una composición tipo y absoluto del suelo…. Solo los análisis permiten detectar y paliar las eventuales carencias, sabiendo que la elección de especies adaptadas resta primordial para garantizar el éxito a largo plazo. Para asegurar un buen nivel orgánico, esencial para la vida microbiana, la aportación de compost o estiércoles descompuestos pueden ser aconsejables, las dosis de aportación dependerán de la calidad del suelo de inicio, así como el tipo de formulación. La aireación del suelo donde el volumen de oxigeno disponible para las raíces y los microorganismos es favorecido por la incorporación de elementos porosos (arcillas expandidas…). Esta aportación se considera particularmente útil cuando se trata de suelos compactos. Estas mejoras peligran a ser solo puntuales, si no existe de antemano una preparación cuidadosa del espacio a plantar.

 

 

Preparación del terreno a plantar. -Principios generales. -La descompactación

La preparación física de los terrenos es una de las condiciones del éxito de las plantaciones a largo plazo. Uno de los principios básicos es asegurar el máximo de descompactación en profundidad con el fin de favorecer el enraizamiento. Esta intervención es a realizar según las diferentes situaciones de las plantaciones, condiciones del terreno (parques) terrenos contaminados (creación de nuevos espacios zanjas, alineaciones, paseos) o setos.

Plantación sobre el terreno en el sitio

Lo mismo si se trata de árboles aislados, la realización de las preparaciones se trata de un trabajo de suelo completo, con subsolado, labores y capas superficiales. A condición de ser realizado sobre un terreno seco o perfectamente secado, esta preparación evita los riesgos de alisadura y asegura una descompactación en profundidad. Cuando un trabajo no se puede realizar en su totalidad, el suelo debe ser acondicionado en el lugar de las futuras plantaciones sobre un volumen mínimo de 1 a 2 m3 (al mínimo 1`40 x1´40×0´50 m.). Este trabajo no debe ser realizado profundamente para no mezclar las capas profundas más o menos estériles. La utilización de gradas para disminuir el riesgo de alisaciones, es preconizado para este tipo de labrado.

Plantaciones sobre terreno perturbado con aportación de tierras

Al finalizar el decapado y antes de aportar la tierra vegetal es imperativamente necesario romper el fondo del suelo. Esta operación de subsolado es a realizar a una profundidad de 0´40 cm. más o menos por un riper o tractor de cadenas y con suelo seco. Esta preparación impide la formación de encharcamientos de aguas estancadas nefastas para las raíces de los arboles, asegurando una buena circulación del agua, después de la superficie hasta el subsuelo. La tierra vegetal es seguidamente esparcida en condiciones de sequedad y evitando al máximo la compactación por utilización de maquinaria.

Los hoyos de plantación

El replanteo y jalonamiento del terreno después de la nivelación son etapas importantes a respetar y realizar con cuidado en la obra y el resultado final (principalmente cuando se trata de plantaciones de alineación).

Dimensión de los hoyos

El futuro de las plantaciones este mejor asegurado cuando los hoyos de plantación son grandes y existe una continuidad entre el hoyo y el suelo existente. Y entre los hoyos ellos mismos. En ausencia de estas continuidades la alimentación del árbol es únicamente determinada por la dimensión del hoyo. Si uno se refiere a los trabajos de J. Kopinga, un árbol en el cual la sola alimentación dependa de la lluvia, tiene necesidad de un mínimo de 0´75 m3 de suelo prospectable por metro cuadrado de proyección de la corona al suelo…o sea 37 m3 por un árbol que tenga una corona de 8 m. de diámetro (lo que corresponde a cerca de 50 m2 de proyección del suelo). La continuidad hoyo suelo y subsuelo es obtenida por señalamiento y rotura del fondo del hoyo a plantar con la ayuda de una pala mecánica de dientes. Esta operación favorece los cambios de agua y gases y la penetración de las raíces. Los hoyos deberán ser lo más grandes posibles…. En el estado actual de los conocimientos parece que a partir de hoyos de 15 m3 se puede asegurar el futuro de los árboles de gran desarrollo. La forma y las cotas de los hoyos, dependen de diversas dificultades con las redes, la calzada…. Podrán ser indiferentemente cuadrados, rectangulares o redondos. Por el contrario, una falta de superficie no puede ser compensada por un a profundidad suplementaria, en la medida donde la actividad biológica y los elementos asimilables por las raíces están poco presentes a más de un metro de profundidad. En caso de creación de bandas continuas de plantación las cotas deben tener en cuenta el espacio disponible. El mínimo requerido es de 1´20 m. de profundidad sobre 1´20 m. de longitud.

Apertura de hoyos con aportación de tierra vegetal

La apertura de hoyos se hace con una pala mecánica excavadora provista de un cazo dentado en condiciones de suelo seco o perfectamente secado. La tierra vegetal manipulada con los cuidados descritos en los capítulos precedentes, es aportada al mínimo tres meses antes de las plantaciones con el fin de que se compacte de forma natural (bajo reserva de lluvia durante este periodo). Por este conjunto de razones, estos trabajos deben ser realizados preferentemente a fines de verano. En zonas de fuerte presión urbana, puede ser oportuno escoger las fechas de las vacaciones veraniegas para realizar estos trabajos.

Prever las protecciones provisionales de los hoyos

Es imperativo permitir a la tierra vegetal compactarse de forma natural, fuera de toda compactación debida al pisoteo o a la circulación de vehículos. Una protección del hoyo relleno de tierra vegetal debe ser prevista, hasta el periodo de plantación propiamente dicho. También la colocación provisional de estacas en los cuatro costados del hoyo enlazados con listones de madera prohíbe todo acceso a los peatones y a los vehículos. L a protección puede igualmente ser asegurada por la colocación de un revestimiento del suelo provisional, como una capa de grava o cemento sobre un geotextil, a condición de prohibir la circulación de vehículos. En fin, si el proyecto final prevé la colocación de bordillos, su colocación definitiva desde la apertura del hoyo, garantizara una buena protección.

Control del agua, riego y drenaje

El medio urbano, fuertemente marcado por la sequedad, puede precisar de regulaciones del agua invernales con el fin de evitar riegos de asfixia de las raíces por encharcamientos. Lo mismo temporales.

Pero permite controlas el exceso de agua, el drenaje favorece el desecamiento del suelo en verano. Por contrario, un riego sin posibilidad de evacuación es peligroso. Drenaje y riego son pues indisociables.

Drenaje

Es particularmente necesario en suelos de textura muy arcillosa o en caso de capas freáticas próximas a la superficie. Según los lugares de plantación, el drenaje puede ser colectivo o individual.

Drenaje total

Muy eficaz, este sistema a prever si la topografía del lugar ofrece posibilidades de enviar a un colector natural o una red de alcantarillado las aguas pluviales. El dispositivo debe ser siempre realizado antes de la aportación de la tierra vegetal.

Drenaje individual

Concierne al drenaje de cada hoyo, cuando el drenaje total no puede resolver el problema. Esto nos permite la sola regulación de las aguas pluviales en exceso al interior del hoyo y consiste en la instalación en el fondo del hoyo, de una capa drenante compuesta por gravas, piedra y ladrillo triturado o roto. La cobertura de la capa drenante por un geotextil es esencial para evitar colmataciones por elementos finos de la tierra vegetal.

Riego

 El riego de las plantaciones urbanas es imperativo para facilitar el arraigue y arranque de las plantaciones durante los primeros años después de la plantación. No puede en ningún caso paliar la elección de especies poco adaptadas a ciertas condiciones de sequía.

Riego localizado colectivo enterrado

Este tipo de riego se realiza por instalación subterránea de canalizaciones previstas de goteros. A pesar de su fiabilidad, este sistema requiere un buen mantenimiento para verificar su buen funcionamiento de los goteros y la limpieza continua de los filtros. Es mayoritariamente adaptado a plantaciones de praderas de césped. El riego enterrado puede también concebirse a través de tubos porosos, difundida el agua a nivel de las raíces.

Riego individual

Los riesgos de una sequía estival provocada por los drenajes individuales se evitan colocando un tubo de plástico capaz de aportar agua a la parte drenante, jugando el papel de reserva de agua. La remonta capilar del agua a nivel de la tierra vegetal es facilitada si el geotextil que recubre la capa drenante desciende hasta el fondo del hoyo sobre uno de los lados. El geotextil hace el “efecto mecha “. El riego puede hacerse por la colocación de un dren tipo agrícola dispuesto en espiral dentro del hoyo y suficientemente largo para recibir una cantidad de agua significativa.

Elección de especies. -La ciudad un universo vegetal cosmopolita

Desde finales de la Edad Media, en particular, después del retorno de las Cruzadas de Tierra Santa y de las primeras expediciones al otro lado del Atlántico, las ciudades del viejo continente acogen nuevas especies vegetales. En el siglo dieciocho adquiere la amplitud, bajo la impulsión de ricos coleccionistas apasionados por la botánica que alimentaron a sus propietarios de especies raras recolectadas a través de viajes científicos sobre todos los continentes. Esta moda del vegetal exótico que había hecho famosa la ciudad de Nantes o Burdeos, se difunde rápidamente a través de todo lo largo del siglo diecinueve en todo el conjunto del territorio a través de la creación de muchos jardines botánicos. Así durante más de doscientos años, cientos de especies más extraordinarias unas que otras han sido importadas, plantadas en alineaciones en nuestro suelo. De este trabajo de observación ha nacido lo esencial de las especies utilizadas. Después de unos cincuenta años de reducción de las especies utilizadas, los últimos problemas fitosanitarios, tales como el olmo o el plátano, han revelado peligros, en una paleta vegetal demasiado limitada. Es la hora de la diversificación-

Paris.-Albizia julibrisin

La elección de especies. -Una doble aproximación

Que la primera aproximación sea sensible o deductible, la elección final de la especie a plantar revela una elección razonada. En aproximación sensible, la elección es totalmente subjetiva, guiada por motivaciones afectivas o simbólicas…El error será de permanecer en este estado, sin otra solución, intentando verificar la adaptación de la especie deseada a los diferentes parámetros del medio y de la gestión. El problema de una tal verificación, sea la especie inicialmente escogida dentro del proyecto respondiendo a criterios de adaptabilidad y puede ser retenida, ya sea lo contrario, razones de mala adaptación condenan su buen desarrollo a largo plazo y suponen su rechazo.

La aproximación deductible se hace según un modo objetivo a partir del análisis de los diferentes parámetros a tener en cuenta para asegurar el éxito de una especie sobre el lugar.

Esta diligencia conduce a la selección de una paleta vegetal adaptada a las condiciones analizadas.

La elección final se hace entonces al interior de esta paleta según los criterios más efectivos.

Principales criterios en la elección de especies

La elección razonada de una especie responde a tres criterios fundamentales, los referentes a la adaptación al medio, la estética y la gestión del árbol. Los anexos a esta obra permiten verificar las características de las principales especies y cultivars y orientarnos a una elección definitiva. Lo esencial de los datos emana de encuestas realizadas en 1991, a través de diferentes profesionales reconocidos por su competencia.

Elección en función del medio

A partir de la toma en consideración de los tres factores principales climáticos que son, el frio en invierno, el calor en verano y la pluviometría. El Laboratorio de Ecología de la Escuela Nacional Superior del Paisaje de Versalles ha establecido una carta bioclimática simplificada fragmentando Francia en nueve zonas. Los límites entre las diferentes zonas son muy progresivos y dan a conocer sobre el terreno un conocimiento de eventuales microclimas. El medio urbano puede suponer aumentos de temperatura en algunos grados, autorizando la introducción de especies más meridionales.

La adaptación de una especie a los diferentes tipos de suelo, se basa en la identificación de cinco criterios determinantes que son la textura, la estructura, la acidez, la alimentación de agua, la hidromorfia y la profundidad. Las particularidades de los suelos urbanos deben ser tenidas en cuenta. Son en efecto muy marcadas por la sequedad, la compactación y el escaso volumen de tierra disponible por las raíces. Estas características producen comportamientos a tener en cuenta a la hora de elegir las especies. Por ejemplo, las especies con rebrotes de raíz, como el ailanto. –Ailanthus altissima. – para terrenos secos y superficiales. En condiciones urbanas difíciles, la elección de portainjertos es importante y puede permitir cierta diversificación de la paleta vegetal.

Este eje de trabajo, aun poco explotado, puede ser ilustrado, por ejemplo, por utilización de cerezos ornamentales injertados sobre mirabolano. –Prunus avium. – de carácter neutrofilotico, autorizando así una mayor plasticidad cara al pH del suelo.

La elección de especies se hace según las disponibilidades y tamaños, tanto por la copa como por las raíces de los árboles. Es entonces importante de conocer la dimensión o tamaño de la especie en su edad adulta, así como su porte.

Algunas situaciones necesitan por parte de las vegetales adaptaciones muy particulares. Las anotaciones de los anexos permiten seleccionar las especies, resistentes al viento, a los aires marinos salados, a las heladas precoces o tardías o a las condiciones de luz (adaptación a la sombra o al pleno sol).

Sevilla.-Lagerstroemia speciosa

Elección según la estética

Haciendo referencia a la calidad del follaje la consulta a las tablas anexas permite seleccionar las especies según el tipo de hojas y su forma (ejemplo, hoja tipo compuesta y de forma lobulada) así que, según los diversos colores adquiridos por el follaje al curso de la primavera, del verano o del otoño. La persistencia del follaje, su precocidad y el escalonamiento de la caída de las hojas son igualmente precisados.

La floración y el fructificación pueden ser uno de los objetivos buscados. En este caso, la elección de las especies puede estar dirigida al interés por el color, el perfume, y la época de floración y fructificación. La elección de una especie según su porte no revela siempre solo su preocupación estética, busca igualmente su respuesta a los problemas del medio o las del gestor. El porte de cada especie es evocado en el término de poda globosa, ovoide, cónica, piramidal, fastigiada, tortuosa, llorona….

Elección según los criterios de gestión

La mayor o menor disponibilidad referente al suministro de una especie en vivero, puede influenciar en la decisión final.

Los datos seleccionados precisan para los vegetales de dimensión corriente (es decir hasta el calibre 16/18 cm. per. circ para el tronco), el más fácil de suministro en vivero. El suministro es considerado fácil cuando es posible encontrar sin dificultades lotes de plantas homogéneas en vivero.

Es en general la gama clásica de vegetales. El suministro es estimado fácil cuando los vegetales son disponibles en pequeñas cantidades o aun cuando hay que buscar en viveros del extranjero.

El suministro es considerado difícil cuando solo pequeñas cantidades son disponibles y principalmente en viveros muy especializados. De forma general, los grandes sujetos de calibre superior a 18/20 son más difíciles de obtener en Francia, igual si el mercado tiende a organizarse para responder a esta nueva demanda y ofrece de vez en cuanto este tipo de producto.

La toma en cuenta de la rapidez de crecimiento se considera muy importante

En la época de lo efímero y del “pret a porter”, la elección de dirige frecuentemente a especies de crecimiento rápido. Sim embargo puede haber inconvenientes como el de una corta longevidad, una madera frágil, fácilmente desgajable, un gran desarrollo difícil de dirigir…son elementos a tener en cuenta para la futura gestión.

El crecimiento de las especies está repartido en tres clases: rápido, medio y lento. Estas tres clases de crecimientos son dados por los vegetales escogidos por su buena adaptación a las condiciones del medio y plantadas como mandan los canones.

La longevidad es una noción delicada a precisar en la medida donde las eventuales malas condiciones de crecimiento de un árbol pueden acelerar la sucesión de sus diferentes fases de vida y hacer entrarle prematuramente en fase de senectud.

Tres clases de longevidad potencial han sido tenidas en cuenta.

La longevidad estimada endeble cuando ella no supera los ochenta años, mediana si está comprendida entre los ochenta y los ciento cincuenta, e importante si sobrepasa los ciento cincuenta años. En el medio urbano muy restrictivo, la longevidad clásica admitida de los vegetales es más disminuida, algunas veces a dividir pos diez.

La sensibilidad a los ataques parasitarios no debe ser olvidada

El futuro de una plantación puede ser comprometido por la elección de especies que presentan una sensibilidad marcada a un parásito incurable.

Ataques parasitarios repetidos sobre una especie, no solamente perjudican su desarrollo, sino que aumentan igualmente los gastos de gestión de los arboles atacados (tratamientos fitosanitarios). Las principales enfermedades y parásitos depredadores descritas en el conjunto de fichas anexas.

La elección final debe tener en cuenta las dificultades resultantes de las características particulares. Es generalmente el caso de las especies de enraizamiento superficial o que rebrotan fácilmente de raíz o muy toxicas o todavía las que tienen fructificaciones molestos. Para facilitar la elección de especies, el fascículo anexo propone recapitulaciones temáticas. Tampoco es necesario olvidar que la selección de una paleta vegetal debe basarse sobre las características climáticas y pedológicas de cada lugar.

Adquirir plantas de calidad. -Las cuestiones

Las plantaciones urbanas se realizan buscando la obtención rápida de un paisaje susceptible de crear un efecto inmediato a la población. Deben por tanto ser concebidas para resistir el vandalismo. Estas razones hacen que pensemos en plantaciones de árboles de gran grosor, los tronco 12/ 14 “clásicos “han sido abandonados y sustituidos por arboles de mayor calibre. Estas tendencias precisan una adaptación de los ciclos de producción en los viveros que tienen que responder a la demanda. La activa inadecuación entre la oferta y la demanda en arboles de gran calibre observada por parte de la historia, seguido de una banalización de las especies plantadas después de la guerra y de la voluntad de plantar masivamente plantas baratas. Esto deriva igualmente a las fuertes cargas fiscales que pesan en Francia sobre los stocks en vivero y de la pérdida de un “savoir faire “. Estos factores han contribuido a una muy fuerte disminución de la producción de plantas de gran desarrollo y a un empobrecimiento de la gama de vegetales en los viveros franceses.

Después de los años ochenta, la toma de consciencia del envejecimiento de los árboles en las ciudades y la importancia de acuerdo a la calidad de vida. Arrastran a una nueva demanda de especies diversificadas y de gran tamaño y calidad, capaces de responder rápidamente a las ambiciones de los proyectos urbanos. El éxito de estos proyectos depende del respeto a las distintas etapas en la elección de las plantaciones. El trámite de poner en obra este capítulo, o la simple selección de las plantas menos caras sobre un catálogo, no es suficiente.

Los criterios de calidad son más importantes que la voluntad de plantar ejemplares de grandes dimensiones de más edad, lo que supone de antemano mayores problemas. Los errores técnicos son muy notables en los arboles jóvenes y cuestan más caro.

Plantas de calidad cultivadas en Air Pot

Criterios de calidad de una planta

Se refiere tanto en el aspecto aéreo como el radicular, deben ser verificados por visitas a los viveros permitiendo, a la vez, reservar las plantas escogidas en el mismo.

Calidad del sistema radicular

La buena reanudación de las plantas a la plantación depende de la calidad y de la cantidad de raíces activas y de la cabellera radicular. Para las plantas de calibre importante, es pues necesario que los trabajos culturales favorezcan la creación de raíces secundarias funcionales, limitando el desarrollo en longitud de las raíces principales.

Desde el principio de las plantaciones o trasplantes realizados regularmente y permitiendo no dejar la parte de operaciones de las raíces en vivero, cuando el arranque.

El número máximo de trasplantes necesarios para la obtención de plantas de calidad, en los diferentes calibres comercializados, es precisada, para cada especie, en los anexos de esta obra. Un tronco de Acer sicomoro aurea,por ejemplo, sufre tres trasplantes. El número de trasplantes dado por los vi veristas de árboles ornamentales comprende generalmente todo aquel cambio de lugar de la planta después de la siembra. El primer repicado en vivero de multiplicación, así como el traslado a vivero de crecimiento son contados en el número de trasplantes anunciado.

Calidad de la parte aérea

La calidad de la parte aéreas se aprecia a partir de la rectitud del brote central único (salvo en el caso de las plantas enmatolladas), de la ausencia de heridas en el tronco o producidas por las máquinas de cultivo, la homogeneidad de las ramas y la copa para lotes dedicados a alineaciones y el buen equilibrio entre la altura total y el diámetro del tronco, a excepción de las plantas injertadas en la cabeza. Las plantas equilibradas tienen una sintonía, entre la altura total sobre el diámetro al cuello de sesenta a ochenta para las especies de hoja caduca y de veinticinco a cuarenta para las coníferas. Estos síntomas permiten una apreciación de la robustez y del equilibrio de una planta, estando directamente relacionadas a los espaciamientos practicadas en el vivero, plantas demasiado juntas y compactas crecen en altura para buscar la luz en detrimento de su crecimiento en diámetro.

Forma de las copas

Esta debe respetar la fisiología del árbol y responder a los usos futuros. Las plantas flechadas permiten obtener todas las formas deseadas, a condición de que un seguimiento correcto le haya sido practicado. Este no es el caso de las plantas que han sufrido despuntes o pre- formaciones en vivero. Por el contrario, algunas formas especiales pueden ser preparadas para construir pantallas, túneles u otra forma arquitecturizada. Solo falta verificar el respeto de las reglas del arte de las podas de formación efectuadas en vivero.

Elección del calibre de una planta

La búsqueda de un efecto inmediato y de una resistencia al vandalismo (una planta de grandes dimensiones es más respetada que una planta joven) orienta hacia vegetales de calibres importantes plantas 14/16 a 16/18 (los calibres corresponden a la circunferencia del tronco medida a 1´00 m. del suelo; un tronco 14/16 tiene una circunferencia de 14/ 16 cm. de circunferencia a 1´00 m. del suelo) son las más buscadas para alineaciones urbanas. Plantas de 20/ 25 45/ 50 para marcar los sitios y los paseos, plantas de calibres superiores a 45 / 50 para plantaciones excepcionales o para ejemplares aislados.

Elección del embalaje

Esta elección depende del calibre deseado y de la especie elegida. Cualquier precisión es aportada en detalle en los anexos, recapitulando las características de la especie. El acondicionamiento de las raíces desnudas es el más frecuente para los troncos de las especies de hoja caduca calibre inferior o igual a 16/18 con la excepción de todas las especies de arraigue delicado.

El acondicionamiento del cepellón es preconizado para las especies de hoja persistente de calibre superior a 16/18 y las coníferas, las especies de hoja persistente, las especies de arranque delicado. La tierra de un cepellón debe der mantenida por un sistema radicular bien desarrollado. Ninguna raíz cortada de diámetro superior a dos centímetros debe aparecer en la periferia del cepellón.

La dimensión del cepellón debe estar de acuerdo con el calibre de la planta, en principio, el diámetro del cepellón es tres veces superior a la circunferencia. Para el transporte los cepellones deberán ser protegidos con la ayuda de una tela de yute, o de paja, o una delicada malla no galvanizada.

El transporte de grandes ejemplares puede necesitar la construcción de un bac alrededor del cepellón.

El acondicionamiento en contenedores ofrece facilidades de manipulación y la posibilidad de plantar todo el año, pero la calidad de las raíces no se obtiene, si no se siguen reglas estrictas en la producción. La duración de un cultivo en el mismo contenedor, no debe exceder a dos años de vegetación. El ritmo regular de los trasplantes en recipientes de volumen superior, permite evitar los riesgos de espiralizacion de las raíces o moños contra las paredes de un contenedor demasiado pequeño. Estas deformaciones radiculares son definitivas e impiden un buen anclaje de la planta posteriormente.

El diámetro del contenedor debe ser proporcional al del tronco. La producción en contenedor debe ser proporcional utilizando sustratos artificiales a base de cortezas y de turba pueden suponer dificultades de adaptación del vegetal, una vez plantado en su medio definitivo. Es aconsejable prever una zona rica en materia orgánica alrededor del cepellón, ligeramente a la salida del contenedor para disminuir los riesgos de heterogeneidad entre el sustrato de cultivo y el suelo del lugar.

Disponibilidad de plantas en vivero

El suministro de planta no se debería sin hacer visita a los viveros. Una verificación de los criterios de calidad permite constatar la real disponibilidad de la producción local, frecuentemente muy diferente de las listas anunciadas en los catálogos. Estos problemas de disponibilidad de plantas, en especies deseadas penalizan los suministros y finalizan por ser factores determinantes de elección.

Los contratos de cultivo podrían der una solución, en ciertos casos.

Contratos de cultivo

El contrato de cultivo es una petición de plantas al vivero hecha de antemano. Tienen por objetivo el control cuantitativo y cualitativo y financiero del suministro de vegetales para una obra. Garantiza a término de realización practica de un paisaje conforme a los objetivos del proyectista. Los vegetales se convierten en la propiedad del maestro de obra después de la recepción de la puesta en cultivo y pago de lo acordado en este trato. Este principio debe ser previsto en las cláusulas administrativas, ya que en ellas se define precisamente la naturaleza del contrato

Justificación

Este procedimiento tiene ventaja e inconvenientes.

Es porque esta opción de suministro no deberá ser tomada sin un análisis previo completo.

El maestro de obra se encuentra frecuentemente confrontado al hecho de que ninguna empresa consultada para los trabajos, no esté en condiciones de suministrar los vegetales respondiendo a las normas establecidas en el Pliego de Condiciones Técnicas o bien, que las empresas propongan lotes heterogéneos de calidad insuficiente que no permitan atender los objetivos paisajistas del paisajista.

En la medida que la fecha de los trabajos es imperativa, la sola alternativa es la de plantar los vegetales disponibles en los viveros, no respondiendo nada más que parcialmente a las características específicas solicitadas.

Es pues para paliar este tipo de dificultades y después de haber evaluado las capacidades del mercado para asegurar en el momento de la plantación el suministro de vegetales, que se justifica este recurso del contrato de cultivo.

Este no puede ser concebido al menos dos años antes de las plantaciones previstas, las especies, las categorías y las cantidades de vegetales a plantar. Esto supone que el coste del proyecto original no corra el riesgo de ser fundamentalmente modificado, por razones políticas y/o financieras.

Problemas del contrato de cultivo

El contrato de cultivo es relativamente pesado para gestionar ya que las reglas técnicas y financieras del suministro de vegetales son realizada sobre varios años.

Es un problema que no existe cuando el suministro está previsto en el contrato de la empresa realiza los trabajos. La concepción, de la puesta en funcionamiento y la gestión del contrato de cultivo precisan de la intervención de un cuadro técnico especializado, competente y vigilante.

El financiamiento es en gran parte, el sesenta por ciento más o menos, una inversión anticipada que debe ser prevista en el presupuesto de la obra.

Los cambios deben ser respetados para evitar plus valías y una degradación eventual de la calidad. Para remediarlo en parte, es procedente prever una cláusula de anticipo o retraso del suministro.

En resumen, la puesta en marcha de un contrato de cultivo necesita el respeto de varias etapas.

Se trata en principio de analizar el proyecto para verificar que el procedimiento se justifica.

Después de una descripción especifica de los vegetales y su modo de cultivo debe ser establecido. Los viveristas deben ser seleccionados según sus competencias y su localización. Un control preciso de la puesta en cultivo permite validar el contrato con controles en el curso del cultivo para verificar la calidad del producto.

La entrega debe estar perfectamente coordinada con la marcha del cantero de plantación.

Plantar dentro de las reglas del arte

La plantación propiamente dicha, es generalmente retenida como el instante simbólico donde se juega el porvenir de los árboles, no es más que una balda de la cadena completa que empieza en la concepción del proyecto y sigue durante toda la vida del árbol.

Es decir, la etapa de las etapas preparatorias y de los cuidados simples, pero regulares para asegurar la vida del vegetal una vez plantado. Al momento de las plantaciones, el éxito depende por tanto en mucho de la observación de las reglas del arte de la jardinería y del estricto respeto a un calendario, que permite una buena organización de los canteros y evita que las plantas no sufran después de su arranque en el vivero.

Épocas de plantación

Para la mayoría de las especies, la plantación debe ser efectuada entre octubre y marzo, evitando los periodos de heladas fuertes y nevadas si las hay, las fuertes lluvias y el suelo excesivamente enfangado.

Salvo casos particulares, las plantaciones tardías en primavera son desaconsejadas para lagunas especies. Los vegetales, habiendo ya iniciado la vegetación, sufren un importante traumatismo cuando son trasplantados y los peligros de sequía temprana necesitan copiosos y frecuentes riegos.

Algunas especies se deben plantar en periodos muy precisos; los cipreses preferentemente en abril y mayo, los pinos y de una manera general las coníferas, a finales de agosto o principios de septiembre. Las plantaciones de zonas de montaña son un poco particulares.

Dando por hecho las dificultades de plantación en invierno (frio. nieve…) las plantaciones se desarrollan ya sea muy pronto en la estación desde octubre, ya sea al contrario de abril a mayo. Las plantas deben proceder de viveros de zonas de un régimen climático parecido. En viveros en efecto, las plantas peligran, en octubre de ser insuficientemente lignificadas y endurecidas a nivel de su brote terminal o en abril de iniciar la brotación.

Transporte y almacenaje de las plantas

Para las plantas a raíz desnuda, una corta exposición de las raíces al viento al sol y al frio, comprometen el arraigue y el desarrollo de los vegetales. Algunas precauciones deber ser tomadas para proteger el sistema radicular desde su arranque en vivero y la plantación, el maestro de obra debe en este momento asegurar una buena coordinación, a fin de que exista una adecuación entre la llegada de las plantas a la obra y el desarrollo de la plantación. Desde el arranque de las plantas en vivero. Los sistemas radiculares deben ser protegidos con la ayuda de pajas o de toldos, después trasladadas a cubierto, cubiertas con un toldo húmedo. En caso de necesidad de almacenamiento, una zanja con arena o con una mezcla de arena y serrín debe ser prevista al abrigo del viento y del sol, sobre una superficie drenante (ligeramente en pendiente). La zanja debe ser mantenida húmeda, pero sin encharcamientos de agua perjudiciales a las raíces.

Los cepellones y contenedores deben ser protegidos de las heladas y de la desecación asegurando una buena protección radicular. Los ejemplares (sujetos de gran calibre) acondicionados, se precisan de camiones y maquinaria adaptados para este tipo de trabajos.

Gingko biloba

Recepción de las plantas y control de calidad

Cuando se seleccionan las plantas en el cantero de producción o quizás a la salida del vivero, el maestro de obra debe verificar la calidad de los vegetales de acuerdo con los Pliegos de Condiciones Técnicas. El control de calidad es muy simplificado ya que las plantas han sido elegidas y marcadas con antelación en el vivero de procedencia. Con referencia a los criterios de calidad el control de refiere a la verificación de la especie, la autenticidad varietal debe ser garantizada por el viverista, ya que esta no es verificable más que en periodo de vegetación generalmente. El maestro de obra verifica igualmente la categoría de la planta, la cantidad y calidad de los sistemas radiculares y aéreos. Para las plantas a raíces desnudas, la verificación se refiere a la importancia de la cabellera de raíces, la ausencia de necrosis o de agallas de desecación o podredumbre.

Para los cepellones esta verificación se refiere a la calidad del embalaje, la buena confección del cepellón (atención a cepellones reconstruidos) y una vez el embalaje retirado la ausencia de raíces seccionadas de diámetro superior a dos centímetros en todo el cepellón.

El número de trasplantes sufridos es verificable rompiendo el cepellón de una planta escogida al azar, para los contenedores, se trata de verificar la ausencia de espiralizacion de las raíces. El control de calidad del sistema aéreo concierne a la rectitud del tronco en árboles, el equilibrio general de la planta y la forma de la copa.

El no respetar los criterios descritos en el Pliego de Condiciones Técnicos particulares de la obra, justifica el rechazo de un lote de plantas. En caso de duda sobre algún punto, Las plantas son recepcionadas con reservas; un compromiso amistoso se hace necesario con el suministrador. El caso de litigio importante, en la medida que las plantas puedan perderse, el maestro de obra tiene dos días para manifestarse a través de la empresa en un escrito con acuse de recibo.

Apertura de hoyos de plantación

Sobre un lugar preparado de antemano, siguiendo las normas técnicas del arte de la jardinería, La apertura de los hoyos de plantación se hacen con la ayuda de una pala mecánica según el calibre de las plantas. Esta apertura se realiza sobre suelo seco con el fin de evitar fangos que destrozarían los beneficios de las preparaciones anteriores.

Para permitir un buen establecimiento de las raíces o una buena posición del cepellón, el volumen del hoyo debe ser al menos un vez y media el ocupado por el sistema radicular.

Preparación del sistema radicular

Para las plantas a raíz desnuda, en el momento de la plantación las raíces son refrescadas, es decir ligeramente cortadas a nivel de las extremidades, con el fin de eliminar las eventuales partes dañadas en el transporte. La cabellera radicular y la mayor proporción de raíces se conservan. Es aconsejable introducir las raíces en una mezcla rica en materia orgánica, creando una capa fértil directamente utilizable en su trasplante. Preparaciones comerciales, bajo fórmulas de polvos a diluir con agua reemplazan el tradicional “impregnación con barro y estiércol “.

Para las plantas con cepellón es preferible roturar el conjunto de protecciones (mallas o telas de yute) lo mismo si se produce una ligera descomposición del cepellón. Esta precaución, permite un mejor contacto cepellón sustrato y evita riesgos de estrangulamiento radicular por mallas o alambres de degradación lenta.

Todo contenedor (y comprendidos los reputados como biodegradables) deben ser eliminados en la plantación.

Preparación del sistema aéreo

Esta preparación se refiere principalmente a las plantaciones a raíz desnuda y realizada con vistas al reequilibrio de la parte aérea con el sistema radicular que ha perdido un poco de potencial después del arranque en vivero. Se trata pues de una ligera poda de formación de los brotes respetando la forma del árbol y principalmente la flecha. Estas podas se refieren principalmente a aquellas ramas de la parte superior de la copa reservando las ramas bajas que dan eficaz sombra al tronco. Esta preparación puede ser la ocasión de una recuperación de pequeñas imperfecciones de la forma (horquillas en la flecha, ramas desgajadas en el transporte…). Es igualmente posible no tocar el sistema aéreo en la plantación, pero podar las eventuales ramas secas al año siguiente. Los condicionamientos en cepellón y contenedor no precisan de una preparación de la parte aérea, en la medida de que las raíces no han sufrido ningún daño.

Plantación

 La plantación propiamente dicha se inicia con el replanteo, operación simple pero importante para el éxito estético de la plantación. Después de la colocación de las plantas, todas las precauciones son a considerar para que las raíces sean bien desplegadas y los cepellones preservados, para que el cuello de los arboles este al nivel del suelo o ligeramente por debajo (será un buen nivel después de la compactación natural del suelo). Al fin las plantas deben ser colocadas verticalmente y alineadas a través de jalones. El relleno del hoyo de plantación se realiza aportando un máximo de tierra fina al contacto con las raíces. Eventuales aportes de materia orgánica pueden hacerse en este momento. Una vez las plantas colocadas, es importante realizarles un riego abundante (unos veinte litros de agua). El agua acaba de unir los huecos entre la tierra y las raíces. Esta aportación es muy importante y bien distinta al riego que podrá ser efectuado posteriormente. En fin, el riego abundante puede ser realizado, aunque las condiciones atmosféricas dejen prever una buena humedad.

Protectores de troncos

Protección de los troncos

Para algunas especies de hoja caduca de corteza fina y frágil, sensible a quemaduras del sol, las protecciones del tronco con tela de yute deben ser previstas desde la salida del vivero y a conservar durante dos o tres años siguientes a la plantación.

Las principales especies referidas son los tilos, principalmente la Tilia platyphyllos y Tilia tomentosa, el cerezo, el arce sicomoro, el tulipero de Virginia y el castaño.

Entutorado

El tutor es el mejor y el peor enemigo del árbol.

El suministro al árbol de una buena estabilidad antes de que las raíces aseguren su anclaje suficiente y se mantenga verticalmente ante la llegada de lluvias y vientos, estos le aseguran una protección física, así como contra el vandalismo, voluntario o accidental. Pero una mala concepción del entutorado aliado a una falta de seguimiento y de control de las ataduras, hacen esta operación más nefasta que benéfica.

Para evitar riesgos de rozaduras del árbol con el tutor o estrangulamiento del tronco por las ataduras mal ordenadas y para permitir a la planta equilibrarse sin ser atada por una sola atadura, es preferible utilizar dos o tres tutores, cuatro para grandes ejemplares, en forma de vientos.

Estos dispositivos son eficaces y no producen heridas si los tutores son sólidamente hincados en el suelo y religados a la planta por ataduras de caucho, geotextiles,) Los tutores son frecuentemente colocados antes de la plantación, de forma de clavarlos al fondo del hoyo sin dañar el sistema radicular, bien derechos y afilados, de un diámetro mínimo 8/!0 cm. y de una longitud suficiente para poder der enterrados sólidamente en el fondo del hoyo.

Duración del entutorado

Los tutores son realmente útiles a los arboles hasta cuando el sistema radicular es totalmente funcional, es decir dos o tres años después de la plantación. Pueden ser conservados un poco más de tiempo para acreditar su papel protector cara al público. Las ataduras deben imperativamente ser controladas y revisadas regularmente.

Revestimiento de los suelos

Muchos casos son a prever según los lugares y el tipo de frecuentación, los problemas esenciales a resolver a largo plazo es la conservación de los alcorques de los árboles, la alimentación de agua, riegos, la lucha contra la compactación excesiva de los suelos, la prevención contra las poluciones por los efluentes….

Los revestimientos particulares sobre la compactación excesiva del suelo, no son considerados en parques o zonas poco frecuentadas. Es necesario prever el mantenimiento del suelo al pie de los arboles. En algunos lugares, la colocación de un revestimiento definitivo no interviene solo uno o dos años después de la plantación a fin de dejar la tierra comprimirse de nuevo y en permitir la intervención sobre un suelo estable. La fase de transición con el terreno desnudo precisa la puesta en obra de mantenimientos adaptados.  En las zonas muy frecuentadas y pues fuertemente sometidas al pisoteo, las protecciones del suelo son a prever inmediatamente después de la plantación. Estas protecciones buscan responder a un doble imperativo, encontrar un compromiso entre el suelo suficiente estable para resistir el revestimiento largo plazo son preferibles bajo forma de protectores metálicos o recubrimientos drenantes tales como pavimentos sin juntas de cemento (pavimentos de arena) o de suelos estabilizados a partir de gravas naturales de tipo silíceo (atención a la utilización de gravas trituradas calcáreas que modifican el pH del suelo).

Árbol en Marion.-Virginia

EL MANTENIMIENTO DEL PATRIMONIO. -Importancia de la organización

Una de las principales causas del fracaso de las plantaciones urbanas es la insuficiencia de entendimientos entre las estructuras encargadas de la inversión y las responsables del mantenimiento.

Esta situación se agrava cuando existe un cambio de maestro de obra. La transferencia de nuevas operaciones del Estado o de un sindicato de urbanización a las comunidades que disponen de pocos medios y competencias para el mantenimiento, es frecuentemente catastrófico. Una joven plantación, tiene en efecto, necesidad de cuidados continuos desde el primer momento y su abandono juvenil puede serle fatal. Solo la comprobación de arraigue, aunque se haga bajo tres años de garantía no puede asegurar con exactitud el desarrollo de un árbol adulto. El riego. La vigilancia de las ataduras de os tutores, la eliminación de las malas hierbas, el seguimiento sanitario y las podas de formación son muchas de las operaciones que se repiten indispensablemente para el desarrollo de los nuevos árboles.

Que sea realizado por gestión propia o encargado a una empresa, esta conservación tiene un costo y necesita una organización específica. Es esencial que este conjunto sea evaluado y preparadas las cantidades, en la elaboración del proyecto. Es a este solo precio, cuando no habrá ruptura entre los promotores y los gestores.

Protección de las plantaciones jóvenes

Esta recomendación solo es recordada aquí para hacer memoria. El entutorado y el seguimiento de la atadura, la protección del troco contra las quemaduras del sol ya citadas en la parte IV de esta obra. La protección de las plantas y de los hoyos de plantación de cara a eliminar los elementos tóxicos y las sales de los deshielos, en la parte III. La compactación contra las compactaciones del suelo y la sequía donde la preservación del suelo bien aireado, oxigenado y no impermeabilizados debe ser pensado antes de elegir el revestimiento del alcorque.

Mantenimiento del pie de las jóvenes plantaciones

El buen y real arraigue de las jóvenes plantaciones está relacionado a los cuidados aportados para mantener a su pie un medio aireado y sin malas hierbasSegún los revestimientos de los suelos, diferentes modalidades son a prever, sabiendo que para las nuevas plantaciones que las malas hierbas ejercen una concurrencia terrible cara al agua y las sales minerales.

Así, el crecimiento de un árbol desarrollándose en un suelo sin hierbas es a lo mínimo dos veces más rápido que el observado sobre un suelo con hierbas. Es pues indispensable de asegurar una superficie mínima sin hierbas, de un metro cuadrado por árbol.

Plantación sin revestimiento de suelo

Muchas modalidades de conservación al pie de las jóvenes plantaciones son posibles.

La escarda anual

Muy eficaz para airear la capa superficial del suelo y economizar el agua rompiendo las subidas capilares (una escarda vale por dos riegos) representa un trabajo fastidioso y costoso en mano de obra. Según las regiones y el crecimiento de las malas hierbas, dos o tres escardas son necesarias cada año o como mínimo una en primavera al arranque de la vegetación y una al principio del verano. Es útil, frecuentemente completar estas escardas por una labor manual invernal.

El desherbado químico

 Su eficiencia depende de la competencia de los aplicadores y de la elección razonada de los productos, las dosis y las épocas de aplicación. La utilización de herbicidas es un trabajo delicado para el aplicador, si no se toman las debidas precauciones.

Una recopilación de las principales materias activas y de sus condiciones de utilización se dan en el anexo. Contrariamente a otras modalidades, este tipo de desherbado no tiene ninguna acción sobre la estructura superficial del suelo., ni sobre las pérdidas de agua por evaporación.

Los acolchados. – “Mulch o paillage”

Realizados en su origen con paja, los acolchados son cada vez más apreciados por sus numerosas ventajas. Crean mejores condiciones de crecimiento, conservando la buena estructura del suelo, favorece el desarrollo radicular y el remonte capilar, limitan el desecamiento del suelo en superficie, con supresión total de la concurrencia herbácea cara al agua y disminuyen considerablemente los mantenimientos posteriores. Diversos materiales orgánicos o inertes, son interesantes a utilizar, sin excluir numerosos productos de origen vegetal (corteza de pino. orujos, paja de arroz, material vegetal triturado…)

Acolchados plásticos

El acolchado con plástico;( especial viña 80 micras) utilizado en el mundo rural por su calidad y durabilidad, puede presentar inconvenientes en la ciudad al impermeabilizar en exceso el espacio plantado. Los acolchados de plástico tejidos permeables al agua son por el contrario muy eficaces en situación seca.

Gravas, puzolanas y arenas

Estos acolchados ofrecen posibilidad al agua de riego y de lluvia de llegar al pie del árbol. Un espesor mínimo de diez centímetros es necesario sobre un suelo limpio (es decir sin malas hierbas) estando colocado en las cantidades descritas para la utilización de este tipo de acolchado es sobretodo interesante cuando el aprovisionamiento de estos materiales es fácil.

Solo la arena de rio no es utilizada, las otras, (arena de grano fino, arena extra silícea…) con peligro de recrear un medio favorable para la instalación de malas hierbas.

Mulching

Cortezas y materiales triturados

Realizado con cortezas de coníferas trituradas, este acolchado se descompone lentamente sin efecto toxico, sobre las plantas (a condición de que sea aportado de árboles sanos)

La naturaleza fibrosa de las cortezas presenta el inconveniente de retener el agua de lluvia que no aprovecha la planta.

Esta tendencia a la retención de agua puede igualmente crear pudriciones de corteza a nivel del cuello de los árboles. La eficacia de este acolchado no es efectiva si el espesor mínimo no es como mínimo de diez centímetros dispuesta sobre un suelo limpio.

Virutas

Crean un acolchado similar a las cortezas, aunque se descomponen más rápidas y necesitan una fertilización nitrogenada previa para evitar el fenómeno del “hambre de nitrógeno), algunas veces observado.

La procedencia de las virutas debe ser controlada con el fin de no propagar las eventuales enfermedades de la madera en su procedencia. Las virutas utilizadas para su utilización deben ser desinfectadas previamente.

Un espesor mínimo de diez centímetros debe ser aplicado. En caso de aplicación importante y regular de estos acolchados es preferible evitar virutas de roble, de hayas o de las especies ricas en taninos.

 

Plantas cubresuelos

Además de la nota estética que aportan, las plantas cubresuelos son interesantes para la protección, a largo plazo, de los arboles, de los suelos contra la compactación y el pisoteo. Es por tanto importante reflexionar su implantación de cara a no dificultar el desarrollo del nuevo árbol y prever los protectores para que no sean degradadas por el pisoteo y la invasión de automóviles.

Plantaciones con revestimientos del suelo

Las conservaciones a prever dependen directamente de la naturaleza del revestimiento. En el caso de rejillas cubrealcorques, el pie del árbol debe ser limpiado en escardas regulares, cada dos meses los primeros años seguidos a la plantación, después dos o tres veces al año. La sola conservación de los recubrimientos drenantes y estabilizados consiste en eliminar las eventuales hierbas.

Este mantenimiento es facilitado por el desherbado químico. Técnicas de limpieza por chorro de agua a fuerte presión son a prever, cada diez años más o menos, para limpiar el suelo.

En caso de colocación diferida del revestimiento mientras el suelo está desnudo. El mantenimiento se hace por labores de escarda.

Riegos

El riego es principalmente destinado a ayudar a un arranque vigoroso de los arboles durante los primeros años seguidos a la plantación. Según las condiciones meteorológicas es razonable iniciar los riegos en primavera sobre todo si esta se avecina seca. Para las plantaciones a raíz desnuda los riegos superficiales realizados durante dos años se complementan con riegos profundos. Permiten en efecto la alimentación directa del sistema radicular que no ha tenido tiempo de descender profundamente. En caso de riego automático es importante verificar la adaptación de la programación y el buen funcionamiento de las boquillas, aspersores o goteros. Si el riego es a realizar por aportaciones masivas de cincuenta a cien litros de agua al pie de cada planta, repetido hasta seis u ocho veces durante el verano (a definir según las condiciones meteorológicas).

Podas de formación

Las podas de formación se inician desde la plantación para ayudar al árbol a adquirir una formación equilibrada., llevada a término. Diferentes modalidades de intervención deberán ser previstas según los objetivos de conducción de los árboles en porte libre o en porte arquitecturizado, formación de túneles o marquesinas etc… La poda de formación no puede ser ejercida más que dentro de las reglas del arte de podar a partir de plantas de calidad, con copas equilibradas y dentro de la forma deseada con relación a la elección del proyecto y realizada por profesionales. Llegado el caso, las podas de formación no serán más que podas de recuperación.

Principios básicos

La regularidad es la primera de las condiciones de éxito de la poda de formación que no debe ser en cada intervención nada más que el corte de pocas ramas y siempre una débil actuación (inferiores a dos centímetros). Se trata pues de un seguimiento anual, efectuado de preferencia durante el invierno, a fin de distinguir la arquitectura del árbol.

Un buen periodo se sitúa justo al arranque de la vegetación en primavera. Una poda en verde no debe de excluirse; permite en una intervención muy ligera orientar el crecimiento estival a condición de ser realizado en junio o principios de julio. La observación de los arboles debe ser anual, pero no todos los años hay que eliminar ramas. El seguimiento debe ser más regular, ya que todas las especies no ofrecen las mismas facilidades de poda, (dominancias más o menos limpias, coronas más o menos surtidas). Para cada especie las tablas anexas precisan las eventuales dificultades que conciernen a las podas de formación. Estas son consideradas como delicadas para las especies tomando tendencia a horquillarse fuertemente. (Acer sacarina “diario”, a porte divergente (Sophora japónica) aun cuando las ramificaciones son opuestas (Fraxinus excelsior)

Formación de los árboles en porte libre

Se trata de ayudar al árbol a encontrar su desarrollo completo, en armonización con su porte especifico.  A parte de formas muy particulares tipo de “bola de túnel “la poda de formación busca favorecer el fenómeno de la dominancia apical por la cual la yema terminal de un brote inhibe el crecimiento de yemas situadas encima. Si el crecimiento de las ramificaciones se hace con retraso en sintonía a este eje. Esta tendencia permanece mientras más o menos marcada según las especies e individuos. Es porque antes de podar, es necesario observar la forma general del árbol. Por lo tanto, ese retroceso permite detectar las ramas de inserción que están en ángulo cerrado con el eje y que son fuertemente concurrentes. Cuando el brote central es dañado la poda consiste en buscar reemplazarlo por una rama lateral redirigida con la ayuda de un tutor y una atadura. Para las formas muy particulares, la poda de formación concierne principalmente a un aligeramiento de la corona, apuntando a la eliminación de algunas ramas en exceso y más débiles en el interior de la copa.

Formación de los arboles arquitecturizados

Fuera de ciertas coníferas como los tejos, las conducciones arquitecturizadas, tipo pantalla, marquesina, túnel, vaso… conciernen esencialmente a las especies de hoja caduca. La preparación del esqueleto o marco se hace progresivamente sobre los arboles habiendo adquirido las dimensiones deseadas.

Formación del tronco y refaldado de las ramas bajas

El objetivo de esta poda es formar el tronco, sin ramas bajas, para responder a criterios estéticos de un tipo o la formación de fustes de calidad sin nudos, La eliminación de las ramas bajas se realiza progresivamente con el fin de respetar el equilibrio entre la copa y la parte del tronco despejado de ramas.

Este tipo de poda puede hacerse a la salida del invierno o a principios de verano, la periodicidad viene determinada por el grosor de las ramas a eliminar y para intervenir solo en secciones débiles.

Control sanitario y seguimiento de las heridas

El seguimiento regular de las jóvenes plantaciones es la ocasión para vigilar las eventuales apariciones de anomalías de orden sanitario (ver especificaciones y diagnósticos en la parte II de esta obra). Las heridas eventuales debidas al vandalismo o al pase accidental de un maquina deben atenderse cuidadosamente para mantener la superficie lisa. Las ramas rotas o desgajadas son cortadas limpiamente sin dejar tocones.

EL NORMAL MANTENIMIENTO DE ARBOLES ADULTOS

El dicho celebre “Vale más prevenir que curar “encuentra su significación en la necesidad de seguir regularmente los arboles adultos. Es en efecto importante observar su estado y su evolución para prever las intervenciones a realizar en cada momento. Las podas son una parte importante de las principales intervenciones a programar. Esta obra no tiene por objeto de ser un tratado de poda de los arboles ornamentales y hace referencia al libro de E. Michaud consagrado este tema. Al encuentro de un grupo de trabajo (reagrupando profesionales de los árboles, maestros de obra, y encargados) reunido en 1987 y 1988 un Pliego de Condiciones Técnicas particulares para la conducción de los arboles ornamentales ha sido publicado por el Instituto de Desarrollo Forestal (ver fascículo anexo)

Podas de mantenimiento

Solo las podas referidas al mantenimiento normal de un patrimonio regularmente atendido son descritas en este capítulo. Son las concernientes a las formas libres según una frecuencia de cinco a diez años y las formas arquitecturizadas que serán objeto de un seguimiento anual. Las intervenciones excepcionales o de recuperación se especifican posteriormente.

Mantenimiento de formas libres

Las podas de limpieza y aclarado procuran esencialmente la supresión de las ramas secas o muertas, peligrosas para la seguridad de los ciudadanos y sus equipamientos. Precisan una visita completa de la corona del árbol con la supresión sistemática de las ramas muertas o en fase de decrepitud, así como la eliminación de “chupones “y las eventuales ramas desgajadas o rotas.

Los “chupones” del tronco y de la copa, así como los rebrotes centrales deben de ser eliminados.

Otra eliminación de la madera muerta, de los tocones, “eventuales chupones “, las podas buscan favorecer el desarrollo del árbol en su forma natural, suprimiendo las ramas que en mayor número dominan o impiden la penetración de la luz en el interior de la copa.

En principio todas las copas están a la altura de un tira-savias de manera de aligerarla y aumentar la transparencia del árbol. El equilibrio del árbol es a respetar evitando eliminar más del treinta por ciento del volumen inicial de la copa. Estas intervenciones necesitan poder desplazarse libremente en el interior de las copas para llegar a la extremidad de las ramas, sin riesgo de rotura.

La utilización de ganchos de poda es poco recomendable y debe estar sometida a la decisión del maestro de obra. Estas podas pueden desarrollarse todo el año, a excepción de los periodos de movimiento de la savia y/o heladas importantes.

Para los arboles sanos y bien adaptados a las condiciones del medio, estos mantenimientos deben realizarse en un periodo mínimo de cinco a diez años según la importancia de las necesidades de los árboles.

Mantenimiento de árboles arquitecturizados

El objetivo es mantener una silueta en un volumen dado, ya sea por razones estéticas o para permitir una cohabitación duradera entre el vegetal y su entornoPara conservar las formas arquitecturizadas, las intervenciones se deben realizar regularmente sobre vegetación de brotes nuevos. Para las podas en pantalla, conviene a veces intervenir dos veces al año en algunas especies (una poda en verano, seguido de una poda en seco después de la caída de las hojas). Estas podas de mantenimiento no afectan nada más que a las ramas de poca sección y son realizadas con herramientas bien afiladas, como las podaderas o de carácter mecánico evitando la formación de “cabezas de sauce “. Aunque pueden llevarse a cabo durante todo el año (con exclusión de los periodos de movimientos de savia o por fuertes heladas) es recomendado intervenir en verde justamente antes de la otoñada. El periodo entre dos pases varia de dos veces por año, a todos los dos años (lo que es el máximo para intervenir sobre nuevos brotes).

Reciclaje de los restos de poda

Valoración de los desechos de la poda

A lo largo de su vida, el árbol pierde las hojas, las ramitas, las ramas que, en situación natural son recicladas en el lecho y después en el humus del suelo. En toda la ciudad estos subproductos se convierten en basura que es necesario de barrer y eliminar, operaciones cada vez más costosas y preocupantes.

Cara al encarecimiento de los sitios de enterramiento o vacíes y el aumento de los costos de transporte de estos importantes volúmenes de basuras, numerosas colectividades se interrogan en lo sucesivo sobre su transformación, principalmente bajo la forma de mantillo. Esta transformación es particularmente interesante para enriquecer los suelos urbanos poco provistos de materia orgánica. Para los arboles de alineación el reciclaje, el compostaje de los productos de la poda, debería permitir, a largo plazo, encontrar una solución económica a los problemas de los desechos o basuras, compensando parcialmente el empobrecimiento de los suelos. En cualquier caso, las municipalidades deben encontrar soluciones técnicas y económicas después de una evaluación de la naturaleza de las cantidades y de los ritmos de producción de los desechos referidos

Mantenimiento de alamedas.

A la gestión de alamedas y macizos forestales no siendo el objetivo de esta obra, solo se citan unas recomendaciones generales. El gestor confrontado a este tipo de problemas, podrá informarse en los manuales forestales. Es cierto que las dimensiones de los bosquetes adquieren cada día un poco más de importancia dentro de la gestión urbana en la medida que dos fenómenos concomitantes que aparecen. Por una parte, las extensiones urbanas buscan privilegiar los terrenos de bosques existentes y por otra parte de algunas plantaciones de fuerte densidad del año 1970 llegan a la edad donde las intervenciones se imponen (había que haber intervenido antes) Para este tipo de asentamientos es necesario empezar por un inventario preciso sobre el cual podrán programarse una serie de intervenciones. Según los objetivos de la plantación, las principales actuaciones se traducen en términos de aclareo, selección de árboles, talas, renovación, podas, desbroces…Teniendo en cuenta las principales situaciones encontradas, uno insistirá particularmente sobre los aclarados que condicionan la perennidad del macizo. En efecto el aclareo mejora la calidad y el vigor de los arboles, reduciendo la densidad de los troncos por un cierto número de copas. Cuanto más numerosos son los arboles sobre una superficie limitada, muchos de ellos engrosan. Al extremo, la concurrencia es tal que los arboles muy juntos mueren. Esta operación es a respetar tanta vez como haga falta en la vida de una zona forestal, según las periodicidades a determinar en función a la densidad inicial de la plantación de las especies y del crecimiento efectivo de los árboles…Los consejos forestales son interesantes de solicitar insistiendo que los bosquetes urbanos y periurbanos no tienen por fin la producción de madera como objetivo principal, sino que tienen un papel paisajista en el espacio frecuentado por los ciudadanos.

Intervenciones excepcionales

La atención del lector es dirigida sobre el hecho de que los puntos abordados en este capítulo, no son a poner en obra hasta después de un diagnostico detallado del estado de los árboles y de las condiciones del medio. Este diagnóstico es indispensable antes de la toma de decisiones para las intervenciones excepcionales y …. costosas que no darán jamás una “segunda juventud “a los árboles, ya muy decrépitos.

Estas medidas pueden ser mientras, dirigidas a mejorar la supervivencia de los arboles, suficientemente jóvenes y aun vigorosos, a condición de tomar las precauciones necesarias para su buena realización.

Mejora del suelo

Se trata aquí de las mejoras posibles sobre el suelo “in situ “en las plantaciones existentes. Con referencia a las características de los suelos urbanos, la mayor parte de los problemas a resolver se tratan de su fuerte compactación, de su sequedad y de su agotamiento.

Ciertos procedimientos han sido puestos a punto para ensayar de volver a dar a los arboles unas mejores condiciones de desarrollo, su eficacia real a largo plazo está todavía por verificar….

Muchos árboles mueren o crecen deficientemente porque sus raíces necesitan oxígeno para crecer.

Procedimientos de aireación de suelos

Los procedimientos existentes están basados sobre la acción de un compresor religado a una sonda por medio de un brazo telescópico. La sonda rígida y honda puede ser hundida en el suelo hasta un metro de profundidad. En la base de la sonda, dos agujeros permiten enviar aire a fuerte presión; el suelo se levanta sobre un radio de un metro cincuenta a dos metros, según la compactación, después retorna a su sitio. Remontando la sonda, es posible inyectar bajo la misma presión cualquier sustancia enriquecedora como una solución de abono solo, una solución de abono adicional de un material como la perlita o la lava, permitiendo mantener la aireación. La operación se debe efectuar alrededor de los árboles en razón de los agujeros cada uno o dos metros.

Las medidas están en curso a ser aprendidas con comparaciones a arboles tratados, o no.

Se trata en efecto de asegurarse de la profundidad real de la descompactación, de la migración efectiva de los productos inyectados y de su utilización por los árboles. Las primeras constataciones tienden a probar que hay una absorción rápida de los abonos aportados (observaciones a partir de análisis foliares) a condición de que la superficie radicular en su conjunto sea bien cubierta), lo que implica inyecciones próximas (distantes por lo menos a tres metros entre ellas) y bastante próximas al eje del tronco (las inyecciones son a realizar sobre un circulo correspondiente a la línea de proyección de la corona al suelo).

Muchas experimentaciones son decepcionantes y un cierto número de interrogaciones subsisten en cuanto a la durabilidad el efecto de la des compactación a largo plazo. Estando conocido su costo (a título indicativo cerca de 10.000 francos por árbol en 1990), estas operaciones deben ser reservadas a casos específicos donde la renovación de la plantación defectuosa no puede ser prevista.

Renovación de suelos

El objetivo es reemplazar suelos mediocres, fuertemente compactados, por aportaciones de mejor calidad sobre plantaciones existentes, como las alineaciones antiguas sobre las avenidas. Ensayos recientes han sido realizados principalmente en Alemania. El proceso se descompone en cinco fases minuciosamente coordinadas para que las raíces de los grandes árboles, no sufran.

Se trata en efecto de decapar totalmente el horizonte de la superficie con la ayuda de una pala mecánica, hasta la aparición del sistema radicular, después limpiar las raíces por aspiración.

Durante toda esta operación, las raíces son protegidas de la desecación con la ayuda de toldos. Las raíces son enseguida lavadas después los horizontes profundos son des compactados a partir de perforaciones (ocho agujeros por árbol) rellenos de cagafierro o similar para mantener la aireación.

El nuevo horizonte de superficie, de la calidad deseada esta enseguida conseguido. Lo más frecuente es la colocación de un sistema de riego que viene a completar esta puesta en obra.

A pesar de los poco utilizado, parece en principio que, en el medio muy urbanizado con fuerte tráfico, la simple recompactación consecutiva de las vibraciones precisaría la repetición regular de este tipo de operaciones (cerca de cada diez años) Es igualmente importante en la medida donde los sistemas radiculares son expuestos. El éxito de esta operación depende de su rapidez de ejecución y de la coordinación entre las diferentes etapas. Es decir, el costo de la puesta en obra no puede ser más que excepcionalmente.

Podas excepcionales

Se trata aquí de recordar las precauciones a tener en cuenta para intervenciones decididas con un diagnóstico preciso. Sobre este tema la obra de E. Michaud consagrada a la poda de los arboles ornamentales, podrá ser útilmente consultada.

Poda de reducción de corona

Esta poda es excepcional en la medida que responde a limitaciones medio ambientales, a las situaciones de recuperación de podas anteriores y no a las necesidades propias del árbol.

Se trata de respetar al menos el porte del árbol reduciendo su amplitud general. Se trata de seleccionar las ramas a conservar y de reducirlas atendiendo particularmente a la dirección de los tira-savias

Podas de reformación

 Este tipo de podas, en una buena gestión, no deberían de ser realizadas. En la historia de un patrimonio, habiendo sufrido numerosas intervenciones, más o menos conducidas según las reglas del arte de la poda, la recuperación suele ser una mayor preocupación para el gestor de nuestros días.

El objetivo de la reformación es el de reorientar la estructura del árbol hacia una silueta equilibrada y aireada de acuerdo con la situación en la cual se encuentra el sujeto. La posibilidad de reformar arboles depende directamente de su estado sanitario y de su capacidad de tomar ciertas formas.

Poda agresiva

Reforma con conducción a su porte natural

Cada caso es un caso particular, el principio es el de seleccionar las ramas fuertes, de suprimir los tocones, y los “chupones “y de corregir progresivamente las ramas en la dirección deseada. Esta reforma no se obtiene nada más que con los años después de un trabajo especializado y regular.

Reforma con conducción arquitecturizada

Los principios son los mismos, esta vez, por el contrario, el volumen de la copa es contenido, a largo plazo, dentro de una geometría determinada.

Caso particular de las “cabezas de sauce “que son meramente más grandes que la rama portadora, es preferible de dejarlas y favorecer una selección progresiva de ramas que reaparecen. La supresión de las “cabezas de sauce “de grandes dimensiones es desaconsejada en la medida donde su realización induce a heridas importantes difíciles cicatrizar y entraña riesgos sanitarios al árbol.

Principales cuidados a los arboles

Las recientes observaciones convergen hacia la aplicación de algunos principios. Los tratamientos arborícolas que han alcanzado a las barreras del árbol destruyen también su sistema natural de defensa. Las barreras de protección separando la madera infectada y la sana, no deben ser destruidas cuando se curan las cavidades. El tratamiento de una herida se realiza con incisiones lo menos poco profundas que sea posible y sin alargar las extremidades. La creación de orificios, con el fin de drenar el agua de una bolsa de agua dentro de la herida o de una cavidad, siempre es a evitar.

Los drenajes pueden ser fuente de propagación de las podredumbres. La puesta en obra de cuidados particulares con la utilización de accesorios (cableado, puentes…) está destinado a ciertos arboles menos peligrosos.

Estas técnicas representan siempre una segunda opción para el árbol reconocido como interesante a conservar. (buena supervivencia, posición remarcable…)

Es siempre, un compromiso entre la herida y el alargamiento de su duración de vida.

Trasplante de árboles adultos

Este tipo de operaciones técnicamente realizables precisan de numerosas precauciones para tener éxito. El trasplante solo es recomendable para casos excepcionales y no debe ser dirigido nada más que sobre árboles suficientemente jóvenes, sanos y vigorosos. El éxito deviene demasiado aleatorio para los arboles de más de cincuenta años. Esta cifra restando a modular, según las especies y las situaciones. Un trasplante no puede ser improvisado, en la medida donde es indispensable hay que preparar los árboles y los futuros lugares de plantación por adelantado.

Preparación de los sistemas radiculares

Las raíces deben ser cortadas lo más tarde durante el invierno del año precedente al trasplante, con el fin de que tengan tiempo de rehacer su cabellera activa. Se trata pues de dejar al mínimo una sesión de vegetación entre la preparación de las raíces y el trasplante. Una preparación dos o tres años antes, será aún mejor….

Una aportación de materia orgánica en la zanja delimitada por el corte, permite a las nuevas raicillas desarrollarse más rápidamente. El cepellón así preparado debe tener las dimensiones en consonancia con las del árbol.

Entutorados

Durante el periodo de preparación de las raíces para el trasplante, los arboles menos anclados pierden su estabilidad y devienen peligrosos si no son entutorados. Por las mismas razones de estabilidad de los árboles trasplantados, deben ser de nuevo entutorados hasta que ellos tengan suficientemente desarrollado su sistema radicular.

Preparación de los sistemas aéreos

Al mismo tiempo que el corte de las raíces, un aligeramiento de la corona permite reequilibrar las necesidades de los árboles.

¡! Pero este aligeramiento no es una poda drástica¡!

Preparación del terreno a plantar

El éxito de una plantación depende en mucho de esta etapa. Es particularmente importante prever un riego eficaz y las posibilidades de fertilización, para facilitar la recuperación del árbol.

Trasplante propiamente dicho

Este se hace la mayor parte de las ocasiones mecánicamente con la ayuda de máquinas equipadas con palas, grúas …. Sobre el mismo principio que en el arranque de árboles en vivero.

Seguimiento de los arboles después del trasplante

Los mismos cuidados que los preconizados para el seguimiento de los arboles a lo largo de toda esta obra deben ser aportados a los arboles trasplantados. Teniendo en cuenta sus dimensiones, la edad, y las perturbaciones sufridas, se pondrá acento particularmente sobre el riego y la fertilización en los cinco años siguientes seguidos al trasplante.

La tala y el destoconado

Tala. – Antes de cualquier intervención, una larga información al público debe ser difundida, de tal manera que los ciudadanos admitan la convencía de estos trabajos. En el descopado de la corona es preciso iniciarlo con la eliminación de las ramas bajas susceptibles de estorbar el descendimiento o la caída de ramas superiores. Los ángulos de corte son realizados a manera de orientar la caída de las ramas que son troceadas.

Las ramas peligrosas o mal situadas deben ser descendidas cuidadosamente con la ayuda de cuerdas de manera de no bascular.

Una vez la copa desmontada el tronco es troceado hasta nivel del suelo. La cepa enseguida enrasada lo más cerca posible del suelo dejando la cepa en su sitio.

La tala es efectuada con las precauciones necesarias, por todos los medios mecánicos y manuales acordados por el maestro de obra. Las necesidades medioambientales pueden a veces precisar un desmonte completo de la copa con la ayuda de cuerdas.

Según las condiciones del sitio, la eliminación de cepas es a considerar por la extracción con ayuda de una barrena o un torno, lo que necesita es un estudio total del emplazamiento; es incompatible con la eventual presencia de redes subterráneas. El cercenamiento progresivo con la extracción de los materiales cortados, puede igualmente ser aconsejado.

Este proceso efectuado por un torno articulado permite trabajar a diferentes profundidades, teniendo en cuenta las condiciones medioambientales y las redes subterráneas. Si la cepa no es incomoda su degradación puede ser acelerada con la inyección de productos a base de clorato de sodio.

Todas las precauciones deben ser tomadas para la preservación de las redes subterráneas y del medio ambiente.

En caso de extracción total, los rellenos necesarios para la reconstrucción del hoyo son definidos por el maestro de obra que precisa el retraso de la ejecución.

Acer saccharinum                                                                                                                                                                                    Jacaranda mimosifolia

CONCLUSIÓN. -POR UNA POLÍTICA DEL ARBOL EN LA CIUDAD

Esta obra ha permitido recordar, que los árboles en la ciudad juegan múltiples papeles. Acompañan y confortan el desarrollo de la ciudad en sus ejes de composición y en sus estructuras funcionales. Participan a la lectura de los espacios a los que aportan calidades suplementarias, propias del mundo viviente, una lectura material particular, un ritmo de vida puntuado por las estaciones y sobretodo una variabilidad individual y colectiva que se opone a la normativa constante del medio ambiente tecnológico. Los árboles son igualmente portadoras de mensajes estéticos o simbólicos incorporados al filo de los siglos en el bagaje cultural de la Humanidad entera.

Son precisos y justifican que uno se preocupe por su salud, su perennidad y su futuro. Esta noble tarea toma el nombre de gestión del patrimonio verde y adopta los procesos de planificación en el tiempo y dentro del espacio para la plantación, el mantenimiento o la renovación.

Es decir que esta gestión revela verdaderamente un proyecto de ciudad a largo plazo construida a partir de la toma en cuenta de cinco aspectos indisociables que son, el paisaje, la economía, las técnicas, la reglamentación y la comunicación.

Del análisis de las experiencias adquiridas después de una docena de años en ciertas colectividades, se considera que todos los aspectos siguientes deben ser considerados simultáneamente. Hace a la vez reflexionar la imagen de la ciudad del futuro, organizar las competencias técnicas, mejorando los conocimientos y buscando las nuevas herramientas más idóneas ( sistemas cartográficos, bancos de datos urbanos….) programar y aprobar los objetivos a largo plazo por los gestores, con el fin de disponer de los medios humanos y financieros necesarios, adoptar una reglamentación coherente definiendo un verdadero código del árbol e informar, sensibilizar y mediatizar las acciones cara al ciudadano, principal destinatario y utilizador del patrimonio verde quien debe por su parte respetarlo.

El enfoque y los principios desarrollados en esta obra nos pueden conducir a la prescripción de un modelo único de proyecto de ciudad. A la vez que ellas sean a la escala de la comunidad y la importancia del patrimonio considerado el éxito de un proyecto de ciudad, depende del respeto a una diligencia global.

No es más que al precio de la inscripción en la duración y dentro del espacio de “verdaderas políticas arborícolas “que la “arboricultura urbana “encuentra su sitio.

L´ARBORICUTURE URBAINE

Lauren Miller y Corinne Bougery

 

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